*Sin cambios en El Fuerte; Ahome, pendiente aún
*Maribel confía en ganar, pero hasta más adelante
*Inoportuno su destape, responde Gerardo Vargas
En medio de su discurso, el delegado general del PRI en Sinaloa, Armando López Nogales recibió la notificación de que su partido había retenido la alcaldía de El Fuerte, ganada en la elección del siete de julio, pero recusada ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, cuya sala regional de Guadalajara ratificó el resultado cuando desechó el recurso panista.
En realidad no era mucha la duda sobre este resultado, pero como ha habido desenlaces inesperados en otras áreas, no se podía desechar la posibilidad de que el laicismo que todo mundo ha ninguneado tuviese finalmente algún efecto que no tuvo.
Como sabe, Acción Nacional, en contra de su naturaleza y su historia, demandó la descalificación del candidato priísta a la alcaldía, ganador de la elección, porque para iniciar la campaña acudió a una misa que, decía Acción Nacional, y probablemente era cierto, constituía en si misma el acto inicial de las actividades electorales.
El Trife sin embargo decidió que no estaba suficientemente acreditada la violación a las leyes y dejó intacto el resultado, atendiendo la máxima enarbolada en otros casos, de respetar lo que la gente decidió en las urnas.
Hablábamos del ninguneado laicismo porque en efecto, todo mundo parece ignorar que la libertad de cultos es un derecho que cada quien puede ejercer en lo particular, pero que no debe ser revuelto con la actividad pública, a pesar de lo cual todos los gobernantes de todos los partidos y de todos los niveles permiten que las confesiones más influyentes entre la población o lassd preferidas en su ámbito personal, lleguen a donde quieran, incluso en decisiones de gran calado. No se diga el lenguaje y hasta el discurso formal de gobernadores, presidentes municipales, diputados, que se despiden de sus públicos con un rutinario “Dios los bendiga”.
Si alguien cree en el catolicismo y en la necesidad de introducir su doctrina a las acciones de gobierno y de someter a la iglesia decisiones y cuota de influencia son los integrantes del Partido Acción Nacional, lo cual no obstó para que al ver la oportunidad de utilizar una misa como elemento de descalificación jurídica, lo intentaran.
No pasó sin embargo y ahora hay que restar El Fuerte a la lista de cuatro casos que el dirigente nacional Gustavo Madero prometió defender con todo. Ya pasaron a manos del PRI, donde estuvieron originalmente, El Fuerte, San Ignacio y Cosalá. Solamente queda pendiente Ahome, que por cierto había sido anunciado para dilucidarse mañana, pero no apareció en la página del Trife, de modo que habrá que esperar hasta las próximas pizcas, es decir, hasta la nueva programación de casos de los magistrados del Trife en Guadalajara, que deberá ser mínimamente para la semana próxima.
Por supuesto los priistas que estaban aquí reunidos, bajo la férula de López Nogales y de Jesús Enrique Hernández Chávez, festejaron y festinaron el resultado a tal punto, que el entusiasmo llevó tanto a López Nogales como a Hernández Chávez (aunque éste en menor medida) a adelantar que las autoridades judiciales darán también la victoria a Maribel Chollet en la disputa por el XX distrito electoral, cuya curul correspondiente a la próxima legislatura está todavía sin propietario legalmente reconocido.
QUE NO GANARÁ EN ESTA,
PERO AL FINAL GANARÁ
Menos precipitada, la propia Maribel Chollet hizo declaraciones que parecen dar a entender que no espera un triunfo en el recuento de votos cuestionados que ya se programó para mañana viernes, pero acudirá a las instancias superiores y ahí, segura estyá, va a ganar la diputación.
Tras el fragor de la batalla del recuento, los abogados terminaron desesperanzados, pues seguros, seguros, tendrán unos siete, ocho votos cuando mucho, y con mucha, muchísima suerte, uno más para alcanzar la enorme victoria de un empate.
Sin embargo Maribel Chollet no piensa en una nueva elección, sino en insistir ante el Trife que la sala superior determine un nuevo recuento general, es decir, 150 casillas, y no nada más veintinueve, como se estableció en la sentencia de la semana pasada.
Lo que no nos queda claro es si Maribel Chollet no sabe cuál es exactamente el procedimiento de valoración de los votos, porque dice que no será el Tribunal Estatal Electoral el que decidirá la validez de ellos, sino el tribunal federal, o si de plano da por hecho una derrota en la instancia local y adelanta que se va a ir “a instancias superiores”, donde se pueda decidir la revisión de las ciento cincuenta casillas.
En realidad los abogados de la señora Chollet (quien pide no ser manejada en los medios como “excandidata”, sino como “candidata”, porque el proceso no ha terminado aún) ya intentaron que la sala superior del Trife hiciese una reconsideración sobre la sentencia de recuento parcial emitida por la Sala Regional, y les dijeron que no.
¿Qué elemento tiene en sus manos, que le da la certeza de que puede torcerle el brazo al Trife? Muy probablemente ninguno, por lo menos no de ese tamaño, pero con ello se genera a si misma una expectativa de que las cosas pueden ir más allá de lo que ocurra el próximo viernes.
Después de todo también el PAN se ha querido dar esa esperanza en el caso de San Ignacio, para el que anunció un recurso dirigido a la Sala Superior, a pesar de que hay limitaciones muy evidentes en la reglamentación del uso de este recurso. Para lo que les sirve es para decir al menos le van a seguir haciendo la lucha sin tener que admitir la derrota en estos momentos, en que el desgaste de las dirigencias es tan severo.
