Especulaciones hacen más dolorosa la incertidumbre; no aparece el Cessna de Loreto
Al dolor por la inminente pérdida se ha sumado el que causan las especulaciones. Familias completas se encuentran sujetas al vaivén de las especulaciones sobre el destino que tuvo la avioneta de Aero Servicios Guerrero, perdida desde la mañana del lunes con catorce personas a bordo.
La aeronave salió de Loreto, Baja California. Tenía que hacer escala en Ciudad Constitución, en el municipio sudcaliforniano de Comondú, al norte de esa entidad. De ahí saldría a Los Mochis, pero después del despegue, sólo hubo contacto por radiocomunicación durante los siguientes veinticinco minutos, después el silencio y la alarma.
Los familiares que no se enteraron a tiempo acudieron al aeropuerto mochiteco a esperar a los suyos y ahí se adentraron en una tragedia que ahí empezaba apenas.
El avión se perdió cuando había una intensa tormenta sobre la zona. Llegaban a la península bajacaliforniana las avanzadas de Octave, una tormenta de baja intensidad que sn embargo venía pletórica de lluvia por su interacción con el sistema de baja presión que alcanzó hasta nombre: Priscila y más aún: todo esto se extendía hasta la sierra en Chihuahua y Coahuila, por donde pasaba un frente frío también lluvioso.
Esto, que en principio fue manejado como la causa del posible desplome del avión, e convirtió además en una traba para su localización. Las lluvias intensas dificultaban la búsqueda y obligaron a suspenderá temprano, pero el clima no mejoró al día siguiente, cuando se produjo una nueva búsqueda limitada por las tormentas y también se acabó temprano.
Para entonces en los medios y en las redes ya circulaban versiones de todo tipo. Hubo quién durante la primera noche dio por encontrada la nave. No hubo sobrevivientes, dijo un medio en su página web. No hay versión oficial, respondió el Noticiero Altavoz, que mantuvo contacto permanente con las autoridades loretanas.
Pero también hubo quien dijo que la avioneta había aparecido y que todos los viajeros estaban vivos.
El periodista radiofónico Carlos Cota narró cómo en El Fuerte estaba por realizarse un entierro cuando llegó la versión optimista. Un hijo del muerto venía en ese vuelo y ante la noticia de la desaparición, los familiares decidieron no esperar más. Estaban en el panteón cuando se les dijo eso: que la nave había aparecido y que todos los pasajeros y tripulantes vivían.
Dentro del duelo hubo una ola de júbilo que llevó a suspender la inhumación y regresarse con el cadáver a seguirlo velando, para dar tiempo a que el hijo ausente alcanzara a darle su última despedida.
En la vigilia del segundo día hubo nuevas teorías. Una de ellas volvía a dar por encontrada a la nave y sin sobrevivientes. Otra, que los habitantes de Agua Verde, en Loreto, dijeron haber escuchado un estallido, sin que alguien hubiese encontrado aún los restos. También se aseveró que el accidente no se debió a la tormenta, sino a una descompostura. Y todo eso sin un avistamiento al menos.
A los recursos bajacalifornianos se ha sumado la participación de un helicóptero del gobierno sinaloense, atendiendo el sentido de pérdida que se vive en toda la zona norte de la entidad, de donde eran prácticamente todos los pasajeros e incluso la tripulación. El piloto es parte de una familia apreciada en Guasave.
Eleazar Inzunza, el joven comandante de la nave estaba familiarizado con el Cessna 208B, Grand Caravan, uno de los tres tipos de aviones que integran la flota de la empresa, que se complementa con Cessna 402 B y Cessna 402 C.
-No queda otra que esperar, explica un funcionario californiano. Esperar a que mejore el tiempo para poder realizar una búsqueda a fondo, esperar a que las cosas no sean tan graves como todo parece indicar. Esperar.