¿A dónde va? Avión presidencial despega de CdMx con rumbo desconocido

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El último vuelo que hizo la aeronave fue el 16 de diciembre del año pasado, como parte de su mantenimiento. 

Con un rumbo desconocido, el avión presidencial, TP-01 José María Morelos y Pavón, salió del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México alrededor de las 09:36 horas. Esto, mientras no se tiene aún un destino para la aeronave, que el gobierno espera vender.

El avión presidencial necesita mantenimiento constante para que no se deteriore, según han indicado las autoridades en ocasiones anteriores, por lo que se vuela constantemente de acuerdo con las normas establecidas para ello.

De acuerdo con los monitores de vuelos como FlighAware, el Boeing 787-8 del gobierno viaja a 937 kilómetros por hora y mantiene una altitud de 11 mil 880 metros; Hasta el momento ha tomado un curso hacia el sur, sobrevolando parte de Puebla.

El último vuelo que hizo fue de poco más de dos horas el 16 de diciembre, como parte de su mantenimiento. En esa ocasión, salió desde el Hangar de la Fuerza Aérea Mexicana, y se dirigió hacia el oeste del país. Cerca de una hora después, el avión presidencial llegó a los límites de Jalisco y Nayarit, donde dio vuelta en U, para regresar la Ciudad de México.

Asimismo, a principios del año, el presidente Andrés Manuel López Obrador mencionó que el gobierno mexicano recibió una propuesta por parte de una empresa para intercambiarlo por helicópteros, además de que se analiza rentarlo para viajes.

“Puede trasladar hasta 240 pasajeros, hay un avión con esas características en Aeroméxico, que tienen vuelos a Europa, pero este avión sólo tiene 80 espacios porque tiene oficina, tiene más amplitud para todo, tiene una recámara, tiene baño”, expresó López Obrador.

Comentó que existen propuestas si se cambia por los helicópteros, estos podrían ser usados para atender incendios forestales; “estamos analizando esa posibilidad, siempre y cuando el avión se acepte al precio de avalúo”, explicó.

López Obrador agregó que hay otra opción que consiste en entregar la aeronave de lujo a la empresa creada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) para administrar los aeropuertos de Santa Lucía y Tulum para que sea rentado. Mientras tanto, la aeronave continúa en posesión de Banobras, que está intentando deshacerse de ella desde hace casi tres años.

Información por MILENIO