· Se incrementaría en un millón de hectáreas la superficie de riego y habría dobles cultivos, exponen legisladores priistas de Sinaloa
México, D.F. Octubre 7 de 2015
Frente al reto de México por atender una demanda creciente en el abasto de alimentos, es de urgente necesidad que la CONAGUA realice los estudios de factibilidad que permitan la definición actualizada del Plan Hidráulico del Noroeste (PLHINO), donde se consideren diagnósticos completos y a detalle de todas y cada una de las cuencas hídricas de la zona geográfica.
En ese propósito los diputados federales del PRI de Sinaloa suscribieron un punto de acuerdo, en el pleno de la cámara de diputados, exhortando a la Secretaría de Hacienda para que incluya en el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF 2016) recursos económicos suficientes para financiar la realización de estudios de factibilidad que permitan la definición actualizada del Plan Hidráulico del Noroeste.
El PLHINO concebido hace más de 4 décadas no ha avanzado de manera sostenida, no obstante que su proyecto plantea la interconexión de las cuencas hidrológicas de 16 ríos consecutivos de los estados de Nayarit, Sinaloa y Sonora, para manejar un volumen de escurrimiento anual conjunto de 28 mil millones de metros cúbicos.
En Sinaloa sus beneficios se verían reflejados, coinciden los legisladores sinaloenses, coordinados por David López Gutiérrez, la apertura de toda su tierra factible al riego, dobles cultivos en riego, abastecimiento de agua potable a ciudades, aprovechamiento acuícola y control de avenidas de sus ríos.
Junto con ello, expresan Evelio Plata, Germán Escobar, Rosa Elena Millán, Gloria Himelda Félix, Enrique Jackson, Martha Tamayo, Bernardino Antelo y Quirino Ordaz Coppel, se tendría una derrama económica por construcción que tanto se requiere en las regiones costeras, particularmente en la zona rural.
Ello sin dejar de lado, advierten en su exhorto, la creciente demanda de alimentos por el aumento promedio de un millón de habitantes en el país, cuyo abasto es insuficiente y es urgente implementar estrategias encauzadas a garantizar de entrada una mayor productividad del sector rural.
México, añaden, tiene en la agricultura una de sus mayores fortalezas, gracias no únicamente a la producción de alimentos que cumplen con los estándares de calidad, sino también a la productividad promedio por hectárea que en el caso del maíz es de 9.4 toneladas, de 6 en sorgo, de 4.5 en trigo y de l.6 en frijol.
En nuestro país existen aún vastas superficies de terrenos susceptibles de ser incorporadas a la agricultura; sin embargo, la distribución y optimización del uso del agua necesaria para riego sigue siendo una de las limitantes para el propósito de referencia.
Las propuestas de especialistas indican la rehabilitación de distritos de riego que, con más de 50 años de operación reflejan un deterioro importante en su infraestructura, incrementar tanto el uso de riego presurizado, como por goteo y por aspersión, así como las tuberías por compuerta.
Además de esas alternativas, existe el PLHINO, definido como un proyecto factible que vendría a desarrollar esa región económica de nuestro país. Sinaloa utiliza el 100 por ciento de sus captaciones de agua y presenta restricciones en la superficie de siembra, además de haber eliminado los dobles cultivos.
Actualmente se están sembrando, en la región del proyecto, un millón 200 mil hectáreas y se aprovechan 13 mil 900 millones de metros cúbicos de agua, lo que aumentaría con el PLHINO, en superficie sembrada a un millón 525 mil hectáreas y dobles cultivos para llegar a 2 millones 287 mil hectáreas de siembra en el año, casi un millón de hectáreas más.
El proyecto permitiría obtener una producción equivalente a 8 millones de toneladas de granos básicos, fundamentales para garantizar el abasto nacional y la soberanía alimentaria.