*Viven, las viejas costumbres de la clase política
*Apareció la convocatoria priísta pero ¿ya pa’qué?
*Convocan a movilización de la comunidad uaseña
FRANCISCO CHIQUETE
Hay costumbres y prácticas que se niegan a morir.
Gerardo Vargas llegó puntual al Congreso. Justo cuando eran las diez de la mañana recorrió el breve espacio del coche al andador sobre el que le esperaban las diputadas Rosa Elena Millán Bueno y Artemisa García Valle, a quienes saludó de beso mientras una pequeña cohorte se arremolinaba en torno a ellos.
Con paso ejecutivo llegó hasta el salón de usos múltiples y tomó su lugar para escuchar con atención el discurso de Millán Bueno, quien destacó la colaboración entre los poderes legislativo y ejecutivo, argumentando la aprobación de un 92 por ciento de las iniciativas enviadas al Congreso por el gobernador del Estado.
La legislatura actual –la LX- recibe el documento, pero será la siguiente la que analice este tercer informe, pues la ley establece que será el primero de diciembre cuando se inicie este ejercicio, y es precisamente la fecha en que se da el relevo legislativo, lo que a su juicio, no impide que se cumpla con las tareas de análisis objetivo y profundo.
Vargas Landeros hace también un encomio de las relaciones entre ambos poderes y de la disposición del gobernador Mario López Valdez para cumplir con lo que dice la ley y con lo que demanda la sociedad en materia de transparencia y rendición de cuentas.
El público, a unos cuantos metros, está constituido principalmente por colaboradores del secretario general de gobierno y funcionarios de otras áreas, sobre todo afines a él. Algunos activistas de la cruzada malovista del 2010 hicieron el viaje desde sus lugares de origen, en los extremos del estado, no necesariamente para encomiar el informe, sino como ellos y ellas mismas establecen, “para estar con el licenciado”.
Desde tiempos casi inmemoriales, con algunas interrupciones, el 15 de noviembre ha sido fecha de informe. En sus buenos tiempos era una ceremonia que pesaba en el año. La experiencia de este columnista se remite al Cine Diana de Culiacán, donde Alfonso Genaro Calderón Velarde enarbolaba tremendo libro plagado de datos pormenorizados sobre la inversión en carreteras, calles, cartillas entregadas, trámites de diversa índole y hasta de enfermos atendidos en los hospitales oficiales. Se cerraba la avenida Obregón, eje comercial de la capital sinaloense y se apersonaban los políticos de toda laya y procedencia, todos del partido oficial, que era el único con vida real. Después del informe, todos marchaban por la Obregón hasta el palacio de gobierno, que hoy es del municipio, y se repetía el ritual de los abrazos, saludos, felicitaciones conocido como “el besamanos” en que todos revoloteaban.
Los excesos de ese día fueron minando la legitimidad que daba al poder y terminó por desaparecer. Con el tiempo se acabó la fila de felicitantes, se acabaron las comilonas en que la raza comía barbacoa de res escanciada con cervezas, mientras en la mesa principal la barbacoa alternaba con callos, camarones y Johny Walker etiqueta negra, sustituido por el Cuty Sark cuando Toledo Corro y por los vinos de mesa franceses e italianos cuando gobernaba Francisco Labastida Ochoa.
Pero ayer las cosas parecían haber regresado, excepto por la cantidad de personas.
Todos compartían la felicidad y el gusto. Si a Vargas no se le da alcanzar un día la silla principal, puede dar por vivida la emoción de un informe “con todas las dela ley”.
Sólo un funcionario panista mostró su inconformidad porque según él, se corrió la instrucción de acudir a la ceremonia con corbatas rojas, que en efecto, abundaron. El quejoso pretendía que las prendas hubiesen sido azules o amarillas, como los partidos que ganaron la elección. Un funcionario afín, consultado sobre el tema, dijo en confianza que a él nadie le había dado una instrucción en ese sentido, “pero uno tiene intuición y sabe atinarle al tono”. Hasta las mujeres, por lo menos las jóvenes más vistosas, eran ladys in red.
A su salida, Vargas Landeros fue acompañado por las diputadas, pero también por los diputados en funciones, por varios de los electos, priístas casi todos ellos, por los funcionarios. Por cierto sólo un secretario de despacho no pertenecía al establo varguista: el secretario de Desarrollo Social y Humano, Juan Ernesto Millán Piestch, quien observaba sonriente, sin meterse al remolino, como sí lo hizo el director de Vialidad y Transportes, Domingo Ramírez, quien se dio tiempo para hacer declaraciones sobre las causas de la derrota priísta en Guasave, su municipio: “el partido fue víctima de la ambición de poder de los grupos, que se dispersaron… -¡La lengua, la lengua, advirtió un observador que recordaba cómo Ramírez y otros funcionarios prefirieron alejarse de la campaña porque sabían que “el jefe quería ahí al Kory”.
El secretario general de gobierno alcanzó a dar tres o cuatro ruedas de prensa en su camino hacia la salida. A la cabeza del grupo llegó hasta los límites con el estacionamiento viaipí, donde lo despidieron diputadas y diputados con el gusto de haber sido protagonistas de este capítulo de la historia política local.
