*Por momentos se siente el acoso
*Semi analfabetos que hablan inglés
Ropa y artesanías son los giros comerciales que predominan entre el ambulantaje y los puestos semifijos y un 15 por ciento los que se dedican a la comida, como mariscos, cocos, paletas, frutas y tacos diversos, reconoció el Oficial Mayor del Ayuntamiento, Salvador Reynosa Garzón, quien afirma “tener control del ambulantaje”, que es un mal necesario para la ciudad.
El Oficial Mayor, quien es arquitecto de profesión, explica que ya su responsabilidad lo obliga a pedirle a los comerciantes que venden alimentos una licencia extra o permiso que lo extiende la Secretaría de Salud, por lo que se refiere a la sanidad e higiene de la comida o el área de trabajo.
Comentó también que en pocos casos, se requiere hasta una autorización de Protección Civil porque el alimento lo preparan en la vía pública con gas o se utiliza una planta de energía eléctrica que requiere instalaciones seguras y libres de riesgos y peligros.
Reynosa Garzón dice que hay una intensa coordinación y comunicación con Semarnat, Profepa y Cofepris, para que los vendedores ambulantes en el municipio y las áreas de federales, como la playa, puedan trabajar, pero con orden, sin problemas y riesgos para el turismo local, nacional e internacional.
En las entrevistas con las personas del ambulantaje, parecen una gran familia, que se respetan el uno con giros comerciales distintos, y usted puede encontrar en la calle desde la venta de ropa casual, sobre todo de playa, sombreros de hombre, dama y gorras de todos colores y logos, asimismo, artesanías en la plazuela Sánchez Taboada, al igual que cocos, fruta, aguas, raspados, hotcakes, elotes cocidos o a las brasas y mariscos, con “tostilocos” o “duros”.
Incluso, muchos ambulantes presumen que saben hablar el inglés hasta un 30 por ciento, que les permite comunicarse con los extranjeros y sin problemas entenderse en el “mercadeo” de sus productos.
En la Plazuela Sánchez Taboada, donde llegan camionetas con turistas, observamos por momentos un “acoso” de vendedores, aunque metros adelante hay policías preventivos a la expectativa de que exista el orden y la tranquilidad.
Algunos comerciantes aprovecharon a Sinaloa en Línea.com para quejarse de que hay “ambulantes” de fuera que en temporadas llegan y se llevan las ganancias.