EN LA GRILLA

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*Los partidos, en desprestigio absoluto

*El desplegado desata pleitos internos

*Sin novedad en los frentes distritales

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

Parecía imposible, pero el hecho es que los partidos están cayendo cada vez más. Si en el ámbito nacional situaciones gravísimas como la de Ayotzinapa han agotado las reservas de credibilidad que tenían hasta hace poco, en el ámbito local los tropiezos internos terminan de colocarlos abiertamente contra la pared.

Ayer en el encuentro de los padres de normalistas desaparecidos con senadores, quedó de manifiesto no sólo el entendible y justo enojo de los padres, sino también el desprecio que sienten por los representantes, por todos, sin hacer excepciones. Tan despreciada es la actividad política, que los padres demandaron cancelar las elecciones que el año próximo se llevarán a cabo en Guerrero, donde además exigieron la desaparición de poderes.

Es claro que este grupo reacciona con el dolor de la situación que atraviesa. A tal grado, que demandaron a los legisladores no aprobar las propuestas del presidente Enrique Peña Nieto, sino dejarlo todo para irse a buscar a los cuarenta y dos estudiantes desaparecidos. Ellos asumen que la falta de resultados es por falta de aplicación del gobierno y que todos los que están en un puesto público actúan igual, sin que haya distingo de los partidos en que se originaron o desarrollaron las carreras políticas de sus interlocutores.

Por más que el PRI insista en que la falla en este caso fue de los poderes locales; que el PRI busque seguir abonándole al gobierno federal las responsabilidades de la inseguridad, y que el PAN pretenda no hacer olas para no verse salpicado, los ciudadanos identifican a todos como corresponsables y como rémoras de una superestructura que no le ha funcionado a la sociedad.

Por eso es tan grave la crisis actual. Aunque el punto complementario, el de la Casa Blanca, involucra directamente al gobierno en turno, todo mundo sabe o sospechas de casos por ese estilo en prácticamente todos los gobiernos, en todos los niveles. Las grandes mansiones aparecen en cada régimen, incluso hasta en los gobiernos municipales, a ciencia y paciencia de una sociedad que ve disminuir cada vez más su capacidad adquisitiva, su nivel de satisfacción y las perspectivas de desarrollo propias y de sus hijos.

Quizá este fin de año haya una desmovilización; quizá las fiestas deriven la atención hacia los puntos naturales de ls fechas, pero eso de ningún modo permitirá el regreso de lo que antes fue considerado como la normalidad nacional. Esta es una sociedad que sigue aprendiendo, que ha encontrado las formas de expresar sus insatisfacciones, y que de ninguna manera va a permitir que los avances alcanzados, así sean relativos, registren un retroceso.

Al menos la actitud vigilante y exigente seguirá existiendo y es seguro que se traducirá cada vez más en conductas ante el gobierno, que a su vez buscarán provocar conductas diferentes entre quienes gobiernen.

Y LUEGO LOS FUEGOS AMIGOS

El ya famoso desplegado de apoyo al Presidente Enrique Peña Nieto, firmado por representantes de la mesa de Compromisos por Sinaloa, sigue generando trancazos, ahora dentro de los partidos políticos.

Si la dirigencia formal del Partido Acción Nacional exoneró al diputado Francisco Solano Urías por haber firmado aún contra la línea partidista, ayer aparecieron los cuchillos largos que demandaron no sólo el desconocimiento de esa firma, sino la defenestración del veterano legislador, para quien se ha pedido desde la destitución como representante ante la mesa de concertación, hasta la pérdida de la militancia.

En el PRD tampoco le ha ido nada bien a José Luis López Duarte, representante del sol azteca ante esa mesa, y también firmante a contrapelo del desplegado. Los hay quienes buscan su degradación y no faltan voces que plantean con gusto la defenestración.

Más severo, el diputado Leobardo Alcántara, detentador de la franquicia del Partido del Trabajo en la entidad, advierte que este desplegado fue la muerte de la mesa de concertación.

Obviamente habla por si mismo, pues hay diputados como Mario Ímaz, quien se ha mantenido en una posición contestataria y hasta de franca oposición, considera que la mesa ha dado resultados y que se constituye en una buena alternativa de diálogo. Eso por no mencionar al PAN, sl PRD y por supuesto al PRI, que de ninguna manera aceptarían esa disolución.

Ayer por cierto doña Martha Tamayo explotó contra panistas y priístas porque se han manifestado contra el desplegado. Son convenencieros, dijo, después que se sentaron en la mesa y participaron en el pacto, hoy “con doble cara, se rajan en lugar de buscar el camino para que haya paz y armonía en México y que podamos tener progreso y desarrollo”.

Con su característica mano pesada, Tamayo Morales acusó: “tratan de empujar al desastre del país, lo que habla de su pobre calidad moral para hacer política”.

En realidad, lo que plantea la dirigente priísta es que una vez que dieron el sí inicial, los demás partidos están casados con el régimen y que deberán seguir así hasta que la muerte del sexenio los separe.

Por el contrario, aunque no lo dijo, debe estar feliz con panistas como el alcalde Carlos Felton González, quien sin haber sido convocado a firmar el desplegado, declaró que lo suscribía porque su preocupación son las instituciones del país, al margen de las posturas partidistas, y que el voto popular le dio a Peña Nieto el derecho de gobernar por seis años.

¿QUIÉN CONTRA QUIÉN?

En el octavo distrito todo mundo parece convencido de que el PRI lanzará a una mujer, y aunque la decisión no está tomada aun, en estos días se aplica la encuesta que servirá de base para tomar la decisión definitiva. Irma Tirado ha sido la aspirante más perdurable, no sólo por las elecciones previas, sino por la percepción de que ella encabeza a los aspirantes, hombres y mujeres.

De todos modos, se dice que el tercer piso empuja fuertemente a Margarita Villaescusa, al tiempo que al decir de la dirigencia estatal, ya levantaron la mano otras aspirantes, como Maribel Chollet y Julieta Torres. Por el lado de los hombres, Jorge Abel López Sánchez sigue apareciendo, lo mismo que Quirino Ordaz Coppel y Fernando Pucheta, aunque él ha dicho en repetidas ocasiones que prefiere seguir con sus tareas y sus proyectos así como va.

En el sexto distrito Germán Escobar siente que ahora sí nadie lo quita y hasta busca que Karim Pechir complemente la fórmula, pero éste tampoco quita el dedo del renglón. Ambos podrían quedarse con las ganas, porque igual se perfilan algunos ajustes con un caballo negro; y encima resulta que no ha desaparecido del todo la posibilidad de una alianza con el PAS, lo que enviaría por esa demarcación al exrector Víctor Antonio Corrales Burgueño.

En el PAN Martín Perez parece haber hecho los amarres suficientes en los ámbitos estatal y nacional, mientras Salvador Reynoso trata de tejer simpatías que se traduzcan en votos en la convención distrital. Lo de Oralia Rice parece haber sido pasajero, pero Nadia Vega espera que haya una designación exclusiva para las mujeres, y que en ese caso, la decisión y la convención la beneficien a ella.

Hay mucha explicación, pero pocas novedades.