En el blanco Fernando Zepeda H.

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*A doce días de que concluyan las campañas políticas, ningún candidato o partido se puede jactar de haber atrapado el interés de la mayoría ciudadana
*Los electores ni siquiera logran identificar a todos los candidatos que contienden por alcaldías, diputaciones locales, federales y el senado
*Contra los lideres campesinos y productores agrícolas de Sinaloa, ordenes de aprehensión por manifestarse y para los de Ayotzinapa que incendiaron, destruyeron una puerta y “bombardearon” Palacio Nacional, nada
*Justifica el Gobernador acciones contra productores agrícolas, “porque politizaron el movimiento” y amenazaron con dañar la elección
*Los indecisos tienen en sus manos la posibilidad de decidir el futuro de nuestro país y son mayoría por encima de quienes militan en partidos políticos

Un proceso electoral atípico. A doce días de que concluyan las campañas políticas y se de le “veda” previa a la elección, ni candidatos ni partidos deben sentirse satisfechos. Un proceso electoral que sería supuestamente corto, resultó en la practica todo lo contrario cuando el mismísimo Presidente López Obrador impuso por encima de todos, sus propios tiempos e intereses. Campañas que no eran campañas se armaron sin que el Instituto Nacional Electoral impusiera sus criterios y la aplicación de la Ley. 51 recomendaciones y violaciones cometidas por López Obrador no sirvieron para hacer respetar la legalidad al mismísimo Presidente. Y como el proceso se adelantó en la práctica, todos incurrieron en la ilegalidad que gritan y pregonan que habrán de respetar cuando ganen la elección.

Un árbitro electoral ninguneado y puesto contra la pared, hoy más preocupado por el “color rosa” que habrán de vestir los manifestantes en la llamada “Marea rosa”. La advertencia de la Presidenta del INE Guadalupe Taddei de no utilizar el color rosa contrasta con su falta de posicionamiento ante la violencia política desatada a lo largo y ancho del país que ya cobró alrededor de 30 candidatos de los diversos partidos políticos asesinados. Y un gran número de ellos que fueron “obligados” a renunciar. Y otros que ante las amenazas se han acogido a los protocolos de seguridad.

El actual proceso electoral que vive México, es ya calificado como el “más violento” que se ha visto. A nivel nacional, la candidata oficial Claudia Sheinbaum propone la continuación. En tanto que Xóchitl Gálvez posiciona aún su propuesta del cambio. De Jorge Álvarez Máynez la alegoría de un esquirol. En Sinaloa, las campañas políticas para la mayoría de los ciudadanos han pasado de noche. No han prendido. Y ni prenderán. Ya les queda poco tiempo. Apenas para preparar lo que será sus “cierres” de campaña.

El ciudadano común no alcanzó siquiera a identificar a todos los candidatos que compiten por alcaldías, diputaciones locales, federales y para el senado. Morena le apuesta a su “marca”. Y sin dejo de vergüenza, llaman a votar “todo Morena”, cuando ellos mismos saben que van candidatos que no cumplen ni con lo mínimo requerido. Y otros que buscan repetir como si hubieran hecho un buen papel en favor del ciudadano. Hoy será un día importante para el proceso electoral. Habrá de llevarse a cabo el tercero y último debate político de los candidatos presidenciales y la manifestación llamada “Marea rosa” que intenta convertirse en un llamado a la conciencia de todos los mexicanos para que decidan su voto.

Las diferencias. A los productores agrícolas de Sinaloa se les intenta aplicar todo el peso de la Ley por haberse manifestado el año pasado en el aeropuerto y en casetas de peaje. A los estudiantes de Ayotzinapa que destruyeron e incendiaron una las puertas principales de Palacio Nacional y que recientemente lo “bombardearon” literalmente, pregunte, investigue si el Gobierno a abierto carpetas de investigación. No nada de eso. Y mucho menos solicitado ordenes de aprehensión como lo están haciendo contra productores agrícolas y lideres campesinos de Sinaloa.

Definitivamente no se miden con la misma vara. Hoy los productores del campo sinaloense los han puesto contra la pared. El Gobierno no quiere que protesten. El Gobierno no quiere que tomen casetas y que salgan a demandar mejores precios del maíz y de otros productos del campo. El gobierno los quiere dóciles. La amenaza pasó a ser real con la detención y posterior liberación del líder de Campesinos Unidos de Sinaloa Baltazar Valdez. Hoy los productores del campo sinaloense tendrán que decidir. Si se lanzan a la movilización propuesta para este 25 de mayo. O se doblan ante las amenazas oficiales.

Gobernador justifica acciones contra productores. Para el Gobernador Rubén Rocha Moya las manifestaciones de los productores agrícolas “se politizó” y ante eso la Fiscalía General de la república “tuvo que actuar”. También señaló que dijeron “que se manifestarán y dañarán las elecciones”. Y por eso se actuó. El Gobernador no solo justificó que se actúe contra los líderes campesinos y productores agrícolas de Sinaloa, sino que también mostró el argumento de que “el 99 por ciento de los productores agrícolas están conformes con el esquema de comercialización”. En política se llama “divide y vencerás”.

Para dejarles bien claro a los inconformes que no habrá tolerancia en los intentos que lleven a cabo como es la toma de casetas y bloqueo de carreteras, el Secretario de Agricultura en Sinaloa Jaime Montes advirtió que “si realizan tomas de casetas, habrá consecuencias”. Así o más claro.

Convencidos contra indecisos. A quince días de la elección, las apuestas de unos y otros partidos políticos está clara. Morena le apuesta a “cosechar” la repartición de las carretadas de millones de pesos que destinan a través de programas sociales, con el sello claro de cobrar con votos. Y son sin duda muchos millones de ciudadanos los que aún creen que López Obrador se saca de una bolsa de su pantalón el dinero que se les reparte como “bienestar”, cuando deberían de saber que es dinero de nuestros impuestos. La oposición le apuesta a motivar a los “indecisos”. Esa masa de millones de ciudadanos que no militan en ningún partido político y que son la mayoría de los electores. Esos, son los únicos que podrían nivelar la balanza e incluso hacer ganar a algunos de los candidatos.

Lo cierto es que, en estos momentos, un numero importante de electores ya tienen decidido por quien votarán el 2 de junio. Difícilmente cambiarán el sentido de su voto. Pero los indecisos, esos que en las encuestas prefieren no contestar. Esos que a veces por temor afirman que votarán por el “partido en el gobierno”, cuando están pensando en votar en contra. Y aquellos que están aún esperando escuchar buenas propuestas, las que mejoren el estado de cosas que vivimos los mexicanos, tienen en sus manos inclinar la balanza. Esa masa amorfa de indecisos está presente. Y podría ser el mayor temor del partido oficial.