DOMINGRILLA POR FRANCISCO CHIQUETE

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Aranceles habemus, y con acusación; la presidenta rechaza; los diputados locales no dan una

¿Y los planes A, B y C?
Los aranceles ya están decretados y Canadá ya trabaja en una respuesta. ¿Y nosotros? La presidenta Claudia Sheinbaum nos dice que serenidad y paciencia, pero no nos informa cómo nos vamos a defender del golpanazo que ya nos soltó Donald Trump.

No cabe duda que se trata de una medida abusiva, una excesiva demostración de fuerza que vulnera todas las reglas de convivencia internacional, pero está construida con todos los elementos que le generan respaldo entre sus paisanos, sobre todo cuando acusa al gobierno mexicano de haberse aliado con los cárteles, con los diferentes grupos del crimen organizado.

Aquí mismo, entre los mexicanos, hay un sentimiento de abandono ante el crecimiento de los hechos delictivos, ante la intervención descarada de esos grupos delictivos en actividades legales, en las que se convierten en beneficiarios ilegítimos, con extorsiones, contratos y saqueos cometidos mediante crímenes.

¿Cómo le respondemos a Trump que no es cierto, si seguimos escuchando el mismo discurso de las causas y no los efectos?, si seguimos empeñados en decir que aquí no se produce fentanilo, y por tanto tampoco se consume, lo más seguro es que una buena parte de la población, por lo menos, esté de acuerdo con la acusación lanzada por el gobierno del Trump.

Durante mucho tiempo el magnate que hoy domina la política gringa nos estuvo advirtiendo no sólo con los aranceles, sino con la declaratoria de terroristas a los cárteles mexicanos, y ahora ya lo cumplió. Nuestro gobierno sin embargo siguió haciendo como que la virgen le hablaba y rezando la jaculatoria de “somos un país independiente y soberano”, e invocando al espíritu del “masiosare”.
¿De veras podemos pensar que la soberanía nacional está encarnada en la impunidad de los cárteles? No hubo antes una sola expresión que denotara interés por colaborar en una lucha coordinada contra los cárteles, y ahora estamos en el borde del precipicio, amenazados con un amanecer que descubre ataques armados remotos e incluso supresión o extracción de personajes claves de las agrupaciones criminales (targets, dicen sus expertos).

Aparte, debemos recordar que durante todo el gobierno de Joe Biden, Andrés Manuel López Obrador se dio el gusto de mal tratarlo, minimizarlo y exhibirlo, como aquella vez que despreció la cumbre de las Américas porque no invitaron a sus cuates de Cuba, Venezuela y Nicaragua. AMLO se creyó que podía llegar a acuerdos con Trump y mientras tanto se daba el lujo de exhibir su independencia y valor político con un mandatario que fue decente en su trato y sostenedor en sus acuerdos.

Ahí están las consecuencias. Ahora ya no podemos ir a negociar nada, sino ir a aceptar lo que un gobernante caprichoso y poderoso decida y determine, como el nuevo cierre de las fronteras norte y sur para evitarles la alergia que le causan los indocumentados.
Y aún así, vamos a tener que aguantar los aranceles que tanto le gustan, y que van a durar lo que él quiera y a sus intereses convenga.
La respuesta de la presidenta fue airada, más que concreta y efectiva Dijo haber dado instrucciones a Marcelo Ebrard para que aplique en Plan B, que incluye medidas arancelarias y no arancelarias.
Sobre todo rechazó que su gobierno tenga alianzas con los grupos delictivos y consideró una calumnia esa acusación. Dijo estar dispuesta a la colaboración, pero desde el punto de vista de la igualdad, del respeto a la soberanía y no de la subordinación.
Esto va para largo y llevamos las de perder.

GOLPE POR GOLPE
El jueves en la Ciudad de México, Omar García Harfuch fue entrevistado en forma medio atropellada porque tenía compromiso. Estaba por reunirse con los diputados del PT, para decirles que las cosas avanzaban en materia de seguridad, y no quería perder su valioso tiempo, pero alguien lo enganchó con el tema Sinaloa. En Sinaloa estamos trabajando, esta mañana dimos un buen golpe. En efecto, habían detenido a un sicario del bando de los Chapitos. Un joven de 19 años con historial y pertrechado con arma larga y corta, y ochenta tiros.

