*López Obrador contra la clase política nacional
*Se festejó Malova en cada del Chuquique
*Posposición, no cancelación de los hospitales
FRANCISCO CHIQUETE
Andrés López Obrador maneja su tema con soltura y sobre todo con mucha convicción: la clase política de México es la más corrupta. La sociedad, llamó, debe defender a México porque está en una situación de gran riesgo. Ante cientos de mazatlecos que lo escucharon, primero en el Infonavit Conchis y luego en la glorieta Sánchez Taboada, el excandidato presidencial hizo gala de su agilidad mental enderezando e intercalando acusaciones contra el gobernador Mario López Valdez a propósito de los dos hospitales en discutido proyecto.
No son tiempos de multitudes por supuesto. En el Conchis las sillas no estaban llenas cuando el hombre de Macuspana inició su discurso, aunque al final ya se habían llenado y superado las modestas expectativas que los organizadores se hicieron.
La economía va mal, dijo, y vaticinó que no mejorará, sino por el contrario. Atribuyó el hecho a una clase política incapaz, corrupta y prepotente que no ha entendido el momento de transformación que exige la sociedad, sino que por el contrario, se aferran a sus viejos esquemas sin escuchar las exigencias de transformación que hacen los mexicanos.
Pero por supuesto, la marca local es la que más pega, de modo que López Obrador se fue sobre el gobernador del estado, Mario López Valdez, lo clasificó, lo descalificó y lo acusó de incurrir en negocios ilegales con la pretensión de construir dos hospitales que, confesó, le dijeron aquí en Mazatlán fueron asignados a Olegario Vázquez Raña Aldir, compadre de Enrique Peña Nieto y a Hipólito Gerard, cuñado de Carlos salinas de Gortari. A su juicio, eso coloca a Malova dentro del rango del resto de la clase política.
López Obrador ha tenido buena presencia electoral en Mazatlán, pero no en el resto de Sinaloa. En sus dos elecciones ha sido altamente competitivo en el octavo distrito, donde ganó en 2006, y quedó a unos cuantos votos del primer lugar en el 2012. Su otra demarcación exitosa es el cuarto distrito, con sede en Guasave, aunque ahí la izquierda cedió ya su sitio al PAN, que no sólo gobierna, sino que además se apoderó de los espacios perredistas. A ver cómo reciben a López Obrador en su nuevo espacio de Morena.
Por supuesto, lo que la gente quería oír era no sólo la larga lista de señalamientos contra Peña Nieto, contra Malova, contra la clase política en general, sino sobre todo, el anuncio de que habrá López Obrador en la tercera intentona presidencial para el 2018, como lo hubo en el 2006, cuando pedía que lo dieran por muerto, y en 2012, cuando sus rivales en efecto, lo daban por muerto y estuvo muy cerca de dar la sorpresa, aunque su alegato poselectoral habla nuevamente de un robo cuyo combate no fue llevado a los extremos del campamento en Reforma.
López Obrador no se detiene ante nada: ni personaje, ni tema ni lugar. Es famoso por sus señalamientos muchas veces temerarios, pero en esta ocasión las denuncias y señalamientos no llegaron a un tema que vibra en el aire y que se ha mantenido como punto central del debate y del sentimiento nacional: Los desaparecidos de Ayotzinapa y la corriente de indignación que los hechos de Iguala –todos ellos- han traído contra la clase política en general, sin excepción de partidos, aunque Morena parezca salir indemne del asunto.
UN CUMPLEAÑOS FELIZ ENTRE
UNCA FELIZ CLASE POLÍTICA
Casi simultáneamente al mitin lopezobradorista, a 150 kilómetros de distancia, el gobernador Mario López Valdez vivía uno de esos momentos estelares de su periodo. La clase política sinaloense le festejaba el cumpleaños número 58, sin las restricciones de otros encuentros y sin las estridencias de otros años, pero con una vigilancia especial de los medios.
A esta fiesta le antecedieron dos hechos importantísimos: la polémica por los hospitales, y el hecho de que estando esa polémica en el terreno del Congreso, la fiesta fuese ofrecida nada menos que en la casa familiar del presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara Sinaloense, Jesús Enrique Hernández Chávez.
De López Obrador pocos se acordaron ahí. La dinámica del Gobierno en Movimiento generó un ambiente de intensidad, de diversidad, de gusto por dar a la gente, especialmente a la que menos tiene, un ejercicio sumamente ponderado y descrito en su muro de Facebook por el diputado Heriberto Galindo Quiñones.
