Esta medida se toma después de que Beijing elevase ayer el nivel de alerta sanitaria del 3 al 2, después del brote del virus en el principal mercado de la capital.
Beijing desinfectará todos los mercados, restaurantes y campus universitarios de la capital y realizará test de coronavirus COVID-19 a sus trabajadores y responsables, anunciaron las autoridades sanitarias municipales.
El portavoz municipal, Xu Hejian, afirmó en rueda de prensa que conducirán “una inspección preventiva integral en todos los mercados, restaurantes y comedores”, que incluirá la realización de test de ácido nucleico.
Esta medida se toma después de que la capital elevase ayer el nivel de alerta sanitaria del 3 al 2, después del brote del virus en el principal mercado, que dejó ya 137 casos desde el pasado jueves.
La desinfección de todos los restaurantes de Beijing y la realización de test en todos ellos es una operación a gran escala considerando el gran número de establecimientos de este tipo existentes en la capital, que se cuentan por decenas de miles.
Beijing desinfectó hasta primeras horas de ayer, martes, 276 mercados de productos agrícolas y cerrado, 11 mercados subterráneos y semi-subterráneos, además de 33 mil 173 servicios de reparto de comida a domicilio.
Xu afirmó que esperan completar hoy la desinfección de mercados y restaurantes, aunque las pruebas de ácido nucleico llevarán probablemente más tiempo.
Un camarero del distrito de Fengtai, donde se encuentra el foco del brote del mercado de Xinfadi, dijo al diario oficial Global Times que todo el personal de su establecimiento se sometió a test de coronavirus ayer en un lugar designado cercano.
Según este diario, a los empleados de cinco restaurantes de uno de los centros comerciales más grandes de Beijing también se les realizaron pruebas.
Beijing suspendió los vuelos interprovinciales y los viajes en grupo transprovinciales, tras elevar ayer su nivel de emergencia sanitaria, aunque el nivel 2 -en el que la capital se encontraba hace apenas dos semanas- no implica esa medida ni otras drásticas que se están adoptando.
Entre ellas, la suspensión de todas las clases presenciales en la ciudad y la recomendación a los residentes que trabajen desde el domicilio, mientras que las comunidades en áreas de riesgo “alto” se han sellado y no se permitirá que nadie salga de ellas.
También cerraron los mercados subterráneos, mientras que bibliotecas, museos y parques abrirán durante un tiempo limitado y con un aforo no superior al 30 por ciento de su capacidad.
La prioridad de las autoridades es impedir que el virus se extienda o que llegue a otras ciudades.
Hasta ahora solo trascendió que el patógeno fue detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado en Xinfadi, y algunos expertos chinos afirmaron que este rebrote del virus es “probablemente más infeccioso” que el detectado en Wuhan, la capital provincial de Hubei, donde comenzó a propagarse la COVID-19.
Además de las pruebas y las medidas de control y prevención, Beijing intensificó la inspección de los mercados de productos frescos, cerdo congelado, ternera, cordero y productos avícolas, y se examinan otros negocios, incluidos supermercados y restaurantes, para garantizar que no circulan productos contaminados con el virus.
Información de EFE