EN LA GRILLA

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sergio torres

*EL PRI se lleva las sindicaturas culiches

*Reaparece el PAS como factor de triunfo

*Fallida chapomarcha los tuvo en ascuas

 

FRANCISCO CHIQUETE

 

En Culiacán se dio la voz de arranque para la elección de síndicos y comisarios en los ayuntamientos de Sinaloa. La consulta de Culiacán fue casi rutinaria, tanto por la ausencia de incidentes graves como por previsible de los resultados: el PRI se quedó con quince de las diecisiete sindicaturas y perdió sólo dos, en un dato que parece ser el que verdaderamente importa: las perdió ante una combinación electoral del PAN con el Partido Sinaloense.

En términos generales todo mundo sabía que el PRI iba a ganar de calle, como ganó la alcaldía en un proceso donde la única mácula fue la baja participación ciudadana, que llegó a porcentajes verdaderamente vergonzosos no sólo para el ganador, sino para todos los participantes.

Aún con esos antecedentes, que el PAN no haya obtenido más sindicaturas que las de Costa Rica y Quilá es una muestra de debilidad absoluta. Son sitios importantes, sobre todo Costa Rica, pero no dejan de ser una minoría absoluta que hace pensar en que los blanquiazules no tendrían nada qué hacer en las elecciones federales, si éstas se realizaran en el corto plazo. Ahora bien:; esperar un año y tercio no haría gran diferencia, si no median errores graves, incluso desastrosos, en la administración de Enrique Peña Nieto.

A propósito de los resultados en la zona sur del municipio culiacanense: el PRI se llevó las sindicaturas y comisarías donde sus opositores han peleado tanto por alcanzar la municipalización de Eldorado. Sólo Quilá, cuya votación por cierto fue contra la municipalización, todo es priísta. No hay que ir muy lejos para entender que si hubiese municipio, el resultado también estaría cantado, aunque la ley da al gobernador el privilegio de designar al primer alcalde. ¿Habría él escogido a algún panista, a algún perredista?

Eso es con el PAN. Para la izquierda, la cosa es peor. Aunque nunca hay sido una verdadera opción de gobierno en la capital del estado, en esta ocasión quedó francamente desaparecida, lo que muestra el resultado efectivo y concreto de las alianzas que ha sostenido con el Partido Acción Nacional durante los últimos dos procesos locales y que por ganas de la actual dirigencia, se repetiría de nuevo si les dan oportunidad para el año próximo.

A pesar de todo, las perspectivas no son las mismas en los demás municipios. Los hay en que el PRI ganó, pero con ventajas muy apretadas que podrían reflejarse y quizá acrecentarse en el plebiscito de este mes. Se trata del reto más importante que enfrentará la dirigencia encabezada por Martha Tamayo Morales, quien ha buscado suprimir la falta de recursos económicos con acciones como las jornadas de apoyo social, buenas para casos concretos y focalizados, pero insuficientes para generar un ambiente positivo en los ámbitos abiertos de cada municipio.

Hay además tres municipios en que el tricolor arranca en franca desventaja, la desventaja de ser oposición sin muchas perspectivas de recomponer las cosas. Guasave es especialmente importante porque durante muchos años fue el reservorio de votos priístas. No por nada fue la última ciudad importante del estado en caer ante el empuje de la alternancia. Angostura es también una zona importante, con muchas comunidades pesqueras, en las que se han centrado las disputas interpartidistas por mantener o acrecentar bases sociales.

Mazatlán es una situación distinta. Vienen de derrotas consecutivas en las que mucho han tenido qué ver los enfrentamientos entre grupos, y en las que incluso algunos actores políticos han trabajado por la derrota de quien debiera ser su candidato (su candidata, en el caso más cercano).

Para completarles las desdichas, los priístas están bajo la dirigencia de un señor que no sólo es de fuera, sino que viene con la idea de que a todos hay que meterlos en cintura, obligarlos a verse como hermanitos y obedecer las directrices provenientes de Culiacán, pensando en que son las fórmulas culiches las que deben imperar en todo el reino.

EL PESO DEL PAS

COMO ALIADO

El Partido Sinaloense fue factor importante para que Acción Nacional ganara la diputación local de Cosalá, y lo fue para que el PRI llegase a la alcaldía de Sinaloa de Leyva. De haberse concretado la alianza tan buscada por los priístas en Guasave, el Kory Leyson no hubiese llegado al palacio municipal ni a balazos.

En las últimas semanas, Héctor Melesio Cuen Ojeda ha insistido mucho en su disposición para luchar por la gubernatura de Sinaloa, aunque advierte que la decisión final (ser candidato o sumar sus fuerzas a otro partido) se tomará dependiendo de las circunstancias, es decir, cuando las cosas estén ya más definidas.

Cualquiera que sea la decisión, el PAS va a pesar de manera importante en la contienda. El PRI ha necesitado hasta del Partido Verde Ecologista y del Panal para poder salir adelante en varios de los últimos compromisos, y en el de 2010 ni siquiera con esos apoyos alcanzó a retener la gubernatura sinaloense, de tal manera que en el 2016 será importantísimo y por lo tanto, estará muy bien cotizado.

En 2010, cuando Cuen Ojeda era sólo una personalidad con un coto de poder, pero no una organización electoral bien estructurada, alcanzó un valor importantísimo: nada menos que la presidencia municipal de Culiacán, el segundo puesto electoral más importante del estado. Imagínese lo que podría obtener dentro de dos años.

Por lo pronto, en un juego de cartas que algunos considerarán magistral y otros irónico, este fin de semana Cuen y el Partido Sinaloense se conjugó con el PRI. Cuen y Martha Tamayo Morales compartieron y departieron durante una jornada social conjunta, en que llevaron beneficios y programas para festejar alícuotamente el Día Internacional de la Mujer. Mientras, los activistas del pasismo operaban para derrotar al PRI en las sindicaturas de Costa Rica y Quilá.

NO SE MANIFESTARON,

PERO CÓMO LOS TUVIERON

El alcalde Sergio Torres y seguramente toda la estructura del gobierno estatal deben haber pasado un amargo domingo, sin poder hacer planes para concretar acciones o programas, mucho menos aprovechar el asueto dominical.

No amenazaba lluvia, pero llovió, aunque haya sido por escasos quince minutos. En cambio, amenazaba una Chapomarcha y no la hubo.

Los cuerpos de seguridad estuvieron concentrados y atentos, lo mismo que los periodistas. Hubo rumores de cambios en el recorrido, para burlar la vigilancia, pero no. Ni en la Lomita, ni el catedral ni en algún suburbio. Tampoco por supuesto, en alguna de las residencias equipadas con túneles, como sugirió Avecé.

Alguna versión habla de que los organizadores desistieron por falta de asistentes. Otros dicen que no hubo convocatoria, sino que se trató de uno más de los muchos rumores que circulan en derredor del tema.

El hecho es que el fantasma del Chapo, que a pesar de una falsa noticia inicial sigue totalmente vivo dentro de la prisión de alta seguridad en Almoloya, tiene bajo tensión a todo el gobierno sinaloense.