LA ORTHOGRAPHY ESTÁ EN EL CIELO, MAMÁ NO PUEDO CON ELLA.

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Hace poquísimos meses ocurrió un escándalo de inmensas proporciones: los divos encardados por la SEP para escribir los libros de texto, herencia de López Mateos, dejaron en sus páginas oprobiosos gazapos, moscas y otras pifias por el estilo. Su mala ortografía, dijeron los custodios de la lengua, generaría hun pezimo legrado en el haprendisaje de los ninis. Su delito de lesa gramática consistió en errores de ‘dedo’ y falta de tildes. Luego los críticos en tono de jueces supremos, afirmaron: “Los textos de la SEP ‘distrosionan’ la ortografía en las aulas” (CNN. 2109/2013).

Enseguida los custodios sentenciaron: “Los niños necesitarán la ayuda de sus profesores, quienes tendrán que corregir directamente en el aula los 117 errores ortográficos publicados en los libros de textos para los alumnos de primaria del ciclo 2013-2014, distribuidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP). Los errores están en los textos de las nueve materias: matemáticas, español, exploración de la naturaleza y la sociedad, ciencias naturales, educación artística y física, formación cívica y ética, geografía e historia, así como en el libro Conoce nuestra Constitución”

¡Qué horror¡ ¡Qué errores! Algunos de los gazapos tienen como origen, según los criticastros, la castellanización palabras precolombinas: se publicó incorrectamente Quetzalcoatl sin acento en la o, Iztacihuátl en vez de Iztaccíhuatl y cempoaxóchitl en lugar de cempasúchil. Los términos en inglés tampoco se salvan: Kenedy en vez de Kennedy, y en francés Prrault en lugar de Perrault. En español los nombres propios también fallan: Nepomuseno y no Nepomuceno. Los editores también se comieron algunas letras en varias palabras, como: ligüísticos (lingüísticos), vidro (vidrio), alumo (alumno) y gobieno (gobierno). En fin…

LA REAL ACADEMIA EMBROLLA MÁS LAS COSAS.

            Ah, ah,  los profesores tendrán que corregir los 117 errores  contenidos en los textos: ¿Pero con qué ojos de divina tuerta van a corregir esos gazapos, si tampoco saben un comino de ortografía?  Y por si fuera poco,  a los poquísimos profes que saben un poco de ese complejísimo  chiribital, la Real Academia de la lengua española en el 2012 se los echó a perder con sus manidas reformas. Veamos solamente algunos correcciones de esos incorregibles legos.   

1.- Definitivamente, las letras “ch” y “ll”, quedan fuera del alfabeto en español. Serán dígrafos, tal como la “rr”. Este cambio consiste en reducir el alfabeto, debido a que estas letras son combinaciones de otras que ya están incluidas en el abecedario.

2.- La “y” griega se llamará (ye), v (uve) y w (uve doble). Debemos perder la costumbre de señalar a la b, como larga, grande o alta, tampoco de “Bolívar” o peor, “de burro”. Nunca más debemos decir v corta, chiquita, pequeña o “v de Venezuela” y menos “de vaca”. Aunque en el caso de la w, la RAE sugiere “uve doble”, cuando nosotros la llamamos doble v. El nombre uve se origina para distinguir oralmente la b de la v, pues se pronuncian de la misma forma en nuestro idioma.

3.- La conjunción disyuntiva “o” se escribirá siempre sin tilde. Aunque muchos insistan (todavía) en colocarle la tilde (ó) en la escritura corriente, únicamente se utilizaba en este caso: 5 ó 6 para diferenciarla del número 506. Es decir, evitar la confusión entre la letra o y el cero (0). Este uso diacrítico ya no tiene excusa; porque hoy en día, gracias a la utilización de los computadores, la conjunción “o” se diferencia visible y notoriamente del 0, según el alegato de la RAE. Lo adecuado será; 5 o 6.

            ¿Usted entendió…? Yo tampoco. Vale decir de pasada que esta frase me recuerda a Madrazo, y no sé porqué….

PRÓTESIS ORTOPÉDICA PARA LA ORTOGRAFÍA.

                  Pero qué tan grave es que no sepamos ortografía. ¿Acaso  no saber ortografía es como hablar con una persona que tiene mal aliento?, como reza cierta frase que anda rodando por el internet. Y en seguida nos responde   Hermes Antonio Varillas Labrador : “Tan grave es que hasta en nuestras escuelas vemos apatía por un número bastante significativo de los responsables (docentes, padres, madres y representantes) en la enseñanza de las letras en nuestros niños y niñas.  Queréis escribir sin incorrecciones, leed suficientemente que allí está la fuente inagotable de una buena sintaxis, del razonamiento verbal, del correcto pensamiento lógico matemático, de la afable elocuencia, de la necesaria sindéresis y del respeto a las normas de ortografía”.

