*Es madre abandonada por esposo
*Lo mejor: dos billetes de 500
Leonor Guizar Carlo, mujer dejada y con hijas, es barrendera en la calle, de esos trabajadores del municipio que van jalando un carrito y arriba un tambo para la basura. Lo peor es levantar excrementos y animales muertos y lo mejor es encontrarse un billete de 500 pesos; “ya me he encontrado dos en el área del Malecón”, dice en la entrevista.
A pesar de las difíciles condiciones, pues empieza las labores a las seis de la mañana y termina al filo de una o dos de la tarde, trabaja con mucha alegría y ánimo de sacar a sus dos hijas adelante. Sólo como herramientas una escoba, un chaleco, una gorra para el sol y a veces unos guantes cuando hay demasiado trabajo como en Carnaval. Gana 700 pesos a la semana.
A la pregunta responde que no les dan jabón o sustancia alguna para contrarrestar las eventuales infecciones por la basura. Dice que en ocasiones ha tenido problemas estomacales y es que con las manos agarra casi todo tipo de basura, incluyendo jeringas o agujas que pueden estar contaminadas de SIDA o de algún otro virus.
Inicia a laborar en el Monumento al Venadito y llega hasta el Monumento a la Vida, los delfines, y se regresa a la Plazuela Sánchez Taboada. Todo ese trayecto barriendo la calle y juntando basura. En su trabajo ha recogido no sólo basura, sino toallas femeninas, hasta excremento humano y animales muertos.
Su ruta la continua por la calle Ángel Flores, Plazuela de los Leones, Belisario Domínguez; en ese trayecto pasa el camión de la basura y se la lleva.
Amena en su plática reconoce que “vive de la basura, pero me encomiendo a Dios; vivo de eso y mantengo a mis hijas; a veces la gente nos dan propinas, pero no siempre”.
Al final de la entrevista, Leonor nos agradece la entrevista y que nos preocupemos por los barrenderos.