Por Enrique Vega Ayala
Cronista de la Ciudad de Mazatlán
Antonio López Sáenz es el Cronista Gráfico del Mazatlán que estuvo a punto de sucumbir bajo la picota. Sus imágenes provocativamente nostálgicas fueron impulso fundamental para el rescate posible del Viejo Mazatlán en el imaginario colectivo.
El decreto de Centro Histórico lo convirtió en zona de monumentos.
La obra de López Sáenz lo elevó a la categoría de símbolo fundamental en el orgullo mazatleco.
Lo que Toño Haas singularizó como estilo Neoclásico Tropical, López Sáenz lo tradujo visualmente trazando un entorno que ya quedó instalado en la memoria como escenas luminosas de la vida cotidiana de un puerto añorado que creció entre esas paredes coloridas, tras esas puertas y ventanas enrejadas, en las calles, las playas, los muelles y balnearios, con personajes populares ensombrerados, señorones encorbatados y damas recatadas, bailando con música de tamboras, en un ambiente que se podía refrescar con un pequeño ventilador de aspas metálicas.