CUARENTA AÑOS DE PRODUCTOS KAY

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*La migración mejora a la gente y hace crecer a los países

FRANCISCO CHIQUETE

En estos tiempos de masificación, las migraciones se han convertido en una especie de bestia negra para las sociedades, que las condenan incluso de manera histérica, olvidando los beneficios que trae el intercambio de experiencias y de conocimientos.

El sábado reciente, la empresa productos Kay celebró cuarenta años de su fundación y operaciones ininterrumpidas. Lo que empezó como un esfuerzo modesto está convertido en la fuente de empleo directo para más de trescientas personas, además de la participación en una amplia cadena productiva.

El matrimonio integrado por Esperanza Kasuga y Tsutsomo Yohii trajo además un elevado estándar de calidad para sus productos, lo que ha generado capacitación en la mano de obra y competencia de muy alto nivel para otras empresas dedicadas a la elaboración de alimentos del mar. No de balde, desde el principio se fijaron la meta de exportar a Japón, uno de los mercados más exigentes en calidad e inocuidad, cuyas certificaciones son sumamente difíciles de superar. Por supuesto, con esa misma calidad surten al mercado nacional y local, con lo que todos salimos ganando en nuestro papel de consumidores.

Mientras doña Esperanza es hija de inmigrantes japoneses, Tsutsomo es originario de aquel país. Se conocieron cuando ella se fue a estudiar a la tierra de sus ancestros; sus amigos le gastan la broma de que se fue por un título y regresó con un marido. Y con el título, por supuesto.

Con una sólida base de cultura japonesa en trabajo y disciplina, llegaron a Mazatlán a desarrollar algunos proyectos oficiales, incluido el de la enseñanza. Como ocurre frecuentemente, se enamoraron de nuestra región y decidieron quedarse aquí a desarrollar su familia y sus propios proyectos.

Hoy son una sólida realidad en el campo empresarial y una dinámica presencia en las actividades que le aportan a la ciudad. Esperanza ha incursionado en la política y lo ha hecho con independencia, con firmeza de criterios y altura de miras. Tsutsomo y ella son además activos partícipes de las campañas de aportación social a través de los clubes rotarios.

Es de justicia decir que en este caso la inmigración ha generado beneficios importantes a la ciudad y a la región, que el intercambio de experiencias y proyectos ha dado frutos a Mazatlán, donde ambos personajes han cosechado afectos. En la fiesta de cuarenta aniversario había autoridades, clientes, proveedores, amigos y muchos, muchos trabajadores de la planta. Los invitados fuimos sentados en mesas con elementos de la plantilla y pudimos darnos cuenta del sentido de pertenencia, del orgullo por la labor desempeñada y de afecto por los jefes. Yoshii es un gran aficionado al canto y lo hace muy bien; los aplausos que se le prodigaron fueron premio no sólo a la su afinación y sentimiento, sino a su bonhomía.

Este es un ejemplo extraordinario para saber valorar a quienes vienen de fuera y aportan mejoras a la comunidad. La migración, como todas las actividades humanas, tiene cosas corregibles, pero trae sin duda aportaciones que nos hacen ser mejores. Felices cuarenta años a Productos Kay.