La memoria de los últimos sobrevivientes nos trae el sistema de seguridad aplicado por los propios pobladores en Piaxtla
La resistencia de los latifundistas a la reforma agraria aplicada por el gobierno de Lázaro Cárdenas, llevó a la gente a crear las defensas rurales. Durante las noches, los guardias blancas de los terratenientes invadían casas y golpeaban familias para detener al movimiento agrario.
Las llamadas autodefensas tienen antecedentes en esta forma de defensa del movimiento, según narran a Sinaloa enlínea los sobrevivientes de aquel movimiento, que todavía impacta en la memoria y en la conciencia de los hombres mayores de Piaxtla de Arriba, el ejido creado a golpe de sangre, de rondines, de una amenaza constante de parte de la gente del dinero.
Las Defensas Rurales estaban armadas de manera digna. “teníamos aquellos rifles de cerrojo que nos permitían dar buenos tiros”, nos dice uno de los últimos guardias rurales, que recuerda que no sólo operaban para defender sus intereses, sino también para auxiliar al gobierno a combatir el tráfico de drogas. Íbamos a destruir plantíos, a combatir a los grupos que incurrían en eso.
Bajo la organización en pelotones, ellos mismos se encargaban de la seguridad de los pueblos, evitando robos, actos de abigeato. Dejábamos todo en orden, le ayudábamos al gobierno y sobre todo a la gente de la sociedad, porque nuestras familias estaban tranquilas, llegando al punto de decomisar el vino que se traía, porque el gobierno no quería que circulara.
En el video de esta misma página, los guardias rurales lamentan estos tiempos en que los jóvenes están más perdidos, el gobierno se ha dejado meter a los narcotraficantes, en fin.
Algunos creen recordar que todavía hace veintitantos años entregaron lar armas al gobierno. Ellos ya no repetirían la experiencia,. “Ya estamos viejos, eso sería para los muchachos de ahora”.
No dejan de extrañar esos tiempos porque ahora tienen que dormir en la milpa, desde que nacen los elotes hasta que nos desgranamos, que el gobierno venga a evitar todo eso de los robos porque ya no hallamos la puerta. Si dejamos la siembra sola, se la roban, pizcan los elotes, se los llevan en costales.
Fotos: Mariana Morales
Video: Crhistopher Josuee Gutierrez Nuñez
Edición: Mahatma Millán
Texto: Francisco Chiquete