“Por muchos años nos hemos quedado callados y hemos estado esperando que lleguen oportunidades y que las personas se den cuenta que aquí estamos, así que es momento de hablar, de alzar la voz y de decir ya basta, yo también puedo”, dijo Aparicio durante su participación.
Señaló que muchas veces por alzar la voz, muchas personas nos pueden calificar de ser personas resentidas, pero no es por querer el lugar de alguien o lo que otros tienen que lo debemos hacer “sino por querer que las cosas cambien”.
La actriz aceptó que si a ella le toca “el trabajo duro y decir ya basta y que los que vienen atrás disfruten, está bien, porque vamos a ser el cambio, los que levantaron la voz y no se quedaron callados”.
Hace dos semanas, Aparicio reflexionó sobre la importancia del arte y la diversidad, así como problemáticas sociales tales como el clasismo y racismo en su debut como columnista del diario estadounidense The New York Times.
La mujer, revelación de la película “Roma” (2018), participó este jueves en el conversatorio “Una plática sobre racismo y discriminación en México“, promovida por la revista GQ donde junto con sus colegas y la socióloga Mónica Moreno y la lingüista Yásnaya Aguilar, quienes reflexionaron sobre esas problemáticas.
Temas debajo de la alfombra
En su intervención, Huerta dijo que en México existe un racismo y un clasismo que “está debajo de la alfombra en este país y son nuestros cadáveres en el armario”.
Para el actor esos temas tabú en este país “no nos atrevemos a decirlos, a articularlo porque eso nos desmontaría muchos de nuestros mitos fundacionales como la idea del mestizaje y de la raza de bronce se verían terriblemente afectadas si aceptamos que hay clasismo y hay racismo”.
Además dijo que para muchas personas es difícil aceptar que somos racistas y clasistas, y que “no somos solo víctimas sino victimarios los que hemos soltado frases y conductas de este tipo”
“Pero nadie quiere ser el malo de la película”, puntualizó.
Huerta dijo que la gente en México ve el racismo en Estados Unidos, como ahora con el caso de George Floyd, pero piensa que en México no existen esas conductas cuando no es así”.