Las polémicas el Tío Richie; no les gusta que les esculquen; la lucha por Mazatlán
Este fin de semana ha estado en Mazatlán una de las personas más polémicas del ámbito nacional, Ricardo Salinas Pliego, cuyo personaje, El Tío Richie, recorre el país en pláticas con público en general, preferentemente joven, al que habla sobre la manera de enfrentar la vida, sobre todo en materia de desarrollo económico personal.
Lo primero que notamos fue la diferencia entre la persona y el personaje. Él mismo aclaró que procura no ser tan controvertido como el Tío Richie, y su plática, en efecto, fue muy constructiva, con pasajes de su vida personal, con puntos clave de cómo fue desarrollando el instinto empresarial que hoy lo tiene convertido en uno de los inversionistas más importantes del país, y cómo debió superar retos personales y profesionales. Sobre todo para los jóvenes, en efecto, es una motivación importante.
Pero por supuesto, no puede dejar de lado su posición enfrentada con el gobierno y más ampliamente, con el sistema político actual. De entrada advierte que el gobierno no debe meterse en empresas porque no sabe hacerlo. Los gobiernícolas saben gastar, pero no producir. Y saben robar, llevarse el dinero que es de la sociedad.
Advierte que la respuesta no va a estar en un gobernante que atine a resolver nuestros problemas, sino en una sociedad que aprenda a responder. El progreso lo hacen los inconformes. No debemos decir que ya todo esta hecho, que las cosas están mal pero así son. Hay que mantener la actitud de inconformidad para que las cosas se resuelvan y progresen.
En su opinión, una buena respuesta a las deficiencias actuales es que se inviertan los términos del gobierno: empoderar a los municipios, empoderar a los estados y conseguir una reducción dramática del peso del gobierno federal. Tendríamos que llegar a un federalismo auténtico, con estados auténticamente libres y soberanos que cuenten con medios para enfocarse en los problemas locales.
Cuando le preguntamos sobre la viabilidad de la Suprema Corte de Justicia de la Nación como entidad independiente, manifestó una acusada preocupación. Ojalá lo consiga, porque sin la Corte no tendríamos viabilidad en el estado de derecho y en el desarrollo económico, estableció.
Durante la conferencia no faltó una pregunta que muestra la preocupación de los aficionados mazatlecos al futbol: ¿seguirán en Mazatlán los cañoneros? Ratificó que sí, que mantiene el compromiso de que sigan aquí, aunque aclaró que a él no le gusta perder, de modo que va a tomar cartas en la situación del equipo. Es que se presentó en el estadio, se integró a la porra local y se tuvo que conformar con presenciar una derrota de 2 contra cero ante el equipo de Ciudad Juárez.
El Tío Richie es un personaje aguerrido, que se enfrenta muy fuertemente al gobierno. En este momento tiene una disputa legal por cobros de impuestos que ha recusado ante los tribunales por considerarlos ilegales. Eso por supuesto, le ha provocado severos ataques de la estructura gubernamental y del partido Morena.
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EN estos momentos en redes sociales corre una campaña que pretende boicotear los negocios de Salinas Pliego, desde Banco Azteca y Elektra, hasta la sintonía de la televisión. Ese llamado constituye un verdadero referendo para la influencia social del régimen. Si las tiendas de electrodomésticos, el servicio de internet (el más reputado del país en este momento) o la televisora siguen saliendo avante como hasta ahora, los promotores se verán exhibidos por iniciativa propia.
NO LES GUSTA
RENDIR CUENTAS
A ningún ser humano le gusta que llegue alguien y le esculque los calzones, es entendible. Pero a los políticos les encoleriza ser sometidos a investigación o que se investigue a los suyos, por más que las leyes digan que es parte de la función pública y que todos están obligados a rendir cuentas de sus actuaciones.
Seguramente el caso más notorio en este momento es el de Arturo Zaldívar, exprsidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, quien recién terminó una gira de medios en que no sólo se defendió de las acusaciones que se le hacen, sino que despotricó contra quienes las están procesando.
