DOMINGRILLA POR FRANCISCO CHIQUETE

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Mucho músculo ¿y para qué?; la filosofía de Estrada Ferreiro en la 4T; universitarios sin aguinaldo

FRANCISCO CHIQUETE

El gobierno federal volvió a mostrar músculo con la movilización de este sábado, en un ejercicio inútil. Todos sabemos que cuentan con respaldo social y con mucho dinero para movilizar a la gente que se les ocurra ¿Y?

¿En qué cambia eso la situación del país?

Lo que es evidente es que ya no se conformaron con reformar la constitución “y leyes que de ella emanen”. Ahora también violan las leyes de la física. Esta vez su cálculo fue de seiscientas mil personas asistentes. El mes anterior, cuando la debatida Generación Z llenó el zócalo, sólo cupieron 17 mil, y en ocasiones anteriores, la oposición o las mujeres indignadas apenas habían llevado a diez mil.

En 1979, la izquierda llenó el zócalo y se aventó la puntada de decir que reunió a un millón de personas. El gobierno priísta de entonces presentó un estudio que dictaminaba: ahí sólo caben 180 mil. Hoy la presidenta dijo que fueron 600 mil.

Del acarreo por supuesto, ni qué hablar. O de sus costos. Por cierto los gobernadores, alcaldes, diputados, senadores y demás burócratas de medio pelo par arriba, regresan provistos de sus facturas por los hoteles utilizados para pernoctar una o dos noches. La raza durmió en sus camiones, de ida y vuelta, lo mismo si la vuelta era a Yucatán, a Chihuahua, a Chiapas o Tamaulipas.

Y todo ¿para qué? No hubo en el discurso presidencial un solo anuncio importante, una consideración sobre los problemas del país. Fue sólo para festejar los siete años, aunque los críticos digan que inicia el octavo de Andrés Manuel López Obrador. Fue el gusto por la fiesta, y la respuesta a aquellas encuestas que muestran una caída de diez y hasta veinte puntos en la popularidad de la presidente, que aún así, seguiría siendo alta.

Quizás sea una respuesta a los críticos que acusan al gobierno de no encontrar la fórmula para dinamizar a la economía. Por lo pronto los camiones foráneos de los estados y el transporte urbano del Valle de México tuvieron una demanda desusada. Y los que le inteligen a los lonches de carreado, también.

LA INFLUENCIA DE

ESTRADA FERREIRO

Un festivo crítico, probablemente de derecha, encontró que la Cuarta Transformación se está “estradaferreirizando”, y no solamente en el estado de Sinaloa, sino en todo el país y en los más altos niveles de autoridad.

Por supuesto, este hallazgo fue motivado por la brillante conclusión del director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoe Robledo, quien dijo que ya se cuenta con medicinas y materiales curativos, pero llamó a los derechohabientes a no enfermarse, para que las medicinas duren más y alcancen para todos.

En el mismo renglón, el de la salud, se dio otra muestra de ingenio estradaderreirista: ante el fracaso de las megafarmacias, se crearon los minichangarros del bienestar, donde darán medicinas a los adultos mayores que no las encuentren en sus centros de atención clínica.

Para alguien que no esté bajo la influencia filosófica del exalcalde de Culiacán, habría sido más fácil llevar las medicinas a donde normalmente se expenden, pero eso harbía sido demasiado sencillo. Mejor ve, recibe la noticia de que no hay, búscate la minifarmacia que te corresponda, y entonces sí, recibe lo que necesitas para tu salud.

Pero el estradaferreirismo más brillante es, hasta este momento, el de la presidenta Claudia Sheinbaum, quien en una de sus mañaneras dio a conocer la magnífica noticia de que bajaría el costo de la luz.

No habrá una reducción de tarifas, ni consideración en los cobros para determinados sectores sociales, o reclasificación por consumos o por temperaturas. Lo que garantiza el pago menor, es dejar de usar o reducir el consumo de luz “ya así pagamos menos”.

Así que el próximo verano, no prenda usted sus abanicos ni mucho menos su aire acondicionado. Y de seguro, la CFE le cobrará menos.

Nunca pensó don Jesús Estrada Ferreiro que llegaría tan lejos y tan alto, cuando invitó a los quejosos a que “si no quienes encontrar baches, vete por donde no haya baches, y ya”.

¿Cómo no se les ocurrió a los gobiernos neoliberales?

PIDEN PAN Y

NO LES DAN

El rector Jesús Madueña Molina anunció orgulloso que sería recibido por los altos mandos de la SEP, en su peregrinación para conseguir el dinero de los aguinaldos, que no tiene y debe cubrir en dos semanas, a más tardar.

Pero así como se fue entusiasta para la capital, regresó cariacontecido. Los recibieron, en efecto, pero no les dieron ni dinero, ni certeza de que lo obtendrían. La promesa es que verán lo que se puede hacer.

Cuando uno está acostumbrado a vivir con deudas, sabe bien que al cobrador nunca se le dice que no, aunque “ya sabes que de momento no puedo, pero déjame ver qué hago para cumplirte”. Lo mismo frente al que pide apoyos económicos. Hermano, traigo seca la cartera, pero no te desesperes.

El hecho es que empieza a cundir entre los trabajadores jubilados una desesperación que ya motivó la toma de tribuna en el Congreso del Estado. Obviamente la solución a su problema no está ahí, pero es un buen lugar para empezar a hacer ruido.

Tanto el rector como el gobernador deben calcular los efectos de esa inconformidad, que efectivamente, empieza con el aguinaldo, pero tiene como punto medular la llamada “reingeniería financiera” de la UAS, que aparentemente fue aceptada con resignación, pero no ha convencido a nadie entre los afectados.

Ni Rocha ni Madueña pueden permitir que haya un problema de gobernabilidad, con una movilización intensa de los universitarios. A diferencia de la ocasión anterior, este enojo sí puede generar respaldo popular.

Nadie iba a apoyar a funcionarios universitarios acusados de corrupción exhibidos en el uso de trampas burdas, pero cuando se trata de veinte mil trabajadores a los que se les queda a deber el aguinaldo, y que además están bajo la amenaza de una reducción salarial y pensionaria del 25 por ciento, ahí sí puede haber una chispa que, como decían los troskos, “incendie la pradera”.