*Nuevo episodio en la historia Vizcarra-Malova
*El Trife avaló al PRI y da palo a Víctor Godoy
*Recibirán policías reprobados nueva oportunidad
FRANCISCO CHIQUETE
Cinco años después, los resabios de la campaña electoral del 2010 siguen dando qué decir. El desaire al gobernador Mario López Valdez por parte de un importante grupo político-empresarial y hasta por un miembro del gabinete presidencial no es otra cosa que parte de esa secuela de rencores y enconos que generaron la disputa por la gubernatura.
El día en que fue inaugurada la Expo Agro Sinaloa en la capital del estado, el grupo Jova, del empresario Joel Valenzuela, inauguraba nuevas instalaciones y lo festejaba con una comida de muy alto nivel, a la que había sido invitado el secretario e Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del gobierno federal, Enrique Martínez y Martínez.
Por supuesto, estaban Jova y sus amigos, entre ellos Jesús Vizcarra Calderón, uno de los personajes más fuertes, no sólo de la política, sino sobre todo de la actividad agropecuaria, que es el fuerte de Jova. Es natural por ello que haya estado presente el excandidato a gobernador, y que haya sido invitado, y hubiese aceptado, el titular de la Sagarpa.
Por otra parte, tratándose de una empresa privada y sus instalaciones, es perfectamente entendible que los organizadores hubiesen invitado a quienes son sus amigos. Una fiesta de cuates es eso, precisamente. Lo que hace ruido es que las reglas de la política tradicionalmente aconsejan a los funcionarios federales que no participen de las pugnas políticas de los estados.
El gobernador Mario López Valdez acabó con las especulaciones al decir que sabía previamente del encuentro, pero que no tenía invitación, ni ganas de ir.
“Si ustedes me preguntan, no fui invitado, pero si hubiese sido invitado no hubiese podido ir porque yo ya tenía un compromiso aquí en Mazatlán”, dijo durante la conferencia de prensa que siguió a la celebración del Día del Ejército.
El mandatario local dijo que había sido informado oficialmente de la reunión durante la noche previa, negó que exista una mala relación ni un trato inadecuado con el titular de la Sagarpa y que el diálogo con el funcionario federal haya sido ríspido a lo largo de la inauguración de la exposición agrícola.
En realidad este es el segundo episodio de desencuentros. El 20 de septiembre del año pasado, Martínez y Martínez asistió a la inauguración de las nuevas oficinas corporativas de Sukarne, empresa que festejaba sus 45 años de operaciones. El anfitrión fue Jesús Vizcarra Calderón y por supuesto, no fue invitado el gobernador Mario López Valdez.
Esta omnipresencia de Vizcarra y las constantes especulaciones sobre una posible segunda incursión en la lucha por la gubernatura, hacen que las diferencias de aquella oportunidad se mantengan no sólo vivas, sino en un nivel verdaderamente creciente
En junio del año pasado, durante su participación en la Cumbre Latinoamericana de Marketing Político y Gobernanza, López Valdez reveló algunos detalles de su lucha por la gubernatura y en algún punto señaló que antes de la elección tuvo comunicación con Vizcarra, quien le aseguró que si Malova ganaba, contaría con una buena actitud de civilidad. Incluso se refirió a algún encuentro en que se habló del bienestar de Sinaloa por encima de cualquier cosa.
Pero los buenos deseos de buenas relaciones no han llegado a concretarse.
Se sabe en los medios políticos que los movimientos del director de Sukarne son monitoreados por los informadores oficiales; se advierte que Vizcarra se mueve en círculos en que no quieren mucho al gobernador, y estos dos episodios son muestras fehacientes.
Esto también da muestras de que la sucesión gubernamental no será tersa, sobre todo si Vizcarra está involucrado en el proceso, y mucho más si finalmente desiste de su negativa y se convierte en candidato del PRI.
Ahora bien: estas especulaciones, que podrían generar algún tipo de prevención en las élites políticas, no hacen sino reforzar las expectativas de muchos cuadros del PRI, que ven en Vizcarra la posibilidad de recuperar el gobierno sin apelaciones ni compartimientos, y al parecer, también a las clientelas electorales, pues nada baja a Vizcarra de la cabeza de las encuestas. Ni aún las declaraciones en que se da por muerto para el 2016.
