-“El maestro era el faro, guía y referencia, esas balas asesinas no van a apagar su liderazgo”: Robespierre Lizárraga Otero
Con “¿Se puede? Claro que se puede y Viva Cuén”, los universitarios invadidos en la tristeza, en el dolor y exigiendo justicia, recibieron al ex rector Héctor Melesio Cuén Ojeda la Universidad Autónoma de Sinaloa en un emotivo homenaje de despedida como uno de sus grandes líderes y referido como unos de los activos más importantes de actual universidad.
Como un gran defensor del pensamiento de libertad de Eustaquio Buelna, Cuén Ojeda quien fuera Rector de la UAS en periodo 2005-2009 fue recibido por amigos y compañeros en el edificio central de la máxima casa de estudios, donde se forjó el proyecto visionario de la universidad pública de los sinaloenses.
En representación de la comunidad universitaria, el doctor Robespierre Lizárraga Otero encargado del despacho del a rectoría y uno de sus amigos más allegados, al realizar la primera guardia de honor alrededor del féretro de Cuén Ojeda expresó que como la mayoría de los universitarios sentirse invadido por el sentimiento de la orfandad de quien fuera un líder nato, solidario y siempre con muestras de un gran apoyo moral.
“En estos mismos espacios me tocó atestiguar una parte trascendental de toda su obra y posteriormente su arribo y llegada a la rectoría de la universidad, luchando, abriéndose paso a la adversidad, afrontándola y plantando cara, logró inspirar a toda una comunidad a realizar cambios y logros extraordinarios, mejoras y triunfos que todavía son parte de esta gran realidad que la Universidad Autónoma de Sinaloa”.
“También me tocó acompañarlo, día a día, hora tras hora en sus experiencias políticas en el estado de Sinaloa, y me tocó compartir el triunfo de la alcaldía de Culiacán, ahí vivimos una forma diferente de trabajar, de asumir el servicio público”.
“El maestro era el faro, era el guía y era la referencia para todos nosotros”.
Lizárraga Otero se dirigió a la familia de Héctor Melesio Cuén Ojeda a quienes refrendó su máximo apoyo, expresando que el dolor que viven no se comparte, se multiplica en todos quienes les acompañan.
“A todos nos tocó atestiguar el amor y devoción hacia ustedes, lo vivíamos y lo palpábamos, todos fuimos testigos de ello”.
Señaló que las balas asesinas que le arrancaron la vida al también dirigente político no detendrán su liderazgo, porque ello trascenderá en cada uno los presentes y que hoy exigen justicia y esclarecimiento de lo sucedido.
“A la comunidad, a sus amigos, a sus compañeros a la gran hermandad que logró crear, quiero decirles que esas balas asesinas no van a apagar su liderazgo, su trascendencia está en cada uno de nosotros, está impregnados en cada uno de los muros de este edificio y en cada logro de la universidad, no acallaron su voz, dieron eternidad a su inspiración y aquí frente a él, le decimos, le juramos que seguiremos adelante, no nos van a detener en la lucha que él encabezo”.
Con gran determinación Lizárraga Otero puntualizó que la obra de Héctor Melesio Cuén Ojeda quedará como inspiración en todas y todos y por ello el llamado determinado a la justicia será una permanencia.
“¡No cesaremos hasta que haya justicia para Héctor Melesio Cuén!”.
Hizo un llamado a seguir adelante, a no rendirse a vivir con intensidad esa filosofía y forma de trabajo en la que Cuén Ojeda los forjó, porque su trabajo le ha dado eternidad a su presencia.
A la distancia quien también compartió su pesar y tristeza además del gran reconocimiento al gran líder político, fue el doctor Jesús Madueña Molina, rector titular separado ilegalmente de su cargo.
Como parte del homenaje póstumo, compañeros universitarios, ex rectores y quienes fueron parte de su administración realizaron las guardias correspondientes.
Después del emotivo evento, visiblemente familia y amigos acompañaron y despidieron al ex Rector de la UAS.