*80 años, indígena poblano
*Es alegre vendedor ambulante
Se define descendiente de los aztecas; es indígena poblano de Tepeaca y habla náhuatl y a sus 80 años se muestra fuerte, con mucha energía, ánimo de vivir y trabajador de la artesanía mexicana. Es don Pedro Rodríguez, homónimo del famoso corredor y leyenda de autos fórmula Uno, quien falleciera en un accidente hace más de cuatro décadas.
En su andar por las playas y calles de Mazatlán, don Pedro dice que no le preocupa el coronavirus porque de algo se va a morir, aunque tampoco se ve estresado como mucha gente por la pandemia que azota el mundo.
Pide que las autoridades locales ayuden a los que menos tienen, porque a “mi el Presidente de la República me está ayudando; tengo una pensión del 68 y más; son 2,500 pesos cada dos meses”.
Don Pedro mantiene una esposa que, con su dinero, paga todos los servicios y la alimentación. Apunta que no bebe cerveza y que es una persona con buena saludad, pese a que se cuida de una diabetes desde hace 36 años.
En la entrevista por el área de los “Monos Bichis”, con alegría nos dice que es indígena poblano, que llegó hace muchos años a Mazatlán y se quedó porque a su mujer le gusto la ciudad y puerto. Habla náhuatl y nos traduce algunas expresiones, aunque le da mucha risa cuando le pedimos que diga como se dice una “mentada de madre” en ese idioma.
Al final de la entrevista, resultó que don Pedro conoció a la familia de nuestro camarógrafo Erik Toxtle, del linaje de los Toxtle de Tepeaca, allá en Puebla.