Fue en realidad un convivio campirano que no hará historia por nada en especial, aunque por un lado cumplió eficientemente su cometido de divertir y honrar al cumpleañero, y por el otro tiene una característica: ya no se registró la pluralidad de otros años. Fueron los colaboradores del gobernador Mario López Valdez, los exgobernadores Juan Sigfrido Millán Lizárraga y Antonio Toledo Corro, la senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo.
No hubo dirigentes partidistas, aunque ello se explique con las condiciones que genera la competencia electoral, lo que justifica igualmente la ausencia de quienes han sido anunciados o promovidos como precandidatos de las diferentes formaciones partidistas. Pese a que fue ampliamente difundida, la reunión tampoco contó con grandes empresarios, fuera de los de la región cosalteca y por supuesto, del presidente de la Federación de Cámaras de Comercio de Sinaloa, de quien ya en el gabinete se rumora que se trata de un miembro más, aunque algunos lo envidian “porque tiene más chance de ver al jefe que cualquiera otro”.
LA POSPOSICIÓN
Hay quienes ven en la petición del gobernador para que no se discuta inmediatamente el dictamen de los hospitales, una posibilidad de que el proyecto se detenga definitivamente. La realidad es que López Valdez fue muy claro: aspira a la creación de un consejo que discuta el tema y al final convenza a quienes ejercen críticas demoledoras, como esa que comparó a los hospitales con un “moreirazo” por el elevado nivel de endeudamiento que se supone generarán.
No me siento cómodo que el dictamen se apruebe con esas críticas, dijo el gobernador, y encontró eco. También el Congreso estima que debe llevarse con tranquilidad, ya llevamos seis meses en esa discusión, y podemos esperar más, dijo Hernández Chávez respecto de la decisión de no someter el dictamen a votación el martes, como todo indicaba que ocurriría.
Pero más cosas hay que esa incomodidad y esa precaución.
Lo que en principio corrió como un rumor, es un hecho: el Partido Acción Nacional dio línea para que los diputados locales voten en contra de otorgar en garantía del crédito para los hospitales, la cuarta parte de un fondo de participaciones federales, durante veintitrés años.
Primero fue el cambio de actitud de Adolfo Rojo Montoya, quien había estado a favor del proyecto y finalmente votó en contra durante la discusión del dictamen, analizado por las comisiones de Hacienda, Obras y Desarrollo y de Salud. Pero también está la ausencia de la firma de Martín Pérez, otro diputado panista que también estaba ya a favor.
El asunto de Martín por cierto, es estratégico: su caso en el octavo distrito, es uno de los que se dan por “arreglados” para que cuente con la simpatía del tercer puso, pero un vez colocado del otro lado de la raya, podría darse por terminado todo compromiso y hasta la simpatía. Por supuesto, no hay unanimidad en la bancada blanquiazul. Varios de los legisladores, ya comprometidos, se tronaban los dedos pensando que debían votar este martes, en una situación difícil, en que su pertenencia partidista los obligaba a decir que no, y sus acuerdos submecatum les impelían a decir que sí.
Curiosamente, dentro de la Cámara están fortalecidos los apoyos del grupo priísta, incluyendo al sector conocido como “los-rudos-los-rudos-los-ruidos, y también con los tres votos del Parido Sinaloense.
LO QUE NO CONSIGUIÓ LA CNTE
Durante años han venido a Sinaloa enviados de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación para hacer proselitismo, y aunque hay aquí destacados cuadros de la oposición magisterial, nunca han logrado generar movilizaciones importantes.
Pero lo que no hizo la CNTE, lo hizo el gobierno federal. Hoy el magisterio está en pie de guerra, protagonizando paros y manifestaciones que no se habían dado, y que aun si se satisfacen pronto las demandas, dejarán una semilla que ya se preveía, pero no terminaba por germinar.
Lo que dio ese empujón fue la falla garrafal de esta quincena recién terminada, la primera que pagaría directamente la federación después de habérsela recogido al estado. No hicieron más que llevarse las nóminas de siempre, por medios digitales, y aun así dejaron a miles de personas fuera y a otras tantas le enviaron cantidades insuficientes.
No cabe duda que es el propio gobierno con sus errores el que va propiciando las inconformidades sociales. Hoy por lo pronto sigue el paro de labores.