– Denuncian cobro por recoger la basura, diversos vecinos.
– Proliferación de maquinitas obliga a pedir que la PGR cumpla con la Ley.
– Se requieren 20 camiones y siete barredoras.
Sin que se lo esperaran, vecinos de las calles Felipe Ángeles y Toma de Juárez recibieron con sorpresa al alcalde Carlos Feltón González, quien les preguntó de manera directa cual era la opinión que les merece el servicio de recolección de basura en su colonia.
La respuesta fue inmediata: existen trabajadores del servicio que piden dinero por llevársela. Ese fue un clamor generalizado que obligó a la autoridad a ordenar una investigación inmediata.
Entre el ladrido intermitente de perros que, ante la inseguridad que se vive, forman parte cotidiana de la vida de los vecinos; el alcalde acompañado del director de Servicios Públicos, Julio Guerra y periodistas de los diferentes medios de comunicación; recorrieron domicilios y negocios donde lo mismo venden vidrios, novedades y regales, equipos celulares, ceviches y abarrotes.
Todos coincidían en que efectivamente pasa por ahí el carro recolector pero tienen la costumbre de andar pidiendo dinero por brindar el servicio.
¿Cómo está el servicio de recolección, preguntaba el alcalde?. “Piden cooperación para que se la lleven”, “cobran por recogerla”; “ A mi me pidieron 35 pesos”, remata la señora Virginia del Mazo; mientras, a escasos treinta metros se podía apreciar a la orilla de la parte media del parque, por la calle Toma de Juárez un cerro impresionante de basura, mucha desparramada, poca en bolsas negras o de las clásicas de orejas.
Como por arte de magia, a los minutos arribó un camión recolector con unos trabajadores a quienes no les importó recogerla del suelo, sin ningún tipo de protección ni guantes.
De la sorpresa al ver la mancha que acompañaba al primer edil, los vecinos pasaban a sincerarse sin tapujos.
Algunos pidieron la intervención para que se regule el paso de carros de sonido con la venta de periódicos, el gas y otros productos que molestan desde altas horas de la madrugada; hasta que controlen la irrefrenable proliferación de las maquinitas tragamonedas.
El recorrido continuó rumbo al corralón del parque Bonfil donde se encuentran recluidas las unidades de recolección de basura para constatar el estado lamentable en que se encuentra el equipamiento urbano.
Los recorridos serán sorpresivos y sin siquiera avisarles a los funcionarios o servidores públicos dijo Felton González.