Los Sinaloenses Quieren la Verdad
Más allá de que están vivos y sanos los militantes del PAS Luis Alonso García Corrales y Juan Francisco Cerón la Fiscalía tiene que rendir un informe de qué fue lo que pasó, pero sobre todo los “desaparecidos” den sus testimonio de dónde estuvieron los últimos tres días para acabar con las probables verdades de que fueron policías quienes se llevaron a los jóvenes, frenar las especulaciones de que fueron “los malosos del gobierno” o el eventual “autosecuestro”, como dijo de manera irresponsable el gobernador Rubén Rocha Moya.
No es la primera vez que el mandatario incurre en comentarios fuera de lugar y temerarios y, por lo mismo, se debe saber la verdad completa, más aún que estamos en el marco general de elecciones que pueden afectar para bien o para mal la inhibición del voto.
En otras entidades, la impunidad de casos como estos, terminan en problemas mayores porque la inseguridad termina por rebasar a los gobernantes y afectar a la población de diferentes maneras.
El gobernador Rocha Moya, como primera autoridad del estado, debe ser cauto, cuidar su imagen y no expresarse a la ligera, porque él puede levantar demanda legal y hasta penal contra quien lo difame porque las mentiras minan la credibilidad del gobernante.
Tampoco Rocha Moya puede hablar y menos gobernar con engaños o exclamar ex abruptos como el “autosecuestro” si no tiene los elementos en la mano y, si los tiene, pues que se ejerza lo que la ley y el Estado de Derecho contempla pero no quedarse en los pleitos callejeros como se vieron las acusaciones mutuas de Cuén Ojeda y Rocha Moya.
Se puede ejercer presión a los gobiernos, como se hizo hasta con las candidatas presidenciales Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum, además del Presidente de la República, que esta mañana habló del tema, pero la población merece respeto y no mentir ni engañar de un lado u otro.
Esperamos la verdad de lo que realmente sucedió.
¡Vaya Cinismo!… Todavía Quiere Aplausos
Lo señala muy puntual nuestro columnista Fernando Zepeda: el gobernador Rubén Rocha Moya insiste en ser uno de los más impudentes mandatarios del país, sin sensibilidad con sus gobernados, pero sobre todo con autoritarismo con sus adversarios en la oposición al insinuar que en la desaparición de los dos jóvenes integrantes del PAS pudo haber “autosecuestro” y politizar este asunto. Muy delicadas estas expresiones viniendo de quien manda en el estado.
El Presidente de la República no se queda atrás y a lo largo de sus casi seis años de gobierno ha sido de todo: gobernante, autoritario, desprecio para amplios sectores de la población desde periodistas, madres rastreadoras, colectivos feministas, clases media, empresarios, la Iglesia y el Poder Judicial en el INE y la Suprema Corte de Justicia de la Nacióin. ¡Claro!, a sus reales opositores en los partidos políticos a quienes ataca todos los días de neoliberales y corruptos.
El Presidente de la República deja un país hirviendo en violencia y en un baño de sangre propiciado por los grupos delincuenciales, sean cárteles de las drogas o comunes del crimen en el secuestro, asalto, robo y extorsión en todos los sentidos. Más de 180 mil muertes en lo que deja en su régimen y otros tantos de miles de desaparecidos y encontrados en grandes fosas clandestinas: Alguin dijo: Todo el “territorio mexicano es una fosa clandestina”.
Ahora la violencia electoral está a todo lo que da y el Presidente de la República sólo dijo en Mazatlán, en su reciente gira por lo del eclipse solar, que es campaña de la prensa amarillista y sensacionalista.
El Presidente dijo este lunes en su mañanera que después del 2 de junio, día de las elecciones iniciará un periplo por todo el país en busca del aplauso de los gobernados, quiere para su ego que le pidan que “no se vaya” porque ha sido el “mejor Presidente de México”.
El Primer Mandatario anuncio la “gira del adiós”, de agradecimiento “para despedirme y sobre todo para dar gracias; agradecer a la gente por su apoyo, su respaldo, porque siempre hemos contado con su acompañamiento”.
Textual: “Ya nos vamos a soltar el pelo, porque si quiero que nos reunamos con mucha gente, ver a quienes han sido pues los precursores de este movimiento, los que todavía no se nos han adelantado, quiero verlos y es posible que hagamos actos en plazas.
“Ninguna de las 32 entidades se quedará sin ser visitada, advirtió.
“Me voy a despedir porque pues yo me retiro y nada, Por el afecto, por el cariño, por el amor, vamos a estar recordando y comunicando, no voy a tener red social, no voy a escribir ningún mensaje por tuit, por Facebook, por nada, tampoco voy a poder recibir a compañeras, compañeros, porque si no me convierto en lo que no quiero, no deseo ser líder moral”, enfatizó con la clara nostalgia de que se le acaba el poder.
Posdata: El presidente José López Portillo comentó en su segundo informe de gobierno, el 1 de septiembre de 1978, “Lo peor que le puede ocurrir a México, es convertirse en un país de cínicos”.
Afores, Último Botín
La apropiación de los recursos depositados en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), es una “expropiación”, es decir, una propiedad privada que pasa a dominio del gobierno, dicen analistas nacionales ante la embestida que da el Gobierno de la República a estos recursos de las personas mayores.
Es una ilegalidad que ayer aprobaron en comisiones los diputados de Morena y sus partidos rémoras del PT y PVEM, pero que, como otras iniciativas de reformas a la ley, se van la inconstitucionalidad y al terrenos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lo que buscan los legisladores de la 4T y el Presidente de la República es arrebatar sus depósitos a las personas mayores de 70 años que no las han reclamado o sus herederos que, por alguna razón, tampoco han ejercido su derecho a recibir esos capitales. Quieren esos 40 mil millones de pesos para seguir gastando en las obras faraónicas del Mandatario.
El Presidente ya se apoderó de los más de cien fideicomisos, pero quiere más dinero; el problema es que los fideicomisos es dinero que proviene del erario público, pero las Afores es dinero de particulares; o sea que como piratas los legisladores del Presidente quieren robarse esos dineros como el último botín antes de que se vaya del poder.
No dicen que no son iguales a los de los antes, pues resultaron peores.