VIVIR EN EL MAR NO SIEMPRE ES SIMBOLO DE RIQUEZA
Aunque para muchos vivir a orillas del mar es sinónimo de riqueza, para David Pineda Tirado no lo es así, lleva ya algún tiempo quedándose y tomando como su vivienda una cueva junto enfrente del mar.
Su historia comenzó hace varios años cuando derivado al infarto que padeció su hermana mayor tuvieron que vender la vivienda donde el y su madre vivían; para poder costear los gastos de la hospitalización de su hermana que los dejó totalmente en la calle.
Posteriormente su madre falleció quien por el momento vivía con familiares y él se quedó totalmente a la deriva.
Una persona de la tercera edad con 67 años, viviendo totalmente a la deriva en condiciones totalmente precarias y rodeado de roedores gigantes y sufriendo por la humedad y la sal que despide el mar, por otra parte debido a la arena que recorre diariamente le salieron unas ampollas en sus pies con las cuales tiene que lidiar diariamente.
David Pineda Tirado dice considerarse una persona muy liberal no desea molestar a ningún familiar ya que tiene un hermano en Tijuana otro en Guadalajara y también tiene una sobrina en Mazatlán por lo cual considera que la privacidad de él y su familia es muy importante y no los molesta de ninguna manera.
“La soledad no es difícil” dice don David quien soltó el llanto por la desesperación en la situación en la que se encuentra, solamente lo acompaña Victoria Valentina Mia Soledad una mujer que conoció en un refugio y se ha convertido en su “Nieta” como él llama, la cual también vive en condiciones totalmente deplorables y de calle.
