El gobierno de Rubén Rocha Moya llegó hasta donde nunca se había llegado en el trato frente a la Universidad Autónoma de Sinaloa. Por más ganas que debe haber tenido, ni Antonio Toledo Corro intentó destituir al rector Jorge Medina Viedas, cuyo liderazgo movilizó a toda la sociedad. Con Rocha, el rector Jesús Madueña Molina ya fue separado del cargo por orden judicial.
Todavía este martes muchos considerábamos que la audiencia programada con dos horas de anticipación era sólo una maniobra para acalambrar a los directivos de la Universidad, pero no fue así. Tras una sesión maratónica, el juez obsequió (nunca mejor aplicado el término jurídico) la medida cautelar que solicitaba la Fiscalía Autónoma del Estado.
La respuesta será inmediata. La Universidad Autónoma de Sinaloa tiene programada una serie de movilizaciones en cada ciudad y poblado de la entidad donde la institución tenga escuelas, aunque no se sabe hasta dónde llegará el asunto, es decir, si se trata de manifestaciones momentáneas o bien harán plantones o si de una vez por todas se acude a acciones radicales como la toma de los palacios de gobierno, del Congreso o de Justicia, ya anunciadas.
El gobernador y su equipo sabían perfectamente que la intervención en la vida interna de la UAS tendrá consecuencias, pero saben también que los obligados a mostrar fuerza son los directivos universitarios.
Desde luego, todavía están los recursos legales, como el amparo de la Justicia Federal, pero por lo pronto el doctor Madueña y Héctor Melesio Cuén Ojeda no han conseguido interesar a la sociedad en su causa. Por el contrario, las acusaciones de comprar quince millones de pesos de tortillas y cuarenta y cinco millones de pollo y otros productos cárnicos, han llegado al interés de la sociedad, mucho más de lo que parecen incidir las acusaciones de que el Partido Sinaloense vive directamente de las finanzas universitarias.
Esta decisión de obligar al rector a separarse temporalmente del cargo mientras termina el proceso judicial que se le lleva por la obstaculización a las auditorías de la ASE, es porque Madueña y su gente, a decir de la iscalía, han maquillado documentos y si siguen en sus puestos van a seguirlo haciendo, y el juez le dio la razón. Seguramente el rector sustituto, si lo llega a haber (muy probablemente Robespierre Lizárraga Otero) va a cambiar de conducta y va a echar de cabeza a sus compañeros y jefes ¿cómo no?
Quizá Rocha Moya y colaboradores esperen que este golpe acabe con la férrea unidad del equipo cuenista, y muestre a los inconformes que sí se va a proceder contra el grupo que gobierna dese hace 18 años. Habrá que ver.
NUEVO SAQUEO
La Cámara de Diputados aprobó ya la desaparición de trece fideicomisos de la Suprema Corte de Justicia, porque según el presidente, sólo sirven para que los ministros se den la gran vida, mientras los trabajadores del Poder Judicial insisten en que les respeten esa estructura porque sirve para garantizar sus prestaciones laborales.
El presidente anda herido contra la judicatura porque no se le ha sometido en estos cinco años de gobierno; aparte por supuesto, está la avidez por el dinero que tiene otras etiquetas, para llevarlo al gasto desbordado de las obras emblemáticas que no terminan ni de ser construidas, ni de llegar a sus precios definitivos.
Ni las movilizaciones de los trabajadores conmovieron al presidente, quien por el contrario, se burló del anuncio de que pararían labores. Si nunca trabajan, les dijo con su risilla sardónica. Total, no son más que cincuenta mil.
VACUNAS
La Comisión Federal Para evitar los Riesgos Sanitarios -Cofepris- aprobó para su importación y venta las vacunas contra el Covid de Pfizer y Moderna, pero no la de Astra Zeneca, porque no estaba actualizada frente a las nuevas variantes del Covid.
Si así fuese, bien por la Cofepris. No puede haber autorización para un fármaco deficiente o insuficiente.
El problema es que uno no entiende cómo con esos criterios tan estrictos y certeros, el mismo gobierno exigente nos va a vacunar con las fórmulas Sputnik, rusa, y Abdalá, cubana, que padecen precisamente de ese mal: no estar actualizadas para las nuevas variantes del virus.
Primero pensamos que era porque ya tenían las dosis almacenadas, pero no, sólo se tiene una parte y las demás las van a comprar apenas. ¿Por qué no comprar de las actualizadas? ¿por solidaridad con los gobiernos de Rusia y de Cuba? ¿Y la solidaridad para con la población a la que se deben?