DOMINGRILLA, PATO LAQUEADO A LA LOZOYA

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DOMINGRILLA

PATO LAQUEADO A LA LOZOYA,

UNA RECETA DE FÁBULA

JALONEOS POR LAS POSCIONES

ALCALDE VIAJERO, CHOTAS DUROS

FRANCISCO CHIQUETE

Cuando al chef José Luis Santiago Vasconcelos se le ocurrió hacer su propia versión de la receta tradicional del pato laqueado, al encargado del restaurante no le hizo mucha gracia. Él -Enrique Peña Nieto- querÍa un guiso sencillo, nada estridente y de consumo interno, pero Santiago ya había dado a conocer la idea y dejó que las cosas transcurrieran, siempre atento a detener todo lo que pareciese un exceso.

Pero ya el público estaba atento y expectante. El Pato Pekín a la Lozoya auguraba un gran éxito de público. Tanto, que los de la competencia empezaron a exigir mayores revelaciones del procedimiento al que sería sometido el ya llamado Pato Emilio, marinado en zumos brasileños de Odebretch. Ellos querían saber hasta dónde había salpicado esa marinada dentro de la cocina peñista y aspiraban a que el propio encargado saliese manchado de lo que ya olía fuertemente por todo el país,

Por eso a Peña no le quedó más remedio que despedir a su chef. Había revelado muchos de los pasos del guiso, incluso los que se pretendían guardar en secreto para evitar que el público se les volteara, desconfiando de los malos olores que se estaban produciendo,

El pato Emilio había sido mascota distinguida del restaurante y pasó a ser candidato al sacrificio por su propensión a recibir alimentos cariocas y a guardarse partes importantes de éste. Parecía encaminado a la salvación, como los pavos que indulta la Casa Blanca en vísperas del thanksgiving, pero se vino el cambio de administración, y el nuevo encargado no sólo traía otros datos. También portaba otras intenciones, de modo que recontrató al Chef Santiago y lo puso en coordinación con otro cuchara mayo, Alejandro Gertz Manero, quien se encargaría de hacer todos los amasijos del guiso tan pospuesto y tan prolongado.

Santiago empezó a aplicar sus cambios a la receta. Si el pato laqueado tradicional lleva como guarnición unas crepas imperiales, él prefirió poner sabores más familiares, como los de la esposa, la mamá y la hermana del pato Emilio, quienes volaron por otros aires, aunque a la mamá, como a él mismo, los encerraron en el extranjero y luego los mandaron a México.

El problema es que las intenciones del nuevo encargado fueron más allá de los planes del chef. Andrés y su cuchara mayor han insistido en revolver los sabores y le han deslizado un amago angostura que viene bien para algunos cocteles, pero aquí pueden provocar una reacción adversa en el resultado final, pues es evidente que tratan de aliñar al Pato Emilio con ramas del PAN y rayaduras y raspaduras de Calderón. Hasta un Anaya anda rebotando en las paredes de la cazuela.

Por lo pronto esta receta se ha visto empañada y criticada porque en lugar de poner a marinar al Pato Emilio en un refrigerador donde lo tengan a temperatura controlada, lo han dejado a sus anchas, apareciendo incluso en lugares públicos en que causa escándalo, fortaleciendo las sospechas de que el Chef Santiago, pero sobre todo el cuchara mayor Gertz y Andrés, el jefe del restaurante, cambiaron el líquido del laqueado, preparada siempre con especies. Miel, soja y vino, por una salsa de impunidad que está generando muchas murmuraciones.

Si esto hubiese sido en los tiempos del Fiscal de Hierro, revivido por la crudeza de sus memorias, el pato Emilio desde hace rato habría quedado colgado el tiempo suficiente para que se completar el proceso y llevarlo a la mesa del Poder Judicial para que se diese cuenta de el. Pero todo indica que no será así, a menos que de aquí a la primera semana de noviembre el encargado del restaurante nos salga de nuevo con que tiene otros datos. Y otra receta.

LA PEQUEÑA DIFERENCIA

DE ROCHA CON CUEN

El gobernador electo Rubén Rocha Moya está absolutamente decidido a cumplir la palabra empeñada con el presidente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuen Ojeda, de otorgarle dos secretarías de despacho en el gabinete que encabezará a partir del primero de noviembre. Por más que se especula en contrario, no hay ningún cambio de planes, se asevera.

El problema viene a la hora de ver los demás puestos en cada una de esas secretarías. Mientras Cuén espera un organigrama vacío para dar cabida al mayor número posible de sus propios colaboradores, Rocha está pensando en los equilibrios entre funcionarios propios y ajenos, de manera que no solamente se puedan cumplir todos los compromisos, sino también amarrar las áreas sensibles en que el propio gobernador quiere tener el control del ejercicio de las políticas públicas, y si le escarbamos, querría por supuesto el control o la garantía de que los recursos públicos serán utilizados no sólo con honradez, sino estrictamente de la manera en que él mismo lo determine,

Van a ser tiempos muy jaloneados, que seguramente seguirán prolongando el anuncio del gabinete completo, En un ejercicio de transparencia, Rocha aspiraba a darlo a conocer durante el mes de septiembre, aunque fuese en los últimos días, pero detalles como ese podrían generar fisuras en un grupo que se consideraba invulnerable a las divisiones. Todo esto ha motivado un retraso que quizá lleve al nuevo gobernador a “destapar” su lista de colaboradores en la fecha tradicional de todos los anteriores, es decir, en la víspera o antevíspera de la toma de posesión.