                  El escritor Juan Jose Millás dice que: “Es sabido que en internet se escribe mal. Eso es real. Cosas que en un periódico causarian escandalo, como las faltas de ortografia y de sintaxis, en la red se convierten en normales”. La escritora Fatima Fernandez ha analizado la transcripcion fonetica sintetica usada en los sms y los chats, y concluye que es muy peligrosa para los jovenes que se estan formando, pues esta etapa coincide con su aprendizaje de la ortografia. Hay total ausencia de tildes y de signos de puntuación y confunden b y v, j y g, ponen k en vez de q, y en vez de ll y omiten la h. Con este proceder los jovenes que ocuparán nuestro lugar dentro de poco, nos estan pidiendo a gritos y de una manera natural cómo debe ser la ortografia.

Y esta ortografia que piden de manera inconsciente, espontanea y no acordada es en cierto modo parecida a la que yo propongo basicamente en este libro, excepcion hecha de abreviar casi todas las palabras. Quizas haya que esperar una generacion para que algunos de estos jovenes, que tan bien manejan hoy el lenguaje sms, y que entonces seran academicos, inicien la tan esperada y necesaria reforma ortografica. Podemos decir, pues, que el lenguaje sms es el verdadero caldo de cultivo que ineludiblemente llevará a esta reforma. Decia el filosofo y escritor Jose Antonio Marina en un articulo publicado en el diario español El Pais (06/11/2010), que «todos guardamos un recuerdo ingrato de la ortografia, porque la relacionamos con una normativa poco comprensible y dificil de aprender, y cuya unica finalidad era evaluar nuestros conocimientos […]. Ese caracter evaluador es el que produjo inquina contra la ortografia (Discusiones ortograficas I y II de Javier Marias publicado en el periodico español El Pais (30/01/2011)

PERO QUÉ TAN GRAVÉ ES NO SABER ORTOGRAFÍA.

            Es archisabido que muchos escritores de a de veras han tenido una pésima ortografía y han vivido para contarla en el anchuroso mundo de la literatura. Como dice Juan Carlos Serio: Algunos escritores fueron durante toda su vida indiferentes acerca de cómo escribir «bien». Y vaya que escribían bien, pero sus palabras estaban redactadas de forma incorrecta, dejando a sus editores como las personas más ocupadas de la época. Me divierte la idea de que hoy en día la gente defienda la buena ortografía afirmando cosas como: «¡Qué diría [inserte el nombre de un gran escritor] de esta gran falta a la lengua!», y la verdad es que varios de ellos eran víctimas de esa enfermedad textual. ¿Se les perdona? Yo creo que sí. A mi parecer, ellos se merecen todo el crédito que hoy en día gozan y, además, esto nos recuerda que debemos agradecer muchísimo a los héroes anónimos, a los Sancho Panza de la literatura: los editores, pues sin ellos, el mundo de las letras no sería tan hermoso. (Juan Carlos Serio. 3/ 4/ 2013)

                  Hubo y hay, en efecto, escritores con una ortografía horrísima; por ejempla Ernest Hemingway,  que escribió obras como:  Adiós a las armas, Al romper el alba, El viejo y el mar y Por quién doblan las campanas;  F. Scott Fitzgerald,  que esculpió novelas como A este lado del paraíso, El gran Gatsby, Suave es la noche; W.B. Yeats,  que hizo The Cat and the Moon, Una vision, Estrangement, Autobiografía, October BlastLa Torre, La escalera de caracol y Luna llena en marzo; Willian Faulkner, escribió Luz de agosto, Mientras agonizo, Mosquitoes, Santuario y una fábula y Jane Austen, que escribió obras como Sentido y sensibilidad, Orgullo y prejuicio, Mansfield Park, Emma , La abadía de Northanger y Persuasión. Pero existen más escritores a los que la ortografía no se les da. 

            Pero existe un escritor que tiene una ortografía montuna, pero además se ha dado el lujo de proponer algunas reglas del lenguaje, me refiero por supuesto a Gabriel García Márquez, autor de Cien años de Soledad. El Gabo en estos menesteres ha dicho a sus críticos que se echaron sobre él por un discurso en Zacatecas sobre la simplificación de la gramática: “Dije que la gramática debería simplificarse, y este verbo, según el Diccionario de la Academia, significa ‘hacer más sencilla, más fácil o menos complicada una cosa’. Pasando por alto el hecho de que esa definición dice tres veces lo mismo, es muy distinto lo que dije que lo que dicen que dije. También dije que humanicemos las leyes de la gramática. Y humanizar, según el mismo diccionario, tiene dos acepciones. La primera: ‘hacer a alguien o algo humano, familiar o afable’. La segunda, en pronominal: ‘Ablandarse, desenojarse, hacerse benigno. ¿Dónde está el pecado?, se pregunta.

En fin… ¿Usted qué tan buena ortografía tiene?