*La nostalgia y tristeza lo invade
*Esta noche espera estar en su hogar
A Pedro Guzmán Tobías a pesar de la dureza de su trabajo la garganta se le hace nudo y aflora en sus ojos el rictus de lágrimeo, pero se contiene. El trabajo de 20 años en las carreteras, de conductor de camiones de pasajeros, lo han acostumbrado a pasar las mejores fiestas y fechas, en su mayoría, fuera de su hogar. La mujer lo entiende, pero los hijos no.
Es de Durango y trabaja para la línea de transportes de pasajeros Chihuahuenses y dice que seis años no ha sabido lo que es una Navidad en casa, arropado, apapachado por su esposa y sus hijos. Espera hoy llegar a Durango de Mazatlán y, ahora sí, tener un 24 de diciembre diferente, cenando y disfrutando de lo más valioso: la familia.
“Si siento nostalgia de ir en el camino la noche del 24, porque sé que toda la familia está cenando, disfrutando y uno lejos…!Claro¡ que da tristeza. Cuando me llega una noche así por el sonido local del camión, deseo al pasaje una feliz navidad y detengo la unidad para brindar con lo que tengamos a la mano; algunos se abrazan y eso es bonito; luego continuamos el trayecto. Hoy, si no llegó a mi casa, serán seis navidades fuera y de Años Nuevos ya perdí la cuenta”, apunta con las lágrimas a punto de brotar en su rostro.
Pedro comenta que le pide a su esposa que hable con sus hijos y les platique de su trabajo y lo difícil que es no estar en una reunión importante; quizás las fiestas “no duelan tanto como cuando hay un hijo enfermo y no poder estar”.
Al pedirle un mensaje para las personas, Guzmán Tobías apunta: “Pues que pasen una Navidad feliz, con alegría, y que apoyen a los operadores porque no saben por lo que uno pasa para llevarlos con bien hasta su destino. No hay palabras para decir muchas cosas y sobre todo porque en el camino hay peligros…”
https://youtu.be/DdRBRzz3huQ
