EL DIABLO EN MAZATLÁN

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  • En 1976 corrió la versión de que el diablo
  • Se apareció en el Restaurant La Chiripa,
  • Una historia que sobrevive hasta estos días

En 1976 se apareció el diablo en La Chiripa.

El restaurant estaba lleno, como casi todos los días. Repentinamente se suscitó el escándalo. Unos dicen que hasta la cajera llegó un hombre guapo, muy bien vestido, que coqueteó con la muchacha y de repente se mostró tal cual era, con los cuernos y la cola que se atribuyen a la figura del diablo.

Otros cuentan que en realidad el encuentro tuvo lugar en los baños del restaurant, donde la muchacha quedó tirada, con fuertes quemaduras y en medio de un intenso olor a azufre, mientras resonaba una carcajada siniestra.

Esta aparición tuvo un efecto inmediato. Esa noche todo Mazatlán sabía de la presencia del diablo en La Chiripa, y en pocas semanas lo sabía todo el país. Diversos periódicos publicaron la noticia y muchos otros llamaban a las redacciones de publicaciones locales para pedir información sobre el impactante suceso.

Hasta la Iglesia Católica se pronunció sobre el asunto. Se aparece el diablo en Mazatlán porque somos un pueblo de pecadores, dijo el obispo de entonces, Miguel García Franco, quien siempre luchó inútilmente contra las fiestas del carnaval y sobre todo contra el carácter gozoso y carnal que empezaban a tomar las vacaciones de semana santa.

Esta leyenda que todavía persiste en la memoria de los mazatlecos, y que muchos siguen jurando que fue real, nació en realidad de una broma ligera.

El profesor Héctor Rojas Segovia estaba, como todos los días, en la primera mesa del restaurant, con su acordeón por un lado y su cerveza bohemia en la mesa, con los mismos contertulios de siempre. En eso llegó un conocido que al no encontrar a la cajera en su sitio, le pregunto a Rojas:

-Profe ¿y la muchacha?

-¿No sabes? ¡Se la acaban de llevar a la Cruz Roja! Que dizque se le apreció el diablo y le dio el patatuz.