En un reportaje sobre los migrantes centroamericanos que usted nos hizo el favor de leer y escucharlo, dijimos que hasta Dios los había olvidado. Pero por fortuna siempre que las puertas se cierran hay personas que abren su generoso corazón a quienes necesitan una mano para seguir luchando por hacer realidad sus sueños.
Y este es el caso de un grupo de hombres y sobre todo de mujeres que se quitan el pan de la boca para socorrer a los migrantes; pero además reparten su ropa, su calzado para ayudar a esos seres que erran tan lejos de su familia. Este grupo de personas altruistas se han autodenominado El Tren de los Sueños.
A todos la vida nos va haciendo duros, porque nos han dicho que los hombres no deben llorar, pero al ver cómo estas hermosas personas conviven con esos viajeros del infortunio, Y luego mirar que les sirven comida y les regalan un pantalón o una camisa o zaparos y ver la cara de felicidad de los migrantes, uno no puede menos que conmoverse y exhalar una lágrima.
Los miembros de El tren de los Sueños no tienen domicilio, pero cada uno de ellos ha hecho de su casa una bodega para guardar algunos enseres que otros miembros de esta comunidad no pueden llevar a los migrantes. Ellos se comunican a través de FaceBoock. Su página es Justamente El Tren de los Sueños/Comunidad.
Si usted quiere donar alimentos, ropa o calzado, simplemente habrá esta página y comuníquese con ellos. Le informo que El Tren de los Sueños no reciben dinero. Ayúdelos a ayudar. Sinaloa en Línea hará lo propio. Benditos sean las personas que integran ese maravilloso tren que también ha encendido mis sueños, nuestros sueños.