En Kurdistán iraquí, las personas que dañan el honor de sus familias pueden ser perseguidas, agredidas y hasta asesinadas
Una joven transgénero de 23 años fue asesinada a tiros por su hermano en Kurdistán iraquí. Doski Azad era maquillista y trabajaba en un salón de belleza, pero su hermano Chakdar Azad le disparó en la cabeza y en el pecho, afirmando que se trataba de una cuestión «de honor».
Debido a que fue constantemente amenazada por su familia cuando les dijo que era mujer y porque trabajaba en un salón, Doski decidió irse para no recibir más señalamientos, relató su tío, Dlovan Sadiq, al medio Rudaw English, quien reconoció que no había visto a su sobrina desde que ésta se apartó de la familia.
Y es que, tras identificarse como una mujer, Doski Azad dejó su casa conservadora hacía cinco o seis años y comenzó a documentar su transición en redes sociales, donde era querida por sus amigos y seguidores. «Fue amenazada varias veces, no solo por su familia inmediata sino también por parientes lejanos… Me dijo que su padre se había llevado su identificación y pasaporte, pero que parece que se lo había devuelto, porque pasó el Año Nuevo en Dubái”, dijo al mismo medio un amigo de la chica.
Un hombre que se identificó como el hermano de la víctima, llamó por teléfono a la policía la tarde del lunes 31 de enero, y notificó que su otro hermano había asesinado a la joven de 23 años en lo que dijo, se trató de un «crimen de honor». Asimismo, les aseguró que había llevado el cuerpo a Mangesh, a unos 20 kilómetros al norte del centro de la ciudad de Duhok.
Para entonces, Doski llevaba tres días muerta y su homicida, Chakdar Azad, ya había huido del país, según reveló el hermano que alertó a la policía del asesinato. De acuerdo con información preliminar, el hermano de la chica no salió vía aérea, sino que pudo haber manejado por horas hasta llegar a Turquía, país con el que Kurdistán iraquí colinda al norte.
¿Por qué dicen que el asesinato de Doski fue un «crimen de honor»?
Para los kurdos, la familia y el honor son dos de las cosas más importantes, por lo que cualquier daño a cualquiera de estos dos puede derivar en el odio, persecusión, abuso verbal y físico o hasta asesinato de la persona que los «lacera». En el caso de Doski, el hecho de ser una mujer transgénero representó una alteración al orden social y una ofensa a la reputación de su familia.
«El estigma puede transmitirse a sus hermanos u otros parientes, lo que aumenta aún más la presión sobre las personas que ya tienen mucho que perder al hacer pública su sexualidad», precisa el medio Rudaw English, que también publicó que el de la joven Aznad desgraciadamente no es el primer crimen de «honor» en el país.
Cuando se hizo público el asesinato de Doski, activistas de la comunidad LGBT+ así como los representantes de países como Estados Unidos, Canadá y Alemania condenaron el atroz crimen y exigieron al gobierno de Kurdistán iraquí que encuentre al responsable y se le haga justicia a la víctima. A casi una semana de los hechos, las autoridades locales no se han pronunciado.