Ismael Estrella Guerrero
Así podríamos etiquetar el discurso del senador Manuel Cota Jiménez, candidato único a la presidencia nacional de la CNC, al advertir la incongruencia que existe en los precios del frijol que el productor cobra y el que se vende a la ama de casa o a usted amable lector.
Dicho de otra forma: El kilo de este producto se le paga a 9 pesos al productor y en el mercado se lo venden a 30 pesos. ¿Quién se queda con la mochada más grande? No es de averiguarle mucho, los intermediarios se llevan la tajada de león mientras que los productores y los que compramos la gramínea nos quedamos con un palmo de narices.
“El intermediarismo, el coyotaje, tiene que acabar y obligar a que el Gobierno agarre al toro por los cuernos, pues debe haber rectoría de Estado en un tema central que es el campo y es la alimentación”, dijo.
Y ensombreció más el asunto cuando profetizó que apareció un Jinete del Apocalipsis, que es el cambio climático, por lo que el gobierno tiene que determinar cuál es el producto estratégico y entregar el dinero, el seguro, la semilla y poner al cliente al que se va a vender con ganancia.
Cota Jiménez realizó un recorrido por Sinaloa donde los productores hacen cruces porque les paguen el maíz a 3 mil 750 pesos para poder resarcir pérdidas.
Acompañado del titular en Sinaloa de la CNC, German Escobar, presidentes municipales y de legisladores, afirmó que en la lucha contra la pobreza extrema se debe apoyar a los campesinos, ya que son los que nos alimentan.
Habló de diferentes géneros esenciales en la alimentación del mexicano y así fue enumerando uno por uno:
“No es posible que consumamos arroz en México y estemos comprando el 70 % a países americanos o asiáticos, y los productores de arroz en México están desapareciendo. Tampoco se acepta que el maíz, el producto fundamental para los mexicanos, el maíz amarrillo, el forrajero para el ganado, se esté importando el 80 % ciento y le compremos a Sudáfrica y el grano en México no tenga precio para el productor”.
Por ello asegura que el objetivo de los cambios que se registran en las leyes con las reformas estructurales son para que a todos nos vaya bien y en lo que conciernen al agro “vamos a que los campesinos encuentren su anhelado sueño, a que cuando siembren la tierra y la cosechen verdaderamente encuentren la oportunidad cuando vendan su producto”.
En el caso de la banca expresó que no servía para nada, la Banca del Campo, la Financiera Rural que transito 12 años siendo peor que la Banca Comercial “actuando” contra los nuestros, no prestándoles.
Por eso, destacó, la Reforma Financiera es para la aparición de una Banca Nacional de Desarrollo que preste el dinero que es de la sociedad, el dinero que es del pueblo y que solo administra el Gobierno.
“Que preste dinero, que preste a tiempo, que preste barato y sin tanto trámite, que regrese el crédito a la palabra. El campesino es honorable, no necesita firmar ningún papel; el campesino hombre o mujer, es un hombre o mujer de palabra; y eso es un tema de historia y de origen”.
Y alentó su apoyo a la reforma energética:
“Porque no es posible que la naturaleza nos dote de hidrocarburos y que sigamos comprando el 70 % de los fertilizantes a Rusia o que se transporte petróleo crudo a Estados Unidos y se importen las gasolinas o el diesel”.
El senador oriundo de Nayarit y candidato único a la titularidad nacional del sector campesino convocó a los campesinos cenecistas del país a la unidad para lograr la Reforma Profunda al Campo y fortalecer al país, pues con ella se busca que a la gente le suenen las monedas en la bolsa y tenga dinero para lograr bienestar en sus casas y con su familia.