Menos explicable es que Claudia Sheinbaum, la candidata presidencial morenista, empeñe tantos de sus pocos momentos de emoción, para rechazar que Saldívar sea investigado. Una cosa es que naturalmente exprese su apoyo a quien es su subalterno en la campaña y aspira a serlo en las estructuras de gobierno, y otra que rechace tajantemente la posibilidad de que se abra la investigación a que la Corte está obligada una vez que se presentó una denuncia, así sea anónima, como critica la doctora candidata.
EL presidente Andrés Manuel López Obrador no sólo condenó la investigación. También decretó inocente a Zaldívar. El mandatario se erigió en agente del Ministerio Público, abogado defensor y juez al mismo tiempo.
Lo más sano es que la investigación se haga. Si se conduce facciosamente, el acusado o los acusados y sus defensores oficiosos tienen los recursos económicos, humanos y hasta políticos para combatirlo. ¿O no será un abogado capaz de seguir su defensa quien hasta hace muy pocos años encabezaba al Poder Judicial de la nación? El mismo que incluso se mantuvo a la expectativa de que el presidente le consiguiera una extensión de ese mandato por dos años más, en contra de las leyes y de sus compañeros.
Ese mismo ánimo de “no me esculquen” privó en el decretazo aquel en que todas las obras emblemáticas de este gobierno fueron declaradas de seguridad nacional, para que nadie les exigiera información de los gastos, e incluso para que no los detuviesen con exigencias como las manifestaciones de impacto ambiental y otras “pelusas” con que “los conservadores” intentaban frenas la marcha de los proyectos.
Es muy probable que en efecto, tras la investigación anunciada por los magistrados esté la lucha por el proyecto de Poder Judicial que tienen quienes desde la Corte se enfrentan al presidente, y los que apoyan al proyecto que enarbola el morenismo lópezobradorista, pero ello no le quita legitimidad a las deuncias.
TAMBIÉN EN LAS
MARISMAS
También por estos rumbos se cuecen habas. En la lucha por la Universidad Autónoma de Sinaloa, el gobierno estatal ha esgrimido resultados negativos de la Auditoría Superior del Estado en el manejo de recursos de la UAS, y la administración de esta se niega a reconocer la autoridad de la ASE para revisar sus cuentas, bajo el supuesto de que todo el dinero que les llega tiene procedencia federal.
¿Cómo puede pensar una persona o una institución que está exenta de rendir cuentas cuando maneja dinero público? Y no sólo lo creen: utilizan esa idea como recurso jurídico para su defensa en el proceso judicial que se les sigue.
Como esos hay varios ejemplos más en que los interesados recurren a los amparos o se hacen los occisos para evitar la revisión y sobre todo la rendición de cuentas, algo que parece increíble si vemos la lucha dada por la sociedad mexicana, que a ratos parece avanzar y ratos caracolea porque los políticos pretenden que las cosas sigan donde mismo.
EL CINISMO
EN CAMPAÑA
El exalcalde mazatleco Luis Guillermo Benítez Torres, aunque usted no lo crea, volvió a la calle para pedir el voto de la gente. Después de sus desastrosos periodos como alcalde, sabedor de que arrastra un desprestigio pocas veces visto, piensa que puede convencer a los mazatlecos para que voten por él y por el PT -que lo postula- para que se convierta en diputado local.
Entrevistado por el periodista Fernando Zepeda Hurtado para Sinaloa en Línea, el Químico asegura que lo hace para limpiar su nombre, pero la idea general es que está buscando el fuero legislativo que le permita evadir el juicio que lento y tropezado, pero todavía se le sigue.
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Es asombroso ver que personajes como este se atrevan a decir cosas a sabiendas de que nadie se las va a creer. Primero ofrece hablar con total honestidad, pero luego acota “como siempre”. Ahí se cae todo su discurso. Sostiene que él ya estaba retirado de la política disfrutando la vida, y que no salía a la calle porque le daba vergüenza lo que le hicieron. En términos generales se proclama víctima de trampas políticas, de las que cusa al gobernador Rubén Rocha Moya.
Hay que tener muchos hígados para tragar ese discurso y para entender al Partido del Trabajo, que nunca ha sido ejemplo de pureza, pero que con esta postulación recoge las ruinas políticas que Morena va dejando a su paso.
