– Tiene siete días y no acude a repararlo, acusan vecinos. –
En el lugar del mismo, había un pequeño puente y un granado que se hundió. – La pestilencia es impresionante.
Tienen siete días ingiriendo sus alimentos con el bucket de las aguas negras que flotan al interior de un socavón que se encuentra por la avenida Emilio Barragán, entre el tramo de las calles Mar Jónico y Cañonero Guerrero. Con aproximadamente unos dieciséis metros cuadrados, por algunos cuatro de fondo el socavón despide fetidez a toda hora del día.
De acuerdo con los vecinos el desplome ocurrió de noche y ellos pensaron que el ruido provino de algún tráiler al que se le ponchó una llanta; sin embargo a la mañana siguiente se llevaron la sorpresa al ver que donde había un pequeño puente para cruzar el camellón y un granado había quedado sepultado. En las imágenes que le presenta su portal www.sinaloaenlinea.com se podrá apreciar como en el interior se observa la alcantarilla principal; los cables de energía eléctrica que pasan por la parte debajo del camellón y los borbollones de aguas negras.
Cabe precisar que el riesgo es mayor, si tomamos en cuenta que más abajo pasa la tubería que conduce el combustóleo. Los vecinos hacen un enérgico llamado a las autoridades para que atiendan este problema ya que tienen temor de que los hundimientos se vayan multiplicado, ya que el hoyo del socavón se encuentra entre una pingüica y un laurel. Al ser entrevistado al respecto, el gerente general de Jumapam, Carlos Venegas, indicó que esta misma tarde el personal de la Junta se abocara a trabajar en su reparación.
