EN LA GRILLA

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*Mal arreglo en el buen pleito de los maiceros

*Acuerdo al estilo de uno que tuvo Toledo Corro

*La prohibición que le recriminan a López Valdez

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

Aparentemente hubo acuerdo en el conflicto de los productores de maíz. Aparentemente porque el anuncio es ambiguo, como ambiguo fue hace unas semanas, cuando se anunció un precio piso de tres mil quinientos pesos por tonelada, y un apoyo adicional de 350 pesos, que según la Sagarpa, iba a trabajar “para construirlo”.

Anoche los productores aceptaron una reconsideración que no aprobaron la semana anterior: los 350 pesos adicionales serían para los que siembren de diez hectáreas para abajo; después vendría un sobreprecio de doscientos pesos para los que sembraron más de diez hectáreas.

Aunque los pequeños ´productores y los del sector social en general se veían beneficiados, rechazaron la propuesta en solidaridad con los demás. Los productores de Caades por supuesto, rechazaron de inmediato, pues unos y otros coinciden en que esos precios no les garantizan la recuperación de sus gastos de cultivo.

Anoche sin embargo los pusieron frente a una realidad incontrovertible: no hay dinero para pagarles más. Que los presupuestos ya pudiesen haber contemplado el pago completo no es objeción: el hecho es que no hay dinero y de ahí no sacaron a la Secretaría de Hacienda, que desde el principio dejó muy claro que no se saldría de sus esquemas de control presupuestal.

Al final los productores grandes decidieron pagar la solidaridad de los pequeños y se rindieron ante la evidencia de que no les soltarían más recursos, lo que ayudó a destrabar el asunto, al menos por el momento. Y hacemos la salvedad porque en todos los comentarios y los anuncios se volvió a decir que se trabajaría para construir esos pagos, lo que deja ver que todavía no se tiene asegurado el dinero, al menos no en la cantidad necesaria para hacer la nueva cobertura anunciada.

Por lo pronto los productores ya desistieron de la manifestación que tenían programada para mañana. Se había establecido el miércoles como nuevo plazo para llegar a un acuerdo, pero al mismo tiempo se harían manifestaciones de inconformidad, por lo que el gobernador Mario López Valdez decidió adelantar el encuentro con la esperanza de satisfacer aunque fuese mínimamente las expectativas, y evitar la movilización que hace una semana fue detenida cuando amenazaba con desembocar en un bloqueo al aeropuerto internacional de Culiacán.

Es muy conocido el dicho que reza “vale más un mal arreglo que un buen pleito”, pero a muchos productores no les resulta satisfactorio. Es un hecho que los costos se les han disparado a los agricultores: desde el precio de la semilla hasta el combustible que utilizan los tractores y el resto de la maquinaria agrícola, sin olvidar los intereses del financiamiento y muchos otros detalles. A pesar de ello, están recibiendo por tonelada una cantidad similar a la que recibieron el año pasado, y en muchos casos todavía menos. Ahí hasta los funcionarios de Hacienda podrían entender que se opera con pérdidas o con márgenes muy estrechos que no resuelven las necesidades de la gente del campo.

Lo más grave es que el panorama futuro viene igual de negativo,. Se prevé que habrá un periodo de cinco años con caída de precios en los granos de alimentación básica, y este gobierno –como ninguno de los anteriores- no parece dispuesto a cambiar los esquemas con los que se opera en el agro mexicano.

Ayer en entrevista con Guardianes de la noche, el diputado federal Heriberto Galindo Quiñones reconoció que la situación es difícil debido a la desaparición de toda la infraestructura social que el estado mexicano había desarrollado para apoyar a los productores del campo. Fue una instrucción de los organismos financieros internacionales y se hizo, se desapareció la Conasupo y de vendieron las bodegas, además de limitar otros instrumentos de respaldo. Tenemos que volver a construirlos, porque las cosas no pueden seguir así, admitió.

Ofreció que para el año siguiente no se descuidaría de ningún modo el renglón presupuestario para el campo, aunque por supuesto, eso finalmente tendrá que esperar para el año próximo, lo mismo que la reordenación en los cultivos, que ayude a generar productos que tengan mayor valor comercial y mejores aprovechamientos en todo el proceso de cultivo.