UNA CONVOCATORIA
QUE SALIÓ TARDÍA
Con toda la seriedad del mundo, inaugurando un proceso jurídico, apegado a la legalidad interna del PRI, el delegado del comité ejecutivo nacional de ese partido en Sinaloa, Armando López Nogales, y el actual dirigente Jesús Enrique Hernández Chávez, presentaron la convocatoria que habrá de regir el proceso de elección del nuevo comité directivo estatal.
Sin asomo de risa o ironía, dieron a conocer la serie de requisitos a que deben sujetarse todos aquellos que aspiren a competir por la presidencia del comité directivo estatal, los derechos que pueden ejercer y las limitaciones que tienen, pero como es de pensarse, todo dentro de la más absoluta libertad de participación. “Sin candados”, es decir, sin requisitos incumplibles que conviertan a la convocatoria en un instrumento dirigido para favorecer a alguien.
Claro que al tiempo de aparecer esta convocatoria libérrima y abierta como la que más, según las descripciones de los dos representantes partidistas, corrían las opiniones que colocaban a la licenciada Martha Sofía Tamayo Morales como la única capaz de enfrentar al monstruo de mil cabezas que es el riesgo de división y enfrentamiento entre los grupos.
Como caracterizó el dibujante AVECE, de El Debate, la pregunta en el priísmo en “qué fue primero, Martha Sofía o la convocatoria”. Por supuesto que fue Martha Sofía, cuya fórmula con Jesús Valdez apareció desde el lunes anterior, en tanto la convocatoria vino a ser pública hasta este viernes, quizá como parte del famosísimo Buen Fin.
Durante mucho tiempo, ya lo hemos citado aquí en otras entregas, las corporaciones policíacas del estado y de la federación, llegaban a los municipios y hacían verdaderas razzias de gente a la que no podían acusar de nada concreto y entonces le endilgaban la acusación y explicación: “por desconocido”. Los desconocidos, por supuesto, eran los policías que llegaban a ver cómo extorsionaban a la gente, de modo que en más de una ocasión los desconocidos resultaban ser personas más identificadas en sus comunidades, que los héroes que nos dieron patria, y en esos tiempos ya era muchísimo decir.
Así procedió el presidente del comité ejecutivo nacional del PRI, César Camacho Quiroz, quien desconfió de todos los personajes que aspiraban a dirigir al PRI en el estado y colocó a alguien de sus enteras confianzas. Convertido en un verdadero y desconfiado dueño de la franquicia, Camacho decidió que sólo desde el centro de la República puede encontrarse el justo medio que dice buscar.
La decisión no sólo constituye un regreso al centralismo más atroz y da la razón o refuerza los argumentos de quienes aseveran que se está tratando de reconstituir la presidencia imperial que se consideraba erradicada del país, tras dos derrotas electorales consecutivas.
Por si acaso, y como para que nadie dude de la manera en que se están decidiendo las cosas en el país, la señora Tamayo, junto con tres funcionarios partidistas y uno presidencial, entre ellos los sinaloenses Cenobio Ruiz Zazueta y David López Gutiérrez, fue recibida por el presidente Enrique Peña Nieto en la Residencia Oficial de Los Pinos, y la foto previa se divulgó precisamente el día en que se dio a conocer la convocatoria.
CONVOCAN A MOVILIZARSE EN LA
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA
Durante muchos años se aseveró que la Universidad Autónoma de Sinaloa era mal tratada financieramente por el gobierno mexicano, a causa de su militancia izquierdista, contestataria, que motivaba grandes movilizaciones de carácter social que con frecuencia provocaban tensión entre los jóvenes universitarios y las autoridades.
Vino sin embargo una época de institucionalización, que se advierte en los periodos rectorales de Eduardo Franco y Jorge Medina Viedas, que retrocede con Audómar Ahumada Quintero y un poco con David Moreno Lizárraga, para retomar camino con Rubén Rocha Moya y sucesores.
En este momento sin embargo, la UAS se encuentra en su etapa más institucional, con el cumplimiento de metas y procedimientos oficiales que la llevan a ocupar primeros lugares en el ámbito nacional, adelantadas a las universidades que tradicionalmente han sido tranquilas, apegadas a los programas oficiales y hasta neutras.
Nada de eso le ha valido para superar los graves rezagos económicos que enfrenta, a pesar de que los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública hacen caravanas, carantoñas y reconocimientos a la labor uaseña.
Ayer el Consejo Universitario decidió que ante la falta de respuestas, se tendría que volver a los viejos tiempos de movilizar al estudiantado y a la sociedad para demostrar al gobierno federal que la UAS debe ser atendida como se merece.
Todavía está un compromiso favorable, el que hizo ayer, antes de conocerse esta convocatoria a la movilización, el gobernador Mario López Valdez.
Hablando de los problemas financieros que se han dado a partir de la caída del ingreso fiscal, López Valdez hacía pública su confianza en que recibirá un buen apoyo del gobierno federal para atender los apremios de fin de año que enfrentan los ayuntamientos de Sinaloa, con peticiones por alrededor de setecientos millones de pesos, y también la situación de la UAS, que requiere recursos para cerrar los compromisos laborales de fin de año.
La cita del gobernador es para el día 24, y el coordinador de los diputados federales priístas, Heriberto Galindo Quiñones, anunció que empujarán en apoyo a la UAS no sólo en ese encuentro, sino con gestiones diversas.
Sería muy lamentable que la situación financiera obligara a los universitarios a romper o modificar un ritmo de trabajo que les ha sido reconocido por propios y extraños, aunque a veces no queda de otra.