DOMINGRILLA POR FRANCISCO CHIQUETE

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Los partidos no pelan a la gente ni para lanzar candidatos o escoger territorios; una sola víctima: el Presidente

Los partidos políticos -todos- están cada vez más divorciados de la sociedad. No se trata ya de que abreven o no de sus causas y trabajen para atenderlas, sino que al menos intenten acercarse a sus expectativas por lo menos en el momento de pedirles el voto.
Morena está bajo amenaza sorda de una rebelión porque quienes toman las decisiones lo hicieron pensando solamente en sus intereses y no en llenarle el ojo al votante. Confiados en que “la marca arrasa”, llenaron los espacios con cuadros del tercer piso, o afines.

El Frente Opositor, que decía tener muy clara su dependencia absoluta de los favores que le otorgue la sociedad civil, volvió a incurrir en las viejas y desprestigiadas prácticas de agandallar las plurinominales, sin buscar que exista cierta representatividad del ciudadano promedio, o del organizado.

Pero lo que estamos viendo con el reparto de candidaturas de mayoría relativa es el colmo de la desvergüenza y el valemadrismo.
Morena lanza o pretende lanzar por el primer distrito (federal) a la secretaria de Educación Pública y Cultura, Graciela Domínguez, originaria en efecto de esa demarcación -Agua Verde- pero avecindada prácticamente toda su vida profesional en la capital del estado, donde incluso pretendió ser candidata a la Presidencia Municipal, sin que le haya interesado nunca la alcaldía rosarense.

Con todo, la secretaria es un avance, pues el propio Morena lanzó en 2021 a Leobardo Alcántara, un señor que no es oriundo de Sinaloa y que vino aquí como comisario político del Partido del Trabajo, y ahora pretende que lo reelijan, porque “ese distrito pertenece al PT”.

Por el sexto distrito, la sufrida lista que sí es la lista, puso a Jesús Ibarra, un político que ha brincado del PRI al PANAL, que lo acogió en alianza con el priísmo pero le dio pretexto para ir contra quienes lo postularon para defender al sector empresarial. Hace tres años apareció en Morena, a pedido de los empresarios, precisamente y hoy lo mandan al sexto distrito. Es culiche, pero como esa demarcación abarca desde las orillas del Valle del San Lorenzo, lo mandan a buscar el voto de elotenses, cosaltecos, sanignacenses y mazatlecos, donde el todavía joven Jesús sólo conoce algunos antros de la Marina.

Si usted piensa que la oposición busca sacar provecho de estas imposiciones, está en un error. Por el primer distrito, que abarca de la parte sur de Mazatlán hasta el municipio de Escuinapa, postulan a Juan Alfonso Mejía López Lizárraga, exsecretario de Educación Pública y Cultura, precisamente. Aunque él ha sido vecino de la parte turística de nuestra ciudad, fue enivado allá porque alguien del PAN nacional dijo que ese terreno es fértil para su partido, que no ha ganado mucho que digamos. Evidentemente Juan Alfonso tendría más identificación con las clases medias y altas y con los grupos inconformes que abundan en el sexto distrito, pero ¿a quién de la alta burocracia partidista le importa lo que quiera la gente?

Por el sexto distrito, el PRI manda a Germán Escobar, un viejo cacique campesino que por años se repartió el municipio de Elota con Daniel Amador, ambos desplazados por Morena en el 2021, año en que el propio Germán fue derrotado en toda la línea por une señora desconocida, Olegaria Carrasco, de quien casi nadie sabía que se estaba reeligiendo porque no hizo absolutamente nada por su distrito.

Ese año Germán fue uno de olos peores candidatos priístas, aunque apareció bajo las siglas del PRD en ese mismo sexto distrito.
Escobar tiene redituables negocios privados, para los que ha mostrado gran habilidad, apropiándose legalmente del usufructo de la Presa El Salto (o Aurelio Benasini), con concesiones obtenidas por su peso político. Si hace tres años no convenció al electorado ¿con qué elementos lo va a hacer ahora?

