Tercera Llamada… No es irreverencia

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Ismael Estrella Guerrero

Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.

Palabras más palabras menos, bíblicas, y es una leyenda que bien se puede aplicar a lo que ahora sufren el sacerdote y feligreses de la parroquia San Carlos Borromeo, a la que la CFE le cortó el suministro de electricidad por  “colgarse” de “diablitos” con el propósito de que les llegara menos cobro por el consumo de la luz. Y es que ya no hallaban la puerta para pagar los cuentones de cada recibo.

Y ora sí, como dicen en mi pueblo mágico de El Fuerte de Montesclaros, “O con Dios o con el diablo (ito)”.

Ahora bien, sí eso ocurre en la casa sagrada de los católicos, imaginemos lo que pasa en su casa, en la mía, en la del vecino, o en la de cualquier mortal que tiene que pagar los altos cobros que realiza la mal llamada- por ellos mismos- “empresa de calidad mundial” o algo así, aunque no se a cuál planeta se refieren cuando hacen alusión a esta estrategia de mercadotecnia porque prestan un pésimo servicio, sobre todo cuando nos cae cualquier lluvia en la ciudad y que se corta la energía mínimamente una hora.

El obispo Mario Espinoza Contreras pa´pronto salió en defensa del sacerdote y de la iglesia diciendo que no tuvo nada que ver en eso de los “diablitos” y no porque se les tenga prohibido tratar con este tipo de tácticas  sino más bien por lo que representan en cuestión de moral, honradez, y cosas por el estilo ya que suponemos que deben ser el ejemplo a seguir. Al final de cuentas ya no son los tiempos de antes, que ni se preocupen por el “qué dirán, Dios Mío”.

De seguro que ya están los exorcismos  a todo lo que dan para desterrar a esos pinchis diablitos y que no causen la tentación de provocar alguna especie de pecado que les pueda acarrear problemas a la hora de rendir cuentas con el patrón. No es irreverencia- aclaro-, por aquello del notentumas.

Deben 110 mil pesos a la CFE e irremediablemente tendrán que pagar los devotos porque la iglesia no cuenta con un presupuesto propio- se supone- y  tienen que ser socorridos con las limosnas o los diezmos, para los que no lo sepan o que no les interesa saberlo.

El obispo de la diócesis de Mazatlán advirtió que en este asunto el cura Rafael Martínez Gallardo no tiene la menor culpa, mucho menos la iglesia y pone como ejemplo el hecho de que se encuentran realizando las investigaciones pertinentes del caso, yo creo que para dar con los responsables, o demostrar que los de la comisión mienten y que no hubo tal travesura. Vaya usted a saber.

Eso sí y en esto estoy totalmente de acuerdo cuando reconoció que la energía eléctrica es muy cara y que tienen que hacer enormes esfuerzos para sacar adelante las deudas que se originan en las parroquias.

Total, que los excomulguen y así todos ganamos, o cuando menos que haya alguien que se atreva a enfrentar a esa empresa que se devora nuestros raquíticos salarios, dijeran por allí.

Mejor que hagan bien las cosas (iluso) que sean más tratables, de perdida (así ganarían más), de la mejor manera posible, para que ya nadie se queje de nada en contra de ellos; ni de las tarifas, los apagones, el valemadrismo, los medidores digitales (con o sin tarjeta), administradores y trabajadores que lo tratan a uno con la punta del pie…  Mejor la paro porque este es el cuento de nunca acabar.

Me acuerdo que, antes que esperanza alguien se atreviera a meterse con algún sacerdote y mucho menos con la parroquia que representaba. Había más respeto y todo lo que allí se dijera era la verdad. A chaleco, y si no, ya sabían a lo que se exponían, mínimo a una santa regañada por el padre y otra en la casa. Así de justos eran.

Bueno, por eso les digo que ya no es como antes.

Ahora o todos coludos o todos rabones.

Sin embargo, a la CFE ¿quién le castigará por su mezquino actuar?

Por lo que vimos, ya ni la iglesia con todos sus santos y demás salva, mucho menos los simples mortales.

Entonces, que los ayude Dios, pero ya no recurran a los diablitos.

Y ya que estamos tan religiosos, yo me lavo las manos, como Poncio Pilatos

 

Escríbanos, si quiere: ismael.estrella@live.com.mx