ELIO EDGARDO MILLÁN VALDEZ.
El laureado novelista y afamado periodista escribió su columna del sábado haciendo un recapitulación sobre el desarrollo de la pandemia en nuestro país, tomando como referente a Economist que circuló profusamente la semana pasada. Vayamos de inmediato a esa información tejida entretejida por la `pluma del autor:
“Algo que se intuía, pero hoy podemos por fin dimensionarlo. The Economist de esta semana hace un análisis transversal y concluye que el número de contagiados real es siete veces más alto en Estados Unidos que la estadística oficial, en España habría que multiplicar por 10, en Inglaterra por 14, en Suecia por 17, en Rusia por 27, en India por 271. Por desgracia la revista británica no incluye a México, pero podemos asumir que estaríamos más próximos a la situación de Rusia que, al igual que nosotros, prefirió concentrar sus esfuerzos en otros frentes que en el de monitoreo de la población con pruebas clínico(SinEmbargo. Jorge Zepeda Patterson.27/09/2020).
“Otra manera de acercarse de bulto al tamaño de la pandemia deriva de las investigaciones que se han hecho a población abierta. El reporte de The Economist cita el balance que arrojan 271 encuestas de análisis de sangre realizadas en 19 países en muestras representativas. Proyectadas al conjunto de la población ofrecen un dato brutal: entre 6 y 10 por ciento de los seres humanos ya habrían contraído la COVID-19. Las estimaciones para América Latina señalan que el número de muertos por la enfermedad se situaría 50 por ciento por encima de la cifra oficial (75 mil en México)” (Id). Pero este promedio esconde los extremos en fallecimientos, como son los casos de Estados Unidos, Brasil. Perú y por supuesto de México.
LOS ARGUMENTOS DE PATTERSON SOBRE ESTA CATÁSTROFE.
Una vez con los datos frente al espejo, Patterson Afirma: La tentación de convertir a la pandemia en bandera para crucificar al Gobierno del López Obrador o, por el contrario, motivo para ensalzarlo por la revolucionaria y heroica manera de enfrentarla, habría que someterla al saludable ejercicio de contrastar el desempeño contra realidad. La tarea ha sido compleja por tratarse de un fenómeno inédito y del que el mundo, como un todo, ha ido aprendiendo sobre la marcha (…) Y si bien el continente americano tuvo la fortuna de afrontar la emergencia casi dos meses más tarde que Europa o Asia, se tradujo en escasa ventaja pues el punto de partida de los sistemas de salud pública en nuestros países tenían años de atraso (Id).
Es cierto nuestros hospitales tenían años de retraso, no es una desmesura agregar que el gobierno y el sistema de salud perdieron un valioso tiempo porque el gobierno y las autoridades sanitarias perdieron tiempo valioso para rehabilitar los hospitales por su necedad de cambiar el régimen anterior de sanitario y construir sobre sus despojos el INSABI y asimismo porque desestimaron la gravedad de la pandemia, como hicieron también la mayoría de los gobiernos populistas del mundo. Recordemos cómo el presidente nos quería curar con detentes y sus chistoretes en sus mañaneras. Sólo le faltó decir, como Bolsonaro, que el Covid-19 era una simple gripinha. Valdría que los dos meses que ganamos, los perdimos por asuntos burocráticos y su supina ignorancia. Pero existe otra razón peso, a la que nos referiremos más adelante, además subestimaron los cubrebocas y las pruebas.
OTROS AFIRMACIONES DEL PERDIODISTA.
“Si eso son los datos reales, ¿qué decir de las estrategias para enfrentarlos? Según los expertos hay dos áreas básicas: por un lado, atender los enfermos graves; por otro, impedir nuevos contagios, para reducir el número de contagio, especialmente para localizar y propiciar el aislamiento de las personas que han sido contagiadas“ (Id). Considero que las dos fases de atención sirven sólo como formas de exposición que sirven para delimitar los capos de atención de la pandemia, que dicho rápidamente la atención en hospitales y el trabajo haciendo pruebas pero ambas tareas están totalmente imbricadas para darle al virus un combate frontal. La una sin la otra es simplemente un fracaso desvela la indolencia y/o la ignorancia de quienes han conducido la estrategia varios países, como es el caso de México, que ahora están entre los diez con mayor número de contagios y decesos.
Ante la doble tarea que sólo es una sola, afirma Patterson: “Está claro que la 4T decidió volcar los recursos en atender la primera trinchera de esta guerra: los enfermos graves. Contra ese objetivo habría que evaluar a López-Gatell y los suyos y en lo general salen bien librados: el sistema nunca se saturó. Evidentemente que no, sobre todo porque la carencia de pruebas no solamente estuvo a punto de saturar algunos hospitales, se pudieron confinar a los contagiados y menos llevar a contagiados graves a los hospitales a miles de muertos en sus casas, en las calles. En México los muertos subregistrados suman que oficiosamente 75 mil, son por lo menos tres veces que más. Hoy en todo el país cada mexicanos tiene algún algún muerto, ya sea un familiar, un amigo, vecino o un compañero de trabajo.
PERO TODO ESTE VAIVÉN QUE APARECE EN LA COLUMNA DE PAtTERSON…
Sí en todo balanceo que aparece que hace el autor de El Fémur más Bello del Mundo, algo fundamental le falta en su análisis. Mañana les diremos qué es, y a partir de él, seguiremos polemizando con Él.