*¿Se descartan los políticos que se descartan?
*Gerardo Vargas dice que se baja del 2015 y 2016
*Irízar no; advierte sobre tiempos legales y políticos
FRANCISCO CHIQUETE
¿Estrategia o seguridad?
Cada vez que un político dice “me descarto”, suscita más dudas y mofas que reconocimientos.
Cuando Andrés Manuel López Obrador recomendó “a mí que me den por muerto” para buscar la Presidencia de la República en 2006, todo mundo sabía que ese muerto permanecería insepulto, que en cuanto se acercaran los tiempos, daría las señales de vida que fuesen necesarias para meterse a la contienda. Y vaya que se metió.
Recientemente Jesús Vizcarra, quien fuera candidato perdedor a la gubernatura sinaloense en 2010, dijo que no estaba buscando la candidatura ni la gubernatura, que su tarea estaba centrada en los negocios particulares que ha desarrollado desde antes de su incursión en la actividad política, y que tampoco la buscaría en el futuro.
Por supuesto, todo mundo reaccionó en sentido contrario, y no sólo por falta de credibilidad en los políticos, sino porque sonaba demasiado claro, demasiado directo, y sobre todo demasiado innecesario, pues al momento de la declaración no había decisiones qué tomar, ni procesos abiertos para designar o elegir candidatos a nada, mucho menos a una gubernatura que se renueva hasta el 2016.
O era para evitar el golpeteo natural para todo puntero en las competencias reales o virtuales, o era para que el presidente no se sintiese presionado a la hora de tomar una decisión, sobre todo si está interesado en impulsar a alguno de sus cercanos, fueron las conclusiones de la declaración que por fuera de todo contexto, resultó insólita.
Ayer fue el secretario general de gobierno Gerardo Vargas Landeros, quien dijo dos cosas: que se descarta de todo interés por contender por una candidatura en el 2015 y también en el 2016. También estableció que hasta el momento ningún partido, ni el suyo –el PRI- ni alguno otro, lo ha invitado a ser candidato a nada.
Vargas Landeros respondía así a las preguntas de si estaba construyendo una candidatura a través de páginas web, sobre todo en Facebook, donde Vargas Landeros se declaró con la camiseta bien puesta, para combatir la violencia contra las mujeres, además de hacer comentarios elogiosos a la selección nacional de fútbol por su victoria ante Croacia.
El secretario general de gobierno ha dicho en varias ocasiones que no está interesado en ser candidato a diputado federal, porque ya lo fue. Estuvo en la legislatura del 2006-2009. De la gubernatura por supuesto no había dicho que no, y ahora ya lo hizo. Se descartó para el 2015 y para el 2016, argumentando que sigue muy ocupado con la tarea que le asignó el gobernador Mario López Valdez, que no le deja tiempo para nada, mucho menos para construir candidaturas.
La página web no era el único indicio, por supuesto. En Los Mochis abundaron las bardas con logotipos y monogramas que aluden al alto funcionario estatal, distribuidas sobre todo en los espacios deportivos de la ciudad que hace tiempo aspiró a gobernar, sin alcanzar la candidatura que disputó en el 2004 con el apoyo del entonces alcalde saliente, Mario López Valdez.
Se entiende por supuesto la negativa a la diputación federal. Estar tan a la vista como el número dos de la administración estatal vale mucho más por los dos años y medio restantes, que por los tres años que duraría a partir del 2015. Pero el caso de la gubernatura es otra cosa. Es una aspiración que se acrecienta cuando más se está cerca del pináculo del poder.
Ya veremos en poco tiempo si era finta, estrategia, o quizá una lectura hiperrealista de la realidad política actual, sobre todo a partir de que en los últimos días empezaron a aparecer versiones que lo ubicaba como el candidato a gobernador de una hipotética alianzas similar a la malovista. Además de haberse insistido militante del tricolor, Vargas Landeros sabe seguramente que con un presidente priísta en el poder, los saltos de valla deben ser una cosa mucho más complicada que bajo el esquema del 2010.
