Los tres ejemplares fueron asegurados en un operativo el pasado 15 de febrero en la región de Quechultenango
Tres ejemplares de tigre de bengala que fueron asegurados en un operativo de seguridad el pasado 15 de febrero en la región de Tlanicuilulco, de la montaña de Guerrero, fueron abandonados a su suerte y murieron de inanición.
Los tres felinos fueron asegurados como parte de una operación de seguridad a un grupo denominado «Los ardillos» que operan en la región centro y Montaña de Guerrero, en aquel momento también fueron aseguradas, drogas, armas y vehículos, así como a una persona que fue liberada horas después por la presión ejercida por los habitantes del lugar luego de retener a varios elementos del Ejército.
Luego de esa incursión y negociación, los tres tigres que de acuerdo a información de medios locales eran utilizados por «Los ardillos» para devorar a sus rivales, fueron dejados a su suerte a pesar de que estaban a cargo de la delegación estatal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), y no recibieron ni agua mi comida por varios días hasta que murieron.
Los tres ejemplares gozaban de buena salud cuando fueron asegurados, sin embargo, no los trasladaron a instalaciones de la Profepa o a otro sitio, sino que los dejaron en el mismo lugar en el que estaban, por lo que al no haber gente dentro de la propiedad asegurada, no hubo quien les diera ni agua ni comida, dejándolos a su suerte para que murieran en estos días.
Los dejan a la deriva
Los señalamientos entonces ahora van sobre los encargados de la Profepa a nivel estatal, quienes hicieron caso omiso de la atención de los animales y ahora enfrentan el escarnio público por dejarlos morir sin que nadie hiciera nada para evitarlo.
La posesión de esos animales está prohibida para cualquier ciudadano en México, sin embargo, suele ser utilizados como un símbolo de poderío entre distintos grupos delictivos y como mascotas entre los líderes del narco, sin embargo, más allá de eso, los animales asegurados tendrían que haber sido resguardados por las autoridades para llevar a cabo un protocolo de salvamento y de movilidad a otro centro de vida salvaje, pero, por desgracia eso no ocurrió.
En tanto, la Profepa no se ha pronunciado al respecto en sus redes sociales ni en su sitio web sobre este lamentable caso.