No se trata de agradar al electorado, sino de repartir espacios para que los grupos de presión en los partidos queden contentos.
Ya ni qué decir de Paloma Sánchez Ramos, candidata a senadora por obra y gracia de su cercanía a Alito, de quien es secretaria de Comunicación Institucional en el CEN priísta.

Su intervención pública más famosa como diputada federal es aquel video en que responde a un morenista que no le preocupa la situación porque ella es pluri. Lo es, y fue enviada a sabiendas de que perdería la elección, con la compensación de que será senadora “por primera minoría”.

En busca de asideros que por lo menos les den resultados publicitarios, el Frente Opositor se casó nada menos que con Héctor Melesio Cuén y su Partido Sinaloense, reservándole un lugar entre los primeros cinco candidatos a diputados plurinominales por esta circunscripción. Privilegoo que ningún priísta sinaloense ha logrado, excepto Paloma, por supuesto.

Independientemente de la condición de “víctima de persecución política” con que Cuén se ha investido, toda la sociedad sabe que en ls UAS han ocurrido cosas irregulares y que el propio candidato redentor de la oposición es un cacique que ha manejado a la UAS con las más absolutas libertades e impunidades.

No está solo. Por el lado de Morena Daniel Amador Gaxiola, quien formalmente aún pertenece al PRI, opera las cosas para que sus huestes del magisterio sinaloense se plieguen a los candidatos del partido oficial.

En la lucha por las alcaldías la situación no es diferente. Morena está por formalizar el lanzamiento de la joven Paloma Palacios, a quien sus correligionarios acusan de no tener presencia política. Pero los disidentes no tienen mucha alternativa. De frente tendrán a Memo Romero, considerado como “el Cuén de la Canaco”, donde ha mangoneado por lustros hasta tenerla casi desaparecida, aunque hay que decir que ha sido hábil para manejar el corporativismo legal y extralegal. Incluso los suyos presumen que llegado el caso, tendrá el respaldo no oficial del PT y el PVEM, aunque éstos sean partidos más solitarios que velorio de víctimas del COVID.

OTRO QUE REGRESA
Miguel Ángel Gutiérrez ha sido un dolor de cabeza para los gobiernos estatales, no porque sea muy estricto como representante de grupos desplazados de sus territorios por la violencia, sino porque sus peticiones injustificadas han llevado al hartazgo al propio gobernador.
A pesar de eso y de lo mucho que le saben, está en la famosa lista, con aspiraciones de regresar al Congreso del Estado, donde todavía recuerdan con sonrisas picarescas sus maniobras y constantes visitas al área de administración.

¿SERÁ?
Si faltase un elemento para irritar a los disidentes del morenismo, ya apareció: se atribuye al exalcalde Alejandro Higuera la aseveración de que el gobernador lo instruyó para que coordine la campaña de Paloma y luego la Secretaría de Turismo, o la del Ayuntamiento. ¿Sería una buena adquisición?

OTRA VEZ CONTRA
EL SEÑOR PRESIDENTE
La decisión de liberar a ocho militares procesados por el caso Ayotzinapa fue motivo para que el presidente Andrés Manuel López Obrador se lanzara otra vez contra el Poder Judicial.

Se trata de una decisión polémica que sin embargo no exonera a los indiciados, sino que les permite enfrentar su proceso fuera de prisión. Aunque fueron abogados de la Sedena quienes gestionaron y obtuvieron esa liberación, la culpa es por supuesto del Poder Judicial, que según el presidente, quiere dos cosas: que no se haga justicia en el caso de los estudiantes desaparecidos; y ponerlo en evidencia a él, al presidente “ponerme en ridículo”, dijo.

Hace varios años que en este país no hay víctimas ni de hechos delictivos, ni de malas decisiones de gobierno, y ni siquiera de fenómenos naturales. La única víctima de todo, es el Señor Presidente. Todo lo malo que pasa pasa en función de esa perversa intención de exhibirlo. En el país, por supuesto, no pasa nada malo. Nada.