NO SE DESCARTA, PERO
TAMPOCO SE ADELANTA
Aarón Irízar López, senador priísta, no sólo no se descarta, sino que repite su aseveración inicial: “Ya dije desde el principio que sería una falsedad decir que no aspiraba”, y ahí encuentras la definición, le dice al reportero, para aclarar que con todo y eso, dista mucho a que “yo tenga dibujada una estrategia para alcanzar una candidatura.
Recuerda entonces que en Sinaloa es el priísta con más compañas, y ello le ha permitido aprender. He aprendido de mis errores, he aprendido a ver el seguimiento de las circunstancias…
Irízar López, como comentábamos ayer, ha realizado varios recorridos por el estado, pero generalmente con bajo perfil, sin manejo de medios, y anuncia que lo seguirá haciendo. Mañana (hoy viernes) voy a estar en Escuinapa.
Recapitulando después de la entrevista, indica que no niega nada. Por el contrario, se siente muy orgulloso de ser considerado como uno de los elementos de entre quienes se podría buscar un candidato, pero insiste en el valor de la oportunidad:
“Cuando vengan los tiempos legales y políticos, si soy una persona convencida de mi rentabilidad electoral, si estoy convencido que tengo la confianza mayoritaria de los priístas, alzaré la mano, me apuntaré. Ahorita no traigo ni lápiz ni pluma para hacerlo”, señala.
Por lo pronto se sumerge en un tema que le gusta, que ha convertido en una de sus principales actividades dentro de la esfera legislativa: la conservación del medio ambiente y el uso racional y adecuado del agua. Muestra su convencimiento de que se va a canalizar a la Presa Picachos, que actualmente es como una enorme taza llena de agua, pero que a nadie le sirve, y prevé que a más tardar en tres años se empezarán a sentir los efectos positivos de la Presa Santa María, que deberá quedar concluida en ese lapso, garantizando el riego para unas 24 mil hectáreas de terrenos agrícolas, además de garantizar el agua para el Centro Integralmente Planeado, de Teacapán.
Advierte sin embargo que los gobiernos estatal y municipales deberán poner en sus prioridades la búsqueda de recursos para garantizar el agua a la población, y ofrece estar al lado de quienes hagan las gestiones en ese sentido, sin importar procedencias políticas “porque el agua no tiene partidos ni los debe tener”.
YA SALIÓ EL PLAN
Como estaba programado, ayer por la tarde se presentó a los regidores el Plan Municipal e Desarrollo, en que el alcalde Carlos Felton González y su equipo plasman las ideas con que aspiran no sólo a gobernar, sino a desarrollar a la ciudad.
Cada trienio aparece un plan y la verdad es que al final se acaba el tiempo y nadie se acuerda ni de los proyectos ni de las metas ni mucho menos de los compromisos. A Felton le toca el periodo en que hay una sociedad mucho más pendiente y demandante, que seguramente le irá recordando conforme avance el tiempo, las mediciones que deben realizarse y las modificaciones que desde ahora se compromete a hacer para mantener el documento actualizado.
Ya comentamos ayer que una de las virtudes del documento es que promueve la multianualidad, que no se queda en los tres años del gobierno actual (ya son dos y medio, en realidad), sino que establece políticas y proyectos mucho más ambiciosos que eso, cuyo asiento en un documento oficial debe constituir un acicate para que los sucesores atiendan, en lugar de empezar de cero como si la vida empezara con ellos.
Aunque el plan fue aprobado unánimemente por los regidores –por supuesto, los de todas las fracciones-, hubo uno que elevó la voz para sostener que no se habían escuchado sus opiniones y para advertir que es necesario que se incorporen todos los puntos de vista, aunque al final, Humberto Becerra Batista, quien llegó ahí por el PRI, adelantó que está ahí para ayudar y que aún si no le atienden las propuestas, seguirá buscando participar.