La cascada de aranceles del 5% inicial hasta el 25%– que podía precipitar a México a una espiral recesiva de una economía ya no ocurrirá , Estados Unidos y México han alcanzado a última hora de la tarde de este viernes, un acuerdo que suspende «indefinidamente» los aranceles previstos para el lunes.
Por supuesto nuestro país país se compromete a tomar «medidas fuertes» para contener el flujo migratorio, según ha anunciado Donald Trump. Los detalles del pacto serán publicados «en breve» por el Departamento de Estado, según ha afirmado el presidente estadounidense en Twitter.
Por su parte el l canciller mexicano, Marcelo Ebrard, ha confirmado que ha habido humo blanco. México llevaba algo más de una semana bajo la amenaza de un gravamen estadounidense del 5% sobre sus productos a partir del 10 de junio, si no frenaba la inmigración irregular. El anuncio llega un día después de que el titular mexicano de Exteriores revelara que se iba a reforzar la frontera con Guatemala con 6.000 agentes de la Guardia Nacional.
Seguramente además de reforzar nuestra frontera sur, Mexico se convertirá en “Tercer País Seguro”, que implicará que los centroamericamos esperarán en la frontera para que los funcionarios de migración norteamericamos los llamen a “cuentagotas” para estudiar sus casos y decidir si les dan asilo o los devuelven a nuestra frontera y después a su país centroamericano.
DEL MAL TOMAR LOS MENOS, DÍCELO AL DECIDOR.
Es para alegrarse esta resolución, pero por otra parte tiene sus riesgos. Se requerirá un sobre esfuerzo de recursos e infraestructura difícil de encajar en el férreo panorama de austeridad impuesto por López Obrador en las cuentas públicas.
Pero además de ello los organismos internacionales como el propio Banco de México han rebajado recientemente las previsiones de crecimiento para este año por debajo del 2%, un pulso históricamente insuficiente para acometer las ambiciosas promesas sociales que auparon al líder de Morena hasta la presidencia.
Sea como fuere, vale más capitular escogiendo lo que nos daña menos que lo que nos daña más. Quizá AMLO entienda que la soberanía en el contexto global tiene que transcender la vieja doctrina de Estrada para no ganar perdiendo.