Gómez Ochoa Miguel Ángel
“La Cuatro-Te y la eterna campaña de López Obrador”.
A lo largo de los últimos 17 meses, en México se ha experimentado la implantación del proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador: La Cuarta Transformación. Esta con el fin último de eliminar la perpetuación de la pobreza, bajo su ya desgastado lema “Por el bien de todos, primero los pobres”, pero, la consigna real aquí ¿cuándo será prudente exigir los primeros resultados?
Si algo he de aplaudir, es la convicción y la tenacidad que ha mantenido para cumplir sus proyectos que prometió en campaña (léase: el Tren Maya, Dos Bocas y el aeropuerto de Sta. Lucía) ha hecho hasta la imposible para mantener a flote esos desarrollos, que hoy si me preguntan, suenan más a sueños y utopía que a objetivos de sexenio.
Pero también hay que ser justos, cualquier persona que esté dentro del espectro del ala izquierdista estará de acuerdo en que el proyecto López-Obradorista era el más viable en el momento de emitir el voto. Yo soy parte de la generación que se enamoró de su causa y que luchó por instaurarla, pero con toda confianza sí creo que a Andrés Manuel le ha quedado grande el puesto, y ya se dio cuenta de ello. Ya no vivimos en la época de López Portillo donde cada 1ero de Septiembre Palacio Nacional se llenaba de confeti y aplausos, porque citando a Brozzo: “…Al Estado no se le aplaude, se le exige y se le cuestiona”.
Desafortunadamente estamos atravesando un momento de crisis, acaba de empezar la década y ya esta nos ha demostrado que será una con más dudas que respuestas, y esto está más que claro en el despacho del presidente, es por eso por lo que hace 8 días, inteligentemente, López Obrador pidió al Congreso de la Unión que la figura de Revocación de mandato esté lista para el próximo 2021 y no para el 2022 como se tenía ya pensado. Andrés Manuel, así buscará conquistar las urnas y repetir el efecto que logró causar en las pasadas elecciones, porque por este medio se le permitiría hacer campaña y ayudar a sus candidatos filiales, donde se disputarán 11 gobernaturas, los congresos locales y la cámara de diputados.
Desde mi punto de vista creo que ni México ni el erario ni nosotros como ciudadanos deberíamos financiar una cuarta (¿coincidencia?) campaña presidencial bajo el nombre de Andrés Manuel López Obrador. Entiendo su miedo de no mantener la mayoría absoluta, y que ya ha habido desertores de la bancada de MORENA, pero si algo nos ha demostrado la democracia: es que esta castiga y no da muchas segundas oportunidades. No espero que su administración fracase; por el bien de todos, espero que le vaya bien, pero sí nos esperan unos largos 4 años.