AHO NO LA QUERÍA, HOY

LA QUIERE CON MOÑOS

Alejandro Higuera Osuna soñó con que podría ser el secretario general de gobierno, pues estimaba que nadie en el grupo de Rocha tiene la experiencia política real que él acumula. Cuando se hizo evidente que no le darían esa posición, esperó ser compensado con una secretaría y empezó a mandar mensajes en los que sus colaboradores cercanos advertían que la secretaría particular era muy poco para alguien con esa trayectoria. El comentario llegó incluso a los medios.

Conforme se van perfilando los posibles secretarios, el tres veces ex alcalde mazatleco ha cambiado de idea, y ahora manda el mensaje de que sí acepta quedarse en esa secretaría particular del gobernador, aunque aspirando a ser el jefe del despacho, calculando que desde ahí tendría una jerarquía mayor.

La cosa es que los gobernadores anteriores han colocado en la jefatura del despacho a personas con una gran cercanía personal, dividiendo las responsabilidades para que el asunto político de agenda lo maneje el secretario particular. Cuestión de estilos. Y de aspiraciones.

De todos modos, sea al puesto ampliado, o al más limitado, Higuera no va a decir que no.

¿DÓNDE TA AGARRÓ PAMELA? ¿EN TEXAS?

El alcalde Louis Guillermo Benítez Torres estaba en Mission Texas, cuando Mazatlán era presa de los embates del huracán Pamela, que dejó sin servicio de energía eléctrica al 70 por ciento de los usuarios, inundó decenas de colonias populares, cortó la comunicación por carretera, aisló pueblos, desgajo árboles y dejó muchos daños mas.

No es la primera vez que un alcalde mazatleco se ve en esta situación tan poco plausible. A Humberto Rice García le ocurrió que Mazatlán fue víctima de una tromba que causó múltiples daños mientras él se encontraba en una reunión de alcaldes latinoamericanos que se fueron a deliberar a Puerto Rico, con la convocatoria de organismos internacionales cercanos a su partido -Acción Nacional-.

Aquella noche el gobernador Francisco Labastida Ochoa se trasladó a Mazatlán y desde palacio municipal organizó las tareas de rescate y apoyo a las familias afectadas. Con la colaboración directa del empresario José Eleovigildo Carranza armó las brigadas y rutas de trabajo, convenció a éste para que donara una fuerte cantidad de cartones de latas de atún e incluso él mismo ofreció y donó otros artículos para las despensas. De alguna manera se logró paliar los daños registrados. Por cierto que pese a lo oportuno de la intervención, algunos colaboradores de Rice se quejaron de que “se rompió la autonomía del municipio”.

La diferencia entre la experiencia de Rice y la del Químico, es que aquel caso fue el de una tromba de la que no había previsiones. No había nada que advirtiese sobre esa posibilidad (al menos la tecnología meteorológica de entonces no lo tenía previsto), de modo que Rice viajó sin pendientes de ese tipo.

En cambio cuando el Químico se fue a Texas, Pamela era ya una perturbación atmosférica que desde una semana antes apuntaba para convertirse en huracán categoría tres o hasta cuatro, con una trayectoria que indudablemente lo traería hacia las costas de nuestra región. Benítez Torres no podría alegar ignorancia (no en ese renglón). Simplemente valoró entre quedarse a afrontar el problema con su gente o irse a lucir como promotor internacional con las autoridades tejanas.

Su justificación es que aún de lejos estuvo al frente de las actividades de rescate. Y es que en efecto, le reportaban telefónicamente cada hecho y además él subió a su muro de Facebook un cartel de Protección Civil en que advierte a la población que no debía cruzar ríos o avenidas inundadas, no exponerse a descargas eléctricas y no andar en la calle si no era indispensable. Ya con eso nos salvamos todos.

UNA POLICÍA VIOLENTA

Mientras el alcalde se sacrificaba haciendo su shoping en Macy´s, la Policía Municipal cumplía la orden de no permitir que hubiese gente en las playas y en el mar por los riesgos que entrañaban las marejadas que provocó Pamela. Como en cada huracán o fenómenos parecidos, los surfos se lanzaron a domar las olas bravas, con una desobediencia que enojó a los genízaros, quienes empezaron a actuar con rudeza contra quienes les quedaban al alcance de la mano y del tolete. Esto fue captado por los reporteros de Sinaloa en Línea, a quienes ordenaron retirarse de ahí y cuando vieron que seguían videograbando, fueron a golpear y jalonear bajo la acusación de que “entorpecían la labor policíaca”.

¿Documentar los excesos o incluso sólo cubrir un acontecimiento de estos es “entorpecer la labor policíaca”? A ningún violento le gusta verse exhibido en el ejercicio de un abuso. Lo grave es que ni el alcalde, que es el jefe jerárquico, ni a los superiores policíacos, se les ha ocurrido ofrecer una reparación del daño, o por lo menos garantizar que ya no habrá situaciones de esas. Al final piensan con la misma violencia que los agentes policíacos,