El asesinato de Qasem Soleimani constituye el nivel más álgido de las tensiones entre EEUU e Irán. La animadversión venía de lejos, pero desde 2018 se agrietó: el presidente norteamericano abandonó del pacto nuclear que había signado con Irán, entre otros países. Pero la ruptura de este tratado, fue acompañado por diversas sanciones impuestas al país donde reinan los ayatolás. En el inter Irán procuró que los europeos moderarán a Trump y, al mismo tiempo, empezó a acosar a los aliados de EEUU en el Golfo Pérsico. En todo ese período las sanciones norteamericanas se fueron intensificando, al punto de que la economía iraní estuvo y aún está al borde del colapso.
No obstante, según algunos analistas, a pesar del incrementó paulatino de la presencia de EEUU en esa zona, Trump había dado señales de que no estaba dispuesto a un conflicto armado interminable, como ocurre en el Medio Oriente. Irán columbró esa indisposición, y aprovechó, junto con sus aliados, para atacar las instalaciones petroleras saudíes. Este paso adelante y dos atrás de Estados Unidos, ha orillado a los saudíes a establecer canales para negociar indirectamente con Irán y, en estos días, Irak también ha empezado a distanciarse del gigante del norte. Al parecer en está guerra no tan fría Irán y sus aliados llevaban la delantera.
DE LA DEBILIDAD AL USO DE LA FUERZA
EEUU revaluó su estrategia, y decidió cruzar la “línea roja” el 27/12/19, precisamente cuando las milicias chiítas iraquíes, financiadas, armadas y entrenadas por las Guardias Revolucionarias Iraníes, lanzaron 30 misiles contra una base que alojaba al personal estadounidense, matando a un contratista e hiriendo a varios soldados. EEUU. Ante embestida envió un mensaje muy claro tanto en determinación como de disposición al uso de la fuerza, y lanzó varios ataques contra dichas milicias chiítas, aliadas de Irán, a las cuales les ocasionó más de 25 muertes.
Una nueva respuesta no se hizo esperar: una manifestación de miembros y simpatizantes de esas milicias irrumpió en el complejo que aloja la embajada de EEUU en Bagdad. El cerco finalmente se dispersó, pero Washington tuvo que evacuar a su embajador. El General Qasem Soleimani era el líder de las brigadas Al Quds, cuerpo de élite de las Guardias Revolucionarias Iraníes, podríamos decir él era responsable de toda la operación Irán en la región contra Estados Unidos y sus aliados.
DEL DICHO AL HECHO.
A pesar de que ya antes Israel o EEUU habían intentado matarlo, toda vez que era el gran timonel de la expansión de Irán en la región. El asesinato se concretó el 3 de enero de 2020, en el aeropuerto de Bagdad, capital de Irak. Soleimani era muy cercano al líder supremo, el Ayatola Alí Khamenei, su asesinato ahora es visto como una afrenta personal al Ayatolá, además de un severo golpe al régimen y a las Guardias Revolucionarias que responden no ante el presidente Rohani, sino ante el líder supremo.
Queda entonces esperar las siguientes escaramuzas entre ambos países y sus aliados. Y aquí seguimos a Mauricio Meschoulan: “Irán cuenta con varias opciones, usando por ejemplo una o varias de ellas. Irán puede en efecto, atacar directamente a soldados o personal estadounidense. Pero además Irán cuenta también con otros recursos: una vasta red de asociados regionales que pueden efectuar ataques contra diversos aliados de EEUU o intereses de ese país en la zona. Irán cuenta también con una red de aliados como lo es Hezbolláh, que lleva años estableciendo operativos en distintos países occidentales y en el propio EEUU, listos para atacar ante las órdenes de Teherán”.
Y EN FIN OTRAS ESTRATEGIAS.
“Expandir las zonas de enfrentamiento podría ser una estrategia, involucrar a otros actores, y emplear ataques menos frontales, clandestinos, híbridos, son elementos que se han estudiado desde hace tiempo como potenciales respuestas de Irán. Además, Irán ha demostrado que cuenta con drones y misiles capaces de ejercer daños severos contra instalaciones petroleras y así ocasionar importantes desastres contra la economía global. Los ciberataques serán probablemente otro instrumento que Teherán puede usar. Es decir, no necesariamente esperemos una guerra frontal, en la que Irán sabe que eventualmente perdería contra EEUU, sino el despliegue de una serie de estrategias híbridas que pueden golpear los intereses de ese país de manera más eficaz. El líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei advirtió que los responsables: «Deben esperar una dura venganza».
“En suma, la intención de EEUU de enviar el mensaje de que se había cruzado la línea roja, y su disposición a enfrentar las consecuencias, parece materializar justo lo que Trump quiso evitar hace unos meses. Lo interesante, sin embargo, es entender que fue Trump mismo quien detonó la espiral que hoy le está arrastrando al lugar al que no quería llegar. Sus estrategias de presión máxima, a veces activan dinámicas conflictivas que pueden salirse de las manos de los actores regionales y globales”.
DOS AGREGADOS PARA MIS TRES LECTORES.
1.- Un retrato de imperio de Irán. La historia de Irán puede hacer referencia a la historia del moderno país con este nombre, pero también se utiliza, en un sentido más amplio, para referirse a la historia del llamado Gran Irán. Era un extenso territorio que abarca la zona que va desde el Éufrates al oeste hasta el río Indo y el Jaxartes en el este y desde el Cáucaso, mar Caspio y mar de Aral en el norte al golfo Pérsico y el golfo de Omán en el sur. El Gran Irán incluye las modernas naciones de Irán, Azerbaiyán, Afganistán, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turquía e Irak y las partes de Pakistán. En esta región se desarrolló una de las más antiguas civilizaciones del mundo.
2.- Las relaciones entre Estados Unidos e Irán se iniciaron a mediados o fines del siglo XIX, pero tuvieron poca trascendencia o controversia hasta la Guerra Fría y las exportaciones de petróleo del golfo Pérsico. Desde entonces, se estableció una era de estrecha alianza entre el régimen del Sha Mohammad Reza Pahlavi y el gobierno estadounidense, período que fue seguido por un dramático retroceso y hostilidad entre ambos países tras la Revolución iraní de 1979. Existen diversas opiniones sobre la causa de décadas de pobres relaciones. Las explicaciones ofrecidas incluyen desde un conflicto «natural e inevitable» entre la Revolución islámica de una parte y la «arrogancia» estadounidense y el deseo de «dictadura global» y «hegemonía regional” por la otra; El programa nuclear de Irán desarrollado con la asesoría de Estados Unidos para fines pacíficos, también ha sido una constante en la tensión de las relaciones bilaterales entre ambos países hasta la actualidad.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS.
La confección de esta columna fue posible gracias a la BBC News, a El País, a Wikipedia y al diario el Financiero y, por supuesto, al internacionalista Mauricio Meschoulan, articulista de El Universal.