Como ya comentamos, las víctimas de estas circunstancias no serán sólo los candidatos perdedores o que no resultaron ganadores y la dirigencia panista. También lo está siendo el Tribunal Estatal Electoral, que deberá poner a sus magistrados a que estudien, no porque sean ignorantes, sino para que se pongan en sincronía con los criterios que está manejando el tribunal federal, que es el que prevalece sobre cualquiera otra instancia.
Por cierto que aunque tarde, Amado Loaiza, beneficiario de una de esas decisiones cuestionadoras del Trife, llegó al evento en que se inauguró el seminario de capacitación a funcionarios electos del PRI en el Sur de Sinaloa. Loaiza por supuesto, derrocha gusto, satisfacción por haber regresado al mundo de los políticamente vivos. Loaiza siempre manifestó su confianza en que al final todo saldría bien y los abogados siempre le hicieron ver que estaba en posibilidades reales de salir adelante. A pesar de eso, por supuesto, la realidad es que el caso estaba en el filo de la navaja y hoy tiene muchas razones para estar satisfecho porque cayó de su lado, como pudo caer del otro.
DESTAPE INOPORTUNO,
PERO NO RECHAZADO
El sábado, en la controvertida fiesta de cumpleaños del senador Daniel Amador Gaxiola, se produjo una situación que resultó sorpresiva. El secretario general de gobierno, Gerardo Vargas Landeros, llegó justo cuando Amador estaba rodeado de periodistas que lo entrevistaban sobre todos los temas posibles, entre ellos por supuesto, el del futurismo político en el estado de Sinaloa.
En resumidas cuentas, Amador citó a Vargas Landeros como uno de los personajes con posibilidades de alcanzar la candidatura al gobierno del estado (por el PRI, inferimos todos). La aseveración de Amador tuvo respuesta inmediata de parte del propio Vargas Landeros, quien dijo que se trataba de un comentario espontáneo e inoportuno.
Da sus razones al respecto: es inoportuno porque eo gobierno de Mario López Valdez no ha llegado aún al cincuenta por ciento de su periodo, y lo que debe ocurrir es que los actores políticos, todos, de todos los partidos, deben ayudar al gobernador a sacar adelante las tareas de Sinaloa.
Un buen manejo del idioma habría permitido señalar que el comentario del senbador, el destape, fue anacrónico, es decir, fuera del tiempo correspondiente. Si Vargas Landeros lo considera inoportuno es porque hay algo en que está irrumpiendo, que bien puede ser eso que él dice, la falta de tiempo para que se empiecen a dar los destapes, pero también porque interrumpe la construcción de un modelo de candidatura y llama la atención antes de que sean los tiemnpos adecuados.
En todo caso, como concluyeron los compañeros a quienes les tocó cubrir el evento en que Vargas Landeros dio la entrevista, el secretario general de gobierno se quejó de lo inoportuno, pero en ningún momento rechazó la posibilidad de postularse para suceder a su jefe, el gobernador Mario López Valdez. Hay que recordar aquellos tiempos en que Andrés Manuel López Obrador rechazó los destapes anticipados pidiendo que lo dieran por muerto.
Después, cuando peleó hasta ganar la candidatura a la Presidencia de la República, explicó que sui así, dándose por muerto, le pegaban inmisericordemente todos los días, sin hubiese aceptado antes de tiempo que iba a luchar por la primera magistratura del país, se lo hubieran acabado como a las moscas, a periodicazos.
POR LOS VIEJOS TIEMPOS
Armando López Nogales fue en tiempos de Francisco Labastida, delegado general del PRI, como lo es ahora. Condujo entonces el proceso electoral intermedio del periodo labastidista e hizo muchos amigos y conocidos aquí, sumándolos a los que ya tenía, como el doctor Carlos Rodríguez Buelna, el abogado Jaime Coronel Rivera, el arquitecto Quirino Ordaz Luna y el también desaparecido Bernardino Peña Galarza.
A López Nogales le tocó apechugar con la entrega de Mazatlán al PAN, en lo que todavía se considera como la primera concerta-cesión de nuestro país, en aquellos tiempos en que sin Pacto por México, Carlos Salinas de Gortari contó con la colaboración del PAN para sacar adelante planes, proyectos y reformas, a cambio de espacios que fueron creciendo cada vez y que empezaron con la alcaldía de Mazatlán y llegó hasta la gubernatura de Guanajuato, donde se anuló la elección, se designó a un gobernador interino procedente del PAN y después se convocó a una elección que por supuesto, ganó el PAN, casualmente con Vicente Fox Quezada como candidato.
En Mazatlán, como se recuerda, el sacrificado fue el arquitecto Raúl Cárdenas Duarte, quien había ganado la elección por poco menos de mil votos, pero fue dejado fuera de la jugada en la calificación de la elección, que entonces estaba a cargo del cabildo mazatleco, en una operación en que el entonces director de Gobierno, Marco Antonio Zazueta, tuvo a su cargo el trabajo rudo de convencer a un grupo de regidores priístas –no pudo “convencer” a todos- para que firmaran el acta de cabildos que él ya llevaba convenientemente elaborada. En ella se asentaba el triunfo indiscutible de Humberto Rice, a cuyo favor habían anulado algunas casillas, función que no tenía el Cabildo. Por cierto que en la prisa no vieron que las anulaciones eran insuficientes, pero de todos modos así sacaron el triunfo panista, que luego ratificaron los diputados locales. -Ahí fue donde Juan (S. Millán) renunció a la dirigencia del partido y yo decidí ya no regresar a Sinaloa en funciones de delegado, señala el exgobernador sonorense.
Ayer López Nogales buscaba el modo de hacer contacto con Cárdenas Duarte, para recordar los viejos tiempos.