Por supuesto que las explicaciones de Galindo, quien fue el primero en hablar públicamente de la imposibilidad de disponer de más dinero para pagar la cosecha, no gustaron. Al margen de las fórmulas y los rollos políticos que se utilizan para envolver las malas noticias, Galindo dijo de plano que el dinero no alcanza y que no habría de dónde echar mano, por lo que llamó a entender la situación difícil en que se encuentra el país y que por supuesto, afecta a los productores, como a muchos otros sectores de la población.

RESULTADOS QUE SE REPITEN

EN PERSONAS Y GREMIOS

Los campesinos y agricultores que ayer aceptaron un nuevo sacrificio en sus intereses terminaron las negociaciones igual que un exgobernador sinaloense zanjó una discusión familiar, doméstica.

Los lectores que han seguido esta columna en otros espacios recordarán la anécdota en que don Raúl Ledón Márquez, exalcalde mazatleco de muy grata memoria,  se topó con su vecino Antonio Toledo Corro, quien ejercía en esos momentos el cargo de gobernador del estado.

Al verlo gesticular y escuchar sus reniegos, don Raúl peguntó con la confianza de la amistad: -¿qué le pasa don Toño? –Aquí discutiendo con mi señora, que me salió con el capricho de hacerle un murete a la ventana de la recámara, mientras que yo inisto en que el claro sea de piso a techo, pero mira Raúl, ahorita vuelvo, voy a poner las cosas en su lugar…

Por supuesto que Don Raúl esperó el regreso, ya picado con el chisme doméstico. No esperó mucho. En pocos minutos Toledo Corro regresó, ahora con un semblante más tranquilo. –Ya tranzamos, Raúl, llegamos a un acuerdo… -¿Y en qué quedaron don Antonoio? –En que se va a hacer el murete.

Así fue el acuerdo de los agricultores. La disminución del precio que no aceptaban, entró tal como lo planteaba la Sagarpa. Total, ya entrados en gastos, qué más daba una nueva derrota honrosa, como las muchas que ha acumulado la selección nacional en las copas mundiales de fútbol.

LA PROHIBICIÓN

Desde hace dos días circulan en algunos medios y sobre todo en las redes, comentarios sobre la prohibición hecha pública por el gobernador Mario López Valdez, ante la posible presentación del cantante Gerardo Ortiz, López Valdez dijo que no hay permiso para que se presente, ni en Culiacán el próximo viernes, como se viene anunciando, ni en ningún otro lugar del estado.

No ha faltado quien señale esta decisión como un acto de fuerza contra un artista, o como una medida que afecta el gusto de una parte del público y hasta hay quienes se refieren al caso como un problema relacionado con la libre expresión de las ideas.

Gerardo Ortiz es un cantante que forma parte del llamado “movimiento alterado”, que no se limitó ya a ponderar acciones de los narcotraficantes y otros criminales, sino que presenta crímenes, muertes masivas, uso de armas, consumo de drogas y tráfico de las mismas, como hechos normales y plausibles, que se les deben festejar a quienes llevan esa vida y la quitan a los otros.

A López Valdez no se le olvidará nunca el nombre de Gerardo Ortiz, porque este artista se presentó en la discoteca mazatleca Antares aquella noche de carnaval cuyo epílogo fue un artero ataque contra un grupo de personas que ya en horas de la mañana, con resultado de seis personas muertas. Esgrimiendo ese hecho, las navieras que manejan cruceros turísticos decidieron dejar de venir a Mazatlán, cuando apenas unas semanas antes habían suspendido su retiro.

Malova enfrentaba en el arranque se su gobierno una de esas situaciones que tanto criticó durante su campaña electoral. La realidad de la inseguridad se le vino encima con toda su crudeza y puso a Mazatlán al borde del colapso. Es apenas ahora que empieza a salir, con grandes esfuerzos que todos conocemos y reconocemos.

Así como ocurrió aquello, en Colima se produjo un atentado carro a carro, después de su presentación en el palenque de Villa de Álvarez, poblado cercano a esa ciudad. Ahí murieron dos personas: el chofer y el representante del cantante, quien salió ileso, lo mismo que su padre.

A pesar de las evidencias y de la cercanía de los hechos, Ortiz declaró a la televisión que ninguno de los dos atentados iba dirigido a él.

Entre esos hecho y el tipo de música que interpreta, sabe preguntarse quién en su sano juicio puede hablar de pérdidas con una suspensión como la de este show que no se dará en Culiacán.