Si bien es cierto que el presupuesto destinado a la educación en Sinaloa se incrementó en comparación al año anterior, también lo es que cuando menos la mitad se usará en el gasto operativo, en tanto lo que se requiere en infraestructura no es suficiente para subsanar tantas y tantas necesidades que existen, sobre todo cuando se trata de acabar con las llamadas escuelas de cartón.
Este es un tema que de manera continua se toma en los medios de información, amén de los políticos que en diversas ocasiones hacen énfasis en la necesidad que existe de acabar con tantos problemas inherentes a los centros escolares.
El diputado del PAS, Melesio Cuen advirtió que se necesita desagregar y conocer en detalle para donde va cada peso que se invierte en esta área.
Considera que un buen centro escolar logra articular diversos elementos: mejores autoridades escolares, más participación de la autoridad gubernamental, el mejoramiento del entorno; mejores alumnos, mejores maestros y eficientes autoridades educativas, a nivel central: Considera que hace falta implementar acciones que hagan más expedita la administración educativa, se simplifiquen procesos, se mejore la atención, compacten estructuras, automaticen procedimientos y sobre todo: optimizar más recursos en educación.
Cuen Ojeda sostuvo que se trata de aumentar sustancialmente la calidad de la educación, utilizar tecnologías educativas incluyentes a alumnos con alguna capacidad diferente, poner cuidado en la supervisión y asesoría, atender la actualización y capacitación docente, así como incrementar y mejorar la infraestructura educativa, así como realizar una correcta evaluación educativa.
Por cierto que el congresista del PAS, durante su primer informe de actividades el sábado anterior, aprovechó para destacar que en el tema de Educación y Cultura, se presentaron ocho iniciativas, entre las que destaca la propuesta de crear el Instituto de Investigación, Prevención y Tratamiento de Violencia Escolar, y el impulso de la Ciencia, Tecnología e Innovación en Sinaloa, para lo cual se planteó la iniciativa de establecer que el fondo estatal de apoyo sea del 1% del Producto Interno Bruto (PIB).
Anteriormente el diputado Robespierre Lizárraga Otero, también del PAS, advirtió que la política pública en México y en Sinaloa le ha quedado a deber a la educación, a la ciencia y a la tecnología.
México ocupa el penúltimo lugar en materia de ciencia y tecnología, entre las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), debido a que destina bajos presupuestos para este rubro y universidades y otras instituciones carecen de recursos suficientes; además, en todo el país hay cerca de 15 mil investigadores certificados y otros 20 mil que están en el sector industrial, para un total de 35 mil; sólo cerca de 3 mil empresas hacen investigación.
El gasto para investigación científica y desarrollo de tecnología equivale a una cuarta parte de los recursos públicos para el pago de intereses de la deuda gubernamental. Su bajo monto representa una carencia que limita la capacidad de crecimiento de la economía y frena la capacidad de respuesta ante emergencias.
Por su tamaño, la de México es la decimotercera economía del mundo.
Medida por el ingreso de sus habitantes, es el número 74, según el Banco Mundial, e invierte en un año el equivalente a 0.4 por ciento de su producto interno bruto (PIB).
De acuerdo a datos emanados del congresista del PAS, la Organización de las Naciones Unidas recomienda que la inversión para Ciencia y Tecnología deba de ser del 1 por ciento del Producto Interno Bruto, Nacional o Estatal.
Ismael.estrella@live.com.mx