ELIO EDGARDO MILLÁN
La oposición en México – y en Mazatlán, por supuesto- tiene como divisa una frase de Mao Tse Tung: “Atacar los el enemigo defiende, y defender los que el enemigo ataca”, independientemente si la iniciativa gubernamental es buena o mala. Pero pasa también al revés: los gobiernos están a la caza de la iniciativas de sus oponentes para descalificarlas.
Y si de descalificar se trata, la llamada sociedad civil, teniendo como ariete a las redes, exhuma desconfianza. Nada está bien, pues toda iniciativa política del gobierno o de los partidos, es para lucrar, para engañar, para joder más a los jodidos. Y a veces no les falta razón.
EL CASO PUESTA EN MARCHA DEL ALCOHOLIMETRO EN MAZATLÁN.
De la puesta en marcha del alcoholímetro han dicho, por ejemplo:
1.- Que muchos ebrios pasan esa frontera a través de las consabidas mordidas.
2.- Que hay malos tratos a los ciudadanos que son sometidos a revisión.
3.- Que los mirreyes, los hijos de papi, pasan aunque vayan como arañas fumigadas.
4.- Que los vehículos que decomisan a los beodos les roban algunas piezas en el corralón
5.- Que los “pistos” que llevan a barandilla dan a los manilargos una “corta feria” evadir la sanción y la vergüenza del día siguiente.
LA OPOSICIÓN NO HA DICHO QUE EL ALCOHOLIMETRO HAYA CANCELARLO, PERO…
No nadie de la oposición ha expresado tal desmesura; pero tampoco han propuesto nada para mejorar este gran salvavidas, excepto el Regidor Quintana Pucheta: ha sugerido que acudan los representantes de los derechos humanos a esos puestos itinerantes para evitar los maltratos y los actos de corrupción.
Pero la verdad la oposición no ocupa que este salvavidas se corrija; requieren que empeore, pues de sus cenizas pretenden sacar taja política, y más aún cuando se acercan los tiempos electorales; pero no solamente, porque antes hay que ganarles el puesto a sus adversarios de partido siendo más radicales y a veces más inteligentes, aunque…
UNA PROPUESTA QUE HE DISCUTIDO CON VARIOS AMIGOS.
Como no es nada envidiable ser parte de las estadísticas en la que, según la OMS, en el mundo 3.3 mueren por ingesta de alcohol, de ellas 1.5 millones perecen en accidentes
de tránsito; pero 50 millones personas sufren lesiones graves. Precisamente por ello es necesario proponer algunas medidas complementarias para mejorar nuestro alcoholímetro.
Hay que hacerlas porque en Mazatlán éstas brillan por su ausencia, y porque además las recetas blandas para evitar accidentes han fracasado, tales como el conductor dedignado, tomar bebidas alcohólicas moderadamente, tomar un taxi en caso de que no se pueda conducir o llamar a algún familiar para que los recoja. Justamente por eso es necesario proponer, reitero una ampliación del programa que pretende controlar la ingesta del alcohol.
LAS PROPUESTAS
Además de las medidas que ahora se implementan, son necesarias otra de no menor calado.
1.- Que haya alcoholímetros públicos para que las personas puedan medir sus niveles de alipuz de manera gratuita, para que contengan su ingesta.
2.- Que cada antro tenga un alcoholímetro (AL) para que los asistentes a la fiesta midan su ingesta y no se pasen de lanzas.
3.- Que, en efecto, personas de los derechos humanos constaten que no haya abusos en los lugares donde se instala el AL, pero también en barandilla y en el corralón, especialmente para aquellos borrachos responden con agresiones e insultos a la autoridad cuando son o se niegan a ser auscultados.
4.- Pero para el resto de bebedores pacíficos que sobrepasan los niveles de alcohol, debe haber choferes certificados para que los lleven a su casa a dormir y para que su carro no vaya a dormir al corralón. Por tanto también debe haber en esos lugares taxis para devolver a los choferes cuando hayan cumplido su función.
Estas propuestas permitirían evitar accidentes, inconformidades, corruptelas, robos y, sobre todo, para no incomodar a paisanos y, sobre todo, a los turistas que, de mil maneras, vienen a darnos de comer.
PERO TODO NO SERÁ MIEL DE HOJUELAS
Sin embargo estas iniciativas deben tener un tope.
1.- A los reincidentes deben ir a barandilla y su vehículo al corralón, además deben pagar una multa que les evite reincidir
2.- Los reincidentes por segunda ocasión las autoridades, además de las medidas anteriores, les quitarán la licencia de conducir y si se les “pilla” conduciendo deben pagar 10 días de cárcel y una multa de regular tamaño que les evite la tercera reincidencia.
3.- Para tal efecto las autoridades deben llevar un registro meticuloso de los aquellos bebedores incontinentes para que un buen tiempo viajen en esas cafeteras hirvientes llamados camiones urbanos.
QUÉ LE PARECEN NUESTRAS PROPUESTAS….
Amigos de Sinaloa en línea, usted qué opina de nuestras propuestas.
Pero como sabemos que usted tiene otras, envíelas a nuestro portal digital, pues queremos que el alcoholímetro funcione y funcione mejor, porque la vida de los conductores y las personas de a pie son muy importantes para nosotros.
