*En la escuela no hubo fiesta
*Pero sí en el cobijo de la familia
Teresita, una pequeña del kínder público “Eloísa Aguirre del Valle”, en la colonia Flores Magón, prácticamente se graduó con honores, con buenas calificaciones y cumplidora de las tareas por el Internet luego de tres meses de un obligado confinamiento por la contingencia sanitaria.
Como muchos niños y jóvenes de grados superiores terminaron el ciclo escolar, sin fiestas ni graduaciones que son motivos de gran alegría porque significan avances personales, crecimiento y aprendizaje humano, nuevos valores y sobre todo logros individuales y de la familia. La “graduación” de Teresita no pasó desapercibida.
En Teresita se juntó el amor de los padres, Teresa e Ismael Larrañaga, para ofrecerle a la hija una “graduación” en lo íntimo del calor del hogar y de la propia familia. El otro hijo, Ismael, también egresó, en este caso, de cuarto a quinto año de primaria, aunque la “fiesta” con birrete y el uniforme del kínder fue para la princesa de la casa al avanzar a los grados escolares básicos.
Fue en la Plaza Machazo donde la “fiesta de graduación” inició con una sesión de fotografías, con toda la familia y en lo particular con la princesa. No hubo fiesta, pero habría una comida y regalos para Teresita, pero lo más importante es la fiesta de amor y cariño de la familia.
“Son los hermosos recuerdos que se quedan”, dijo la madre, a punto del llanto cuando la lente del camarógrafo de Sinaloa en Línea la descubrió en esa sesión de fotos. Sin duda, que en esta “graduación” se refleja el amor por los hijos que van creciendo y educados con valores.
Ismael y Teresa, los padres, coincidieron en el orgullo de tener unos buenos hijos que van muy bien en sus respectivas escuelas con excelentes reconocimientos y calificaciones, pero sobre todo esta “graduación“ revela la unidad, el amor y la calidad humana de lo que es y debe ser la familia sinaloense.