Ismael Estrella Guerrero
La estrechez económica, la inseguridad que se enquistó en nuestro contexto, y otros avatares que sufrimos en la actualidad, no deben ser pretexto para echarnos a dormir y esperar “a ver que nos llega mañana”.
Los que esperan que el “maná” les caiga del cielo, que se queden dónde están. Esos que se anquilosen.
Por eso, cuando no hay presupuesto satisfactorio y se actúa contra viento y marea en proyectos que dejan un grato beneficio al pueblo, deben ser resaltados y tomados en cuenta y no dejar que la discordia, el celo y la envidia los conviertan en factores de reclamos airados y sobre todo, de golpeteos inclementes en contra de quienes de una manera u otra buscan la manera de sacar adelante los trabajos.
La raza ya está hasta la madre de tanta violencia: Asesinatos, persecuciones, “levantamientos”, fraudes, asaltos, secuestros, y demás.
Están cansados de ser testigos visuales y de leer en los periódicos diariamente; de escuchar en la radio y la televisión los hechos delictivos que no únicamente ocurren aquí, sino en cualquier parte del estado, del país o del mundo.
Por ello es ponderable la actitud que asumen las autoridades de cultura al darle al pueblo eventos de los que pueda disfrutar placenteramente sin tener el “Jesús en la boca” y sacarlos del desfallecimiento que causan los hechos violentos. Tener un buen rato de espectáculos que le aviven la existencia y lo motiven a seguir adelante es lo mejor que se les puede dar.
Ayer se dio a conocer el programa de la XII edición del Día de la Música, para el sábado 21 de junio, evento que hará palpitar el corazón de Olas Altas y las principales calles del Centro Histórico durante casi 6 horas seguidas con la participación de 21 grupos y 264 artistas en 6 escenarios distribuidos estratégicamente a lo largo y ancho del Viejo Mazatlán.
Raúl Rico, director general del Instituto Municipal de Cultura, Turismo y Arte de Mazatlán, señaló que este año se espera superar la asistencia del 2013, 15 mil personas.
El maratón musical comenzará a las 19:00 horas y culminará hasta la madrugada del domingo, y, como cada año, el Instituto de Cultura de Mazatlán y Proyecto Centro Histórico, con el apoyo de infraestructura y equipo técnico del Instituto Sinaloense de Cultura, planean ofrecer un ambiente tranquilo, seguro y familiar a los mazatlecos y turistas.
Raúl Rico señaló que para darle una proyección notoria al Día de la Música, este año Cultura TV realizará una cobertura total, con seis horas de transmisión con cámaras en los seis escenarios transmitiendo simultáneamente lo más relevante de las actividades e interpretaciones musicales que pondrán a bailar y a cantar a todo Mazatlán desde la tarde del sábado 21 de junio, hasta la madrugada de domingo 22.
La respuesta que la gente le ha dado en sus anteriores ediciones es sintomática de que quieren vivir tranquilos.
Ojo…Los jóvenes en este caso merecen una atención especial.
Ellos son los que al final de cuentas mantendrán viva la esperanza de que las cosas nos puedan ir mejor.
En anteriores festivales han dado muestra de que quieren espacios para expresar sus sentimientos o para disfrutar de espectáculos que les llegan a lo más hondo de su ser.
Este es el principio de una mejor relación entre los humanos.
Será un deleite sin duda escuchar y aplaudir a los diversos grupos musicales que harán acto de presencia.
Los jóvenes han demostrado que quieren más de eso y sobre todo, se muestran ansiosos por aprender.
Este tipo de eventos son los que deben recibir mayor apoyo para darle a la gente un mejor esparcimiento, y sobre todo que conozcan otras cosas que le pueden dar tranquilidad al espíritu.
El día de la música es justamente eso.
Un espacio que medido en su justa dimensión debemos considerarlo como la imagen que atrae dividendos favorables.
Que no únicamente se concentren en difundir lo negativo de una sociedad.
Tenemos que presumir eventos que llenan expectativas y que cambian formas de pensar.
Debemos dejar de lado las influencias negativas que nos llegan a través de diferentes medios, y más aquí, en Mazatlán, que por ser puerto y destino turístico, nuestros jóvenes están expuestos a influjos culturas que no son nuestros y de paso causan desvíos emocionales.
Nuestra ciudad, en los últimos años se ha consolidado como la capital cultural de nuestra entidad.
Son ciclos que cumplen con las necesidades de una población que está ávida de los placeres que dejan las bellas artes.
La danza, la música, la literatura, el teatro, las artes plásticas y demás, son las variables que pueden causar ese cambio que tanto anhelamos.
A nuestra sociedad le urge pulir valores que realmente nos dejen algo que podamos presumir de lo que somos capaces de crear y aprender.
Mazatlán es un bastión cultural.
Por ellos todos los apoyos que reciba siempre serán bien absorbidos, pero sobre todo, que nuestra niñez cuente con sitios en los que puedan desarrollar de la mejor manera “la gracia” que la naturaleza le proporcionó.
Todos tenemos que sumarnos al mismo propósito.
No nos cuesta disfrutar de todo eso.
Aprovechémoslo.
Escríbanos, si quiere: ismael.estrella@live.com.mx