LA COMPETENCIA
EN EL MUNICIPIO
Tanto los morenistas como los del frente opositor están confiados en que van a ganar Mazatlán. Los opositores hicieron un primer evento muy numeroso y muy bien organizado para arrancar la campaña de Guillermo Romero; Morena lanzó a Estrella Palacios con un buen evento, que en su momento tuvo mucha algarabía.
Con Romero está evidentemente el sector empresarial, que ha tenido sus dudas; con Estrella se nota mucho el peso de la marca. Las últimas encuestas antes de iniciar la campaña les daban ventajas muy considerables, y los mismos candidatos se sorprenden de la aceptación con que se les recibe, a pesar de las polémicas situaciones que se han vivido en este gobierno.
Será una lucha de resistencia. Por Morena sólo necesitan mantener el paso, evitar un tropezón que muchas veces no está entre sus responsabilidades; los opositores están obligados a generar una votación muy alta, incluso sin precedentes, para revertir la tendencia que marca el voto cautivo.
Habrá que ver cómo funcionan otras fuerzas, no partidistas, sino independientes. Por un lado, los chicos malos que hace tres años fueron decisivos a favor del Químico; por el otro, la tendencia de ir a quedar bien con el gobierno en turno, con que muchos toman la decisión final.
Hay un elemento adicional: ¿qué va a hacer el exalcalde Fernando Pucheta Sánchez? Todavía en las últimas encuestas previas a las definiciones de candidatos, se mantenía a la cabeza en las preferencias de la gente y cuenta con un importante capital político. Hasta dónde lo pueda conducir para influir o no, ya es cosa de habilidad y voluntad.
LOS DEBATES
Nuestro comentario de la semana pasada sobre los primeros debates generó muchas reacciones que agradecemos a nuestros lectores.
El primer evento de ese tipo en el país, se dio en Mazatlán. Juan Sigfrido Millán Lizárraga, el exgobernador sinaloense, nos recuerda que fue en la campaña electoral de 1991, cuando fue candidato a diputado federal por el cuarto distrito, que entonces se ubicaba en el sur de Sinaloa. En su recuerdo, agradece a quienes fueron sus contendientes haber accedido a participar. Se trató de Alejandro Camacho Mendoza, por el PAN, y Juan Lizárraga Tiznado, por el PRD, quienes le entraron de frente al asunto. Millán, por supuesto, participó teniendo en contra la opinión de la dirigencia nacional priísta, a la que no le gustaban tales ejercicios porque en su opinión significaban riesgos innecesarios.
Tres años después hubo una nueva oportunidad, durante la campaña por la Senaduría por Sinaloa. Ahí Millán se enfrentó a Juan Nicasio Guerra Ochoa, del PRD, y a Emilio Goicoechea Luna, del PAN. Emilio aprovechó el tocayazgo de sus contrincantes para golpear a Millán con una definición sencilla: “Juan, el de la izquierda (Guerra), y Juan, el de la derecha (Millán)”, definía, colocándose como centrista.
Millán ganó la elección, junto con José Luis Soberanes (uno de las llamadas “viudas de Colosio”) y Goicoechea fue senador de primera minoría. Desde ahí vislumbraron la posibilidad de debates de altura cuando compitiesen por la gubernatura, pero entonces fue Millán quien se rezago, pues su partido nominó a Renato Vega Alvarado. El PAN sí le dio la satisfacción a Goicoechea, quien no ganó, pero repitió seis años más tarde. En esa nueva oportunidad fue debatiente con Millán y con Rocha Moya, en el evento caracterizado por el título de Millán y las cuentas de Emilio en el Fobaproa.
Por cierto Millán aclara finalmente lo de su título. En efecto, recuerda, no lo tenía y no lo tuve ya nunca. El problema fue que presenté mi tesis sobre transporte público y en la escuela de Economía me la rechazaron porque yo ya militaba abiertamente en el PRI y la gente encargada de esa área era del PMT. Se trataba de Renato Palacios, todavía hoy muy cercano al gobernador Rubén Rocha Moya.