Pero al día siguiente, también en Culiacán, la delincuencia atacó a uno de los comandantes de investigación de la Fiscalía General de Sinaloa el comandante sigue en condición de alto riesgo por las heridas recibidas y uno de sus acompañantes, también investigador, murió en la refriega. Ese mismo día mataron en Mazatlán a cuatro personas en un taller, hirieron a un niño que no tenía nada qué ver con víctimas o victimarios y se registraron otros asuntos graves.

Ese mismo día y casi a esa misma hora, el gobernador Rubén Rocha Moya estaba reunido (también en Mazatlán) con empresarios, fundamentalmente para garantizarles que habrá un operativo especial y efectivo que garantice la seguridad durante las fiestas del carnaval.
La tarea es difícil para el gobierno federal y para el estatal. Ojalá que la cumplan.

DIPUTADOS. MENTIRAS
E IGNORANCIA
La tercera manifestación de culiches contra la inseguridad y contra el gobernador Rubén Rocha Moya llegó el jueves al Congreso del Estado y aunque no tuvo resultados concretos, tuvo el efecto de desnudar a los señores diputados locales, mostrándolos como mentirosos, apáticos e ignorantes.

Esta vez la marcha no fue tan numerosa como las dos anteriores, y tuvo que compartir el espacio con morenistas que se animaron a salir a defender a su gobierno. Tras un jaloneo verbal, los ciudadanos fueron escuchados en el Salón Constituyentes de 1917 y su planteamiento fue directo: ¿qué hay que hacer para que se vaya Rocha? Que los morenistas, verdes y petistas se hubiesen quedado callados, se entiende, pero que los opositores tampoco hubiesen respondido las fórmulas legales correspondientes, es muestra de que no les importa, no quieren quedar mal con el régimen, o no saben, y la ignorancia es la peor de las maldades.

Hasta Sergio Torres, de Movimiento Ciudadanos, se fue de bruces con toda su experiencia y perspicacia política. Yo también he sido víctima de la violencia, me quitaron mi camioneta, lamentó, ante decenas de madres con hijos desaparecidos, de esposas y padres de hijos asesinados, de gente que perdió su patrimonio por culpa de la inseguridad y la ineficacia gubernamental.

Pero doña Tere Guerra (¡Otra vez!) se llevó las palmas. Mostrando mucha apertura, les describió el procedimiento de revocación de mandato, haciendo énfasis en la necesidad de reunir, de entrada, cuarenta mil firmas repartidas en varios municipios.

¿No sabía la señora diputada que ya el Instituto Estatal Electoral aclaró que esa medida no se puede aplicar al actual gobernador porque fue legislada dentro de su ´periodo? Bajo esa circunstancia un gobernante no puede ser beneficiado o afectado por una ley que él promulgue.

¿Por qué engañar? ¿De veras la experimentada abogada no lo sabía? También podía haberles dicho que existe la salida de promover e instaurar un juicio político que bajo ciertas condiciones legales, podría determinar el desafuero y salida del gobernador. Así mismo, podía haber aclarado a los manifestantes que ni ella y seguramente tampoco los demás diputados de la cuatroté estaban dispuestos a promover ese juicio ni mucho menos a apoyarlo, pero al menos les hubieran informado a la gente cuáles son los caminos legales. O quizá podría haberles dicho que el Senado de la República puede determinar la desaparición de poderes en el estado, y que la Cámara de Diputados puede también instaurarle juicio político, aunque también en aquellas instancias, Morena manda y seguramente se negará a obsequiar la destitución, pero hay que insistir, al menos les habrían respondido con la verdad.
Qué lástima que esa verdad les incomode,

LOS DUROS
Este sábado hubo relevo en el PAS. El Partido Sinaloense hoy es presidido por Robespierre Lizárraga y muestra cómo los duros del cuenismo ganaron la batalla interna.

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Con Jesús Madueña Molina en la rectoría y Robespierre en el PAS, quedan excluidos el doctor Víctor Antonio Corrales Burgueño, la viuda Angélica Díaz y el exdiputado Gene Bojórquez Ruiz, quien se sentía con méritos para presidir al partido.