Alberto Camacho Sarabia
La sexta es la vencida.
Por sexta ocasión desde el mundial Estados Unidos 1994, la Selección Mexicana de Fútbol está instalada en la fase de los mejores dieciséis de la Copa del Mundo, es junto a Alemania y Brasil, las únicas tres selecciones que han logrado llegar a octavos de final en seis oportunidades consecutivas, desde ahí ya tenemos algo de mérito.
La clasificación se hizo con categoría y demostrando un fútbol bastante dinámico e intimidante para el rival, el equipo tricolor terminó la fase de grupos con siete puntos y diferencia de goles de +3, es decir, cuatro goles anotados y solamente uno permitido.
Pudimos quedar líderes de grupo, pero como siempre los árbitros hicieron de las suyas y nos quitaron dos goles ante Camerún que bien pudieron valer el primer lugar del grupo A.
El partido contra Croacia trajo su dosis de emociones, se pasó del nerviosismo a la desesperación, luego a la ansiedad, se pasó por la impotencia y finalmente llegó la felicidad que todo un pueblo tan futbolero como México deseaba.
El encuentro inició desde la zona mixta de Recife unas horas antes de la patada inicial, los croatas aseguraron que a México les temblarían las rodillas y no podrían con ellos, además de declarar que han visto y han metido gol a mejores porteros que Guillermo Ochoa, más rápido cae un hablador que un cojo.
A pesar de que a México se le dificultó el rival por espacio de 60 minutos, un error arbitral clarísimo que valía un penal en favor del tricolor fue el detonante para que los dirigidos por Miguel Herrera se dejaran ir con todo en contra del marco de Croacia, y en cuestión de diez minutos, ya habían anotado tres goles.
Croacia alcanzó a hacer el gol de la honra, pero la realidad es que los balcánicos se quedaron sin argumentos muy rápido en el partido y como habíamos dicho anteriormente en este espacio, la moral se les vino abajo y ya no pudieron hacer gran cosa, salvo el gol hacia el final del encuentro cuando México ya estaba en reposo y tranquilo con la calificación.
El gol en contra de Guillermo Ochoa llegó a tiempo, ya que así se le quita una presión extra al portero tricolor para el duelo de octavos de final, así, Paco Memo no tendrá que preocuparse por el tiempo que lleva imbatido y se verá más relajado.
Partidazo que se aventó Paul Aguilar por la banda, sin duda ha sido de lo mejorcito de México en este mundial y hasta el momento no ha habido un rival que lo pueda nulificar, esperemos que así siga.
También mención especial a la zaga defensiva, pero más a Héctor Moreno, muy discreto y todo, pero hasta el momento ha sido el mejor defensor de toda la Copa del Mundo, se ha visto confiado y férreo a la hora de marcar.
Se destaca también la mentalidad de todo el equipo, lejos de achicarse y buscar escudarse en los errores arbitrales y hacerse las víctimas, el conjunto nacional se levanta con furia y a base de buen fútbol avasallan a su rival, se vio contra Camerún, se vio contra Brasil a pesar del empate, y se vio contra Croacia, gran trabajo de Miguel Herrera.
El rival de México en los octavos de final es la selección de Holanda, pareciera que nos tocó bailar con la más fea, pero yo no lo veo así.
No se niega la jerarquía y el poder de los tulipanes, pero tampoco son la gran cosa, es un equipo perfectamente vencible y más que jugar en conjunto, sus esperanzas recaen en las individualidades de Arjen Robben y Robin van Persie.
México por su parte, juega EN EQUIPO, son un conjunto y todos actúan en sinergia en busca del triunfo, esto es algo que no se había visto, bueno, al menos desde que su servidor ve los mundiales que es desde 1998.
Es un rival difícil, pero no es imposible vencerlos, incluso, pasando este partido, México con toda la motivación de haber llegado al quinto partido, fácil puede alcanzar las semifinales de la Copa del Mundo, y no, no es exageración.
En dado caso de avanzar a cuartos, el rival sería Grecia o Costa Rica, digo, si ya le ganaste a un titán del fútbol mundial y andas con toda la motivación y la moral en las nubes, vencer a los helénicos o a los ticos es algo muy factible.
Todo radica en que la selección tenga fe, jueguen como lo han hecho todo este mundial, EN EQUIPO y no se vengan abajo, siempre con la cabeza arriba y sin miedo, lo resultados llegarán por sí solos.
Aguas Holanda, que México no es cualquier flan, ya no, si ya se le empató a la naranja mecánica en 1998 donde incluso traían un mejor equipo que ahorita en el 2014, ¿Por qué no ganarles ahora sí?
El encuentro es el domingo a las diez de la mañana en Fortaleza, sede donde ya jugó México y que también tiene un clima bastante bravo, mucho calor y humedad, cosa que el tricolor puede aprovechar.
Ando muy optimista, pero en base a lo que el tri ha demostrado en la cancha, y tomando en cuenta que los europeos se andan yendo temprano de Brasil, México tiene muchos argumentos para derrotar a los tulipanes.
¡Vamos México que sí se puede!
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Con esto nos despedimos, el próximo viernes ya conoceremos a TODOS los invitados a la segunda ronda del Mundial, ya le diremos qué prosigue y qué dividendos deja esta Copa del Mundo plagada de sorpresas pero sobre todo, de buen fútbol.
Hasta la próxima.