*Buscan “visibiliza”r a sus familiares
*Han encontrado más de 150 cuerpos
El colectivo de Tesoros Perdidos, unas 70 madres buscadoras de sus hijos, adoptó un frondoso árbol de la plazuela Zaragoza en Mazatlán para hacer un santuario y recordar de manera permanente a sus hijos y a todas las personas que han desaparecido por distintas razones y no han sido encontrados.
En la entrevista de esta mañana al pie del árbol Irma Arellanes, presidenta de este colectivo, señala que este santuario es para todos los desaparecidos y vendremos el Día de Madres o el Día de Muertos a rezar, incluso quien quiera lo puede hacer todos los días.
Agregó que “el árbol tiene vida, pero no habla, es un testigo mudo, sabe dónde están nuestros hijos pero no lo puede decir; se trata de otro símbolo para visibilizar a nuestros hijos y familiares”.
Luego de la entrevista llegó al lugar el secretario del Ayuntamiento, Edgar Augusto González Zataraín, quien reiteró el apoyo del gobierno municipal para el colectivo de Tesoros Perdidos.
De otra parte, en la entrevista con Arellanes dijo que desde la fundación de este colectivo, hace cinco años, han encontrado con sus propios medios más de 150 desaparecidos y encontrados muertos. En el estado habla de más de 11 mil desaparecidos.
Irma Arellanes reconoció que han tenido el apoyo de las autoridades en la búsqueda de sus familiares, desde la Comisión Estatal de Búsqueda de Sinaloa hasta la Comisión Nacional de Búsqueda y de Derechos Humanos. Informó que del 23 al 27 de mayo estarán en Mazatlán representantes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos para apoyarnos en la lectura de expedientes en la Fiscalía Especializada.
En las preguntas, la mujer dijo que el último hallazgo de dos jóvenes desaparecidos fue el 29 de abril en Escuinapa.
Indicó también que en este árbol habrán de colocar una virgen con una escalinata para que la gente venga a rezar o traer flores; también una fuente, entre otras cosas como una reja más alta para evitar los eventiuales vandalismo.
Reconoció que en el 2019 fue el año en que más desaparecidos muertos encontraron, buena parte en fosas clandestinas en los rumbos de Palmillas y Miravalle.