EVELIO PLATA QUEDÓ EN FIRME
Víctor Godoy recibió ayer un palo definitivo de parte del Trife. La sala regional de Guadalajara desechó su protesta, la encontró infundada y la mandó al archivo del olvido. Evelio Plata Inzunza, por ello, queda ratificado como candidato priísta a diputado federal por el tercer distrito. La convención realizada el miércoles anterior en Guamúchil no tiene ya riesgos de anulación.
Como se sabe, Godoy intentó registrarse como precandidato a diputado por ese tercer distrito, a sabiendas de que la línea oficial era a favor de Evelio Plata. El resultado fue obvio: le dijeron que no había llevado completa su documentación, especialmente porque no había pagado las cuotas partidistas y no había pasado un examen de conocimientos sobre los estatutos del PRI.
Godoy, que tres años antes estaba abocado a ser el candidato en ese mismo distrito, y se hizo a un lago para que Los Tecolotes colocaran a Ponchín Inzunza, protestó ante la dirigencia nacional del PRI y se fue luego el Trife, pero no le valieron luchas. EN cambio, a Evelio Plata le reconocieron el pago de cuotas, el examen de conocimientos, los documentos necesarios y hasta las cartillas de vacunación de las mascotas de los nitos que él todavía no tiene. Es la línea. Hasta los once millones que la ASE le declaró perdidos, aparecieron como por encanto.
La impugnación es cosa del pasado. El Trife encontró notoria improcedencia debido a que la queja esgrimida fue atendida, aunque en sentido negativo por la dirigencia nacional del partido acusado –el PRI- y eso dejó a los juzgadores sin materia de queja qué procesar. Así de fácil.
Ahora el problema de Plata Inzunza es recoger los pedazos de la clase política que necesita para salir adelante. Hay exalcaldes de Navolato (el propio presidente municipal en funciones) que se opusieron a su candidatura, hay gente de Salvador Alvarado que se quedó ofendida con la decisión y hay en fin, un ambiente de duda sobre el ya candidato, a quien mandan herido a la guerra, con la duda clavada sobre el asunto de los once millones de pesos. A ver cómo le va con todo esto.
POLICÍAS TENDRÁN UNA
SEGUNDA OPORTUNIDAD
Agua de borrajas resultó la famosa depuración de los cuerpos policíacos de Sinaloa. De los más de tres mil elementos que reprobaron los exámenes de control y confianza, unos mil quinientos recibirán la oportunidad de volver a examinarse, dice el secretario de seguridad pública del estado, Genaro García Castro.
Estas pruebas tienen un nombre muy definitorio: “exámenes de control y confianza”. Si los elementos no pasaron el examen, es porque no hay control y por tanto no hay confianza. ¿Estuvieron mal aplicadas las pruebas iniciales? ¿Se equivocaron quienes las calificaron? ¿Están los sinodales bajo sospecha? Si no ocurrió nada de esto ¿por qué se les va a dar una segunda oportunidad?
Si hay buenos elementos que fueron víctimas de irregularidades, bienvenida la rectificación, pero no es suficiente. También valdría la pena que hubiese reformas a las pruebas, a los parámetros con que se califica y por supuesto, entre quienes se encargan de hacer esas calificaciones, porque con esos equívocos están poniendo en riesgo a la sociedad.
Pero si se trata sólo de ahorrarse las indemnizaciones o de preferir tener elementos reprobados que plazas vacías, porque no hay con quienes sustituirlos, la cosa va mal. Aunque haya un agradecimiento y un reconocimiento a las corporaciones porque las cosas han cambiado para mejorar, es imprescindible que se realicen las depuraciones.
Hay un elemento cuyo caso se ventiló en los medios. Recibió medallas de reconocimiento, se ha capacitado en todas las oportunidades que ha tenido y ha recibido aplausos a nivel internacional, y sin embargo salió reprobado. Por el contrario, en los propios corrillos policíacos se señala a elementos con malos antecedentes que recibieron aureolas y estrellitas de buen comportamiento.
Echar a la calle a más de tres mil elementos de un jalón es un problemón para la seguridad por dos razones: la pérdida de agentes policíacos, y la falta de control sobre los que se van. Pero acomodar a una parte de los reprobados en otras áreas de las instituciones de gobierno y dar una segunda oportunidad así, indiscriminada., es mantener al enemigo en casa.