*Existen siete brigadas de pobladores
*En 2018 se quemaron 800 hectáreas
Tras el primer incendio forestal que se suscitó en la temporada, se demostró que las brigadas de atención que capacitan con el apoyo de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (Sedesu) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor), funcionan para evitar que los siniestros sean mayores, así lo subrayó Sandra Guido Sánchez, directora de Conselva, Costas y Comunidades.
Explicó que para esto se ha llevado a cabo una serie de acciones, como reparar caminos y crear brechas cortafuegos, los que ahora funcionan en siete ejidos que están integrados en el pago por servicios ambientales para los pobladores.
“Fue en Chupaderos, Concordia, fue una señora que empezó a quemar basura y se le escapó, fue algo pequeño, sin embargo, la ventaja es que en la comunidad de la Guasima se tiene una brigada de incendios forestales que acaban de recibir una capacitación y esa es la enorme ventaja de tener estas brigadas de atención”, dijo.
Refirió que se está dentro de la temporada de calor, por lo que se prevé que las prácticas como “la rosa tumba quema” son acciones que los productores acostumbran a realizar para limpiar preparar la introducción de las milpas en los campos.
Guido Sánchez recomendó que cada ejido debe prepararse con brigadas propias, para que estas acudan a responder ante los incendios forestales y que se logre evitar el daño que por la degradación llegan a requerir hasta 10 años para la reforestación.
“Un área que fue quemada tarda bastantes años en restaurarse, estamos hablando que en tres años se podrán ver las bacterias que le dan fertilidad al suelo. Entonces se puede empezar a un año, pero para que se restaure la fertilidad del suelo y se pueda volver a ocupar estamos hablando de 10 a 15 años”, señaló.
Tan solo en 2018 se registró la pérdida de 800 hectáreas en la zona sur de Sinaloa, sin embargo, se presentaron más incendios en el norte, con lo que se alcanzó un